Lunes por la tarde. Lloriqueaba mientras que gritaba siendo silenciado por sus labios cerrados de enojo.
Estaba molestó. Ese día el otro secretarío que trabajaba junto a él se había tomado el día libre (y mes) dejándole todo el trabajo a él.
Lo peor es que no podía quejarse con nadie ya que su jefe no estaba enterado de eso. Y tampoco quería que este lo despidiera. No tenía él corazón de informarle a su jefe sabiendo que había riesgo de que lo despidieran y le enviaran a la policía secreta.
—¿Estas bien? Deja de apretar la mandíbula, te vas a dañar. -Preocupado advirtió al ver la cara de su amado quien estaba molestó. Caminaba junto a él acompalandolo a su casa con la mentira de que "iban por el mismo camino". —¿Sucedio algo en el trabajo? -Pregunto intentando descubir la verdad por parte de él aunque ya lo sabía, después de todo le había preguntado a Yor.
—No es nada. No te preocupes, solo que hoy tuve que tomar horas extras para terminar el trabajo.
—Tuvo que ser cansado. ¿No quieres que te prepare de cenar mientras que tú te bañas? Para que descanses más rápido.
—No, no puedo aceptar. Ya hiciste mucho por mi al sacarme de mi trabajo. -Se negó en contra de su voluntad. Sentía que estaria abusando de la amabilidad de Yuri su aceptaba aquella tentadora oferta.
—Tampoco puedo dejar que comas sopa instantánea.
—¡___________! -Detuvieron su andar para mirar atrás suyo a la vecina chismosa a quien le sonrió de forma forzada mientras que Yuri simplemente fingía la sonrisa sabiendo que como era esa señora.
—Buenas tardes, Señora Campbell. ¿Sucede algo? -Pregunto por educación intentando sonar amable.
—Pues, veras. Tenemos un nuevo vecino en nuestro edificio. Se acaba de mudar un hombre muuuy guapo con su hija, y es viudo. -Comentó como si eso fuera una noticia de suma importancia.
No es como si él fuera a verlo todos los días.
Pensó mientras que escuchaba esperando a que estos dos terminaran de hablar.
—Ah, ¿Si? Si no lo decía no me daba cuenta, fijese que yo no salgo mucho de mi departamento.
—Supongo que ya le habrá dado la bienvenida, ¿Verdad? Usted siempre es taaan amable y conversadora. -Habló intentando cortar la conversación para que ___________ se fuera rápidamente a descansar.
—Si, él es tooodo un caballero, jaja. Quería que vayas a entregarle estos víveres de mi parte. Tengo que cocinar y pues, no tengo tiempo, y como viven casi juntos. Pues me gustaría que tú se lo entregaras de mi parte.
—Oh, claro. Yo lo hago.
—Si me disculpa, debo de irme a bañar. Tuve un día agotador. -Comentó mientras que tomaba con cuidado la bolsa de tela con productos comestibles, vegetales y carne que le dio la señora a __________.
Suspiro de alivio, alfin se había librado de una conversación de unas 4 horas. Siguió a Yuri subiendo ambos las escaleras hasta llegar al tercer piso.
—Yo voy a entregar esto, ¿Si? Podrias ir abriendo la puerta ¿Por favor?
—¿No quieres que lo haga yo?
—No, no. Esta bien. Yo puedo hacerlo, ya sabes como hablará la vecina si se entera que tú lo hiciste.
—... Si necesitas ayuda me dices. -Dijo entregándole la bolsa para seguir su camino por el pasillo
Tocó levemente la puerta en una pequeña melodía esperando pacientemente a que esta fuera abierta. Se tambaleo levemente con sus pies mientras que esperaba a que la puerta fuera abierta lo cual no tardo mucho.
—Oh, hola, pequeña. Soy __________, el vecino de al lado. ¿Esta tu papi? La señora Campbell le mando esto de su parte. -Le habló a la pequeña quien lo miro sorprendida quedándose con la boca abierta mientras que lo miraba con curiosidad.
—Yo puedo cargarlo. -Dijo mientras que extendía sus pequeñas manos a él esperando que la bolsa le fuera entregada.
—No, no. Te va a pesar mucho, son alimentos.
—Waah.... Ahora regreso, voy a llamar a mi papi. -Dijo saliendo corriendo hacia adentró de su departamento dejando la puerta semiabierta.
__________ miro a la puerta de su departamento. Yuri lo estaba esperando apoyado en el marco de la puerta mirándolo sonriendole al ver que sus miradas conectaron.
—Hola, ¿Necesitas algo? -Escuchar la voz hizo que mirara nuevamente al frente. Un hombre rubio más alto que él estaba enfrente suyo mirándolo con una sonrisa de amabilidad mientras que la pequeña estaba detrás de este mirándolo.
—Ahm... Si, este... Soy _________ Rossi, el vecino de al lado. La señora Campbell me pidió que le diera esta bolsa con víveres.
-Rossi... ¿Es como las rosas? -Pregunto la pequeña curiosa por su apellido.
—Si. Como las rosas. -Le entregó la bolsa al hombre frente suyo.
—¿Tienes tiempo? Soy nuevo en esta zona y, me gustaría que me dijeras un poco de como son las cosas por aquí. Ya sabes... Que lugares son peligrosos, donde esta el parque, la escuela más cercana.
—Me gustarí...
—___________, Candy quiere comer. -La voz de Yuri lo interrumpió haciendo que viera a este otra vez. Sostenían a su gata negra en sus brazos mientras que esta mauyaba con hambre.
—Lo siento. Tengo asuntos hoy... Aaah... Mañana estoy libre, ¿Quieres que te ayude mañana?
—Si, si. Esta bien por mi. Gracias por haberlo traído.
—De nada. Para eso son los vecinos. Entonces, nos vemos mañana. Señor...
—Oh, soy Loid Forger, y esta es mi hija. Anya Forger.
—Siempre fui hija de mi papi. -Dijo rápidamente al escuchar ser nombrada.
—Jaja. Bueno, que tengan una linda tarde y noche. Hasta mañana.
—Igualmente.
—¡Hasta luego, rosa! -Dijo amablemente la pequeña despidiendose con la mano.
Cuando la puerta fue cerrada se dirigió a su casa viendo a Yuri, podía sentir una mirada y aura rara en él.
—¿Sucede algo?
—Tu gata esta muy pesada. Deberías de ponerla a dieta.
—Miau... Maiu...
—Waah, papi es malo contigo. ¿Verdad, bebé? -Consentia a su gata hablándole como si fuera un bebé.
Esa gata la había conseguido a las pocas semanas de haber conocido a los hermanos Briar. Una vez que Yuri lo había acompañado a casa por lo cual este decía en broma que él era el papá de la gata.
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𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ⎯⎯⎯⎯⎯ LOID FORGER Y YURI BRIAR X MALE READER
Fanfiction𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒🎋⁀➷ ❝Y cuando sientas que estás solo, mira tu mano y recuerda que en los espacios que hay entre tus dedos, encajan perfectamente los míos❞ ❝Gracias por dejarme vivir en el paraíso sin t...