࿐ 𝟏𝟑 📚

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Jake miraba su reflejo en aquel espejo de cuerpo completo de su habitación. Deslizando su mirada azulada por todo su cuerpo desde su rostro hasta abajo, dirigió su mano al objeto mientras la otra daba en su mejilla.

Realmente estaba feliz, muy feliz de su esfuerzo.

De verdad está funcionando.

Todas esas horas corriendo, subiendo pesas, haciendo abdominales y lagartijas, todo estaba dando frutos. Quizá era porque JungKook era un buen instructor o porque la vida estaba siendo piadosa con él, pero, ahí estaba, un Jake cambiando poco a poco.

Estaba feliz, pero había algo que no le dejaba ser, se tiró a su cama cayendo de espaldas sobre el colchón. Con la mirada vaga se fijaba en algún punto del techo, soltó un suspiro.

"Ámate a ti mismo."

¿Qué tan difícil era eso?

Es decir, su madre, su amigo y algunos chicos de la escuela le decían que era muy apuesto sin contar la infinidad de cartas que estaban en su casillero y no tenía valor de leerlas. Desde meses.

Si tan sólo fuera un poco más valiente, más fuerte, estaba seguro de que podría dejar entrar a más personas dentro de su vida, ser más social, ser más abierto con todos.

Ser más él.

Incluso estaba casi seguro de poder enamorarse. De todos modos, él es un humano así que el que se llegara a enamorar más adelante es normal ¿No?

Incorporándose de nuevo quedando sentado en la cama cerró los ojos tomando una gran bocana de aire, cuando abrió sus parpados sonrió para sí mismo en aquel espejo frente suyo.

─ Eres increíble ¿Lo sabes no? ─ le habló a su reflejo.

Si te amas, los resultados siempre serán los mejores.

Con aquellas palabras en su mente y corazón se levantó de ahí, tomó su mochila y saliendo de su habitación se encaminó a la cancha donde fue invitado junto al peligris a jugar básquetbol. Temiendo al principio hacer el ridículo frente a todos, sintiéndose idiota más tarde para luego arrepentirse y decir "¿Por qué tuve que ir?" No, ya no.

¿Qué más daba si cometía uno o dos errores? Así se aprende, así se empieza.

Así es la vida.

No quería seguir encerrado en su burbuja depresiva, no quería seguir lamentándose por las cosas que pudo haber hecho, pero no hizo, no quería seguir viendo de lejos a los demás. No quería más eso.

Su camino no sería fácil y lo sabía, tenía miedo todavía a cietas cosas, lo admite.

No obstante, tampoco iba a decaer ante eso.

Yo puedo y lo haré.

Siempre, una y otra vez repitiéndose lo mismo hasta el final.

Por mí y por nadie más.

Aunque hubiera muchas cosas por enfrentar.

Me amo y soy bueno para mí.

No se iba a dar por vencido en el intento.

Yo me amo.

Y así sería siempre en adelante.

─ ¡Yo puedo! ─ gritó con una enorme sonrisa alzando ambas manos mientras manejaba la bicicleta sin importar las miradas sobre él.

Shim Jake nunca se rinde.





⦅♡⦆





La tarde se pasó volando tan rápido que ni se dio cuenta debido a que aquel partido en donde él era parte era más que adictivo.

El sudor bajando por su frente hasta rebasar por su barbilla y perderse en le piso de la cancha, con una enorme sonrisa triunfante cuando fue su equipo el que gano.

Risas y más risas compartidas junto a su amigo de cabellos platinados el cual en silencio estaba orgulloso de su mayor. Su autoestima poco a poco mejoraba.

Y lo apreciaba.

─ A la próxima tendremos a Jake en nuestro equipo. ─ espetó el chico tomando agua.

─ ¡Claro que no! Él será parte del nuestro la próxima vez. ─ musitó otro tomado el brazo de Jake.

─ ¡Hey! Jake también es mi amigo. ─ tomó el otro brazo.

Ambos chicos de nombre HeeSeung y Jay se miraban retadores mientras Jake sólo contemplaba la escena con una sonrisa divertida.

─ ¡Él es mío! ─ musitaron ambos al mismo tiempo.

Ni-Ki miró la mirada de ayuda de Jake al verse estando en medio de la mini pelea de ambos chicos. No tuvo más remedio que dejar de comer sus papas fritas para ir a su rescate.

─ Lamento romper sus ilusiones, pero Jake ya le pertenece a alguien más. ─ ambos chicos miraron al peligris.

Jake por su parte lo miró confundido.

─ ¿Jake tiene novia? ─ preguntó HeeSeung.

─ ¿O novio? ─ musitó Jay.

─ ¿Lo tengo? ─ exclamó Jake confundido.

Ni-Ki se palmeó la frente ante la pregunta tan OBVIA del pelinegro, pero se aguantó de darle un zape.

Paciencia, paciencia.

─ Mejor dejen de hacer tanto drama por Jake y sigamos jugando. ─ tomó el balón lanzándoselo al pelinegro. ─ Yo voy con Jake y punto.

─ ¿¡Eh!? ¡Pero Ni-Ki...!

Se callaron de inmediato ante la mirada penetrante del menor obligándolos a bajar la cabeza y asentir cual cachorros.

No querían tener problemas con el chico, no sabiendo que tanto él como Jake practicaban boxeo.

No sería bueno hacerlos enojar.

─ La próxima vez haré equipo con Jake. ─ musitaron ambos colocándose en posición.

Ese día Jake se divirtió tanto olvidándose de todo. Mientras en su muñeca aún persistía la pulsera negra y verde.

Espero volver a verte pronto, SungHoonnie.

No Juzgues A Un Libro Por Su Portada ◇ Jakehoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora