࿐ 𝟎𝟒 📚

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SungHoon escuchaba atentamente las palabras dichas por Jake, no pudo evitar admirar de nueva cuenta los bellos labios de su amigo ni el color tan precioso de sus ojos. El azul siempre fue su color favorito.

─ ¿Entonces tu mamá necesita más meseros en el restaurante? ─preguntó una vez el pelinegro terminó de hablar. Jake asintió. ─ ¿Y qué pasó con ese chico JungKook del que me hablaste? ¿Renunció?

─ Eh no, es sólo que su madre enfermó y mi mamá compadecida por él le dejó el día libre. ─ soltó un suspiro. ─ Aunque ahora su ayuda hace falta mucho.

SungHoon sonrió dulcemente. Jake era el ser más puro que pudo haber conocido. Siempre se preocupaba por su madre, por su familia antes que él mismo, también era muy inteligente, atento y un sinfín de cosas que hoy en día no se ve en muchas personas. Jake era increíble. 

Lastima que los "estándares de belleza" no le permitían a los demás ver cuán hermoso era Jake.

Porque para él, Jake ya era guapo.

─ ¿Tú mamá necesita otro mesero más? ─ se sentó junto a él.

Jake no dijo nada cuando SungHoon se sentó muy cerca suyo, ya se había acostumbrado a la cercanía del rubio así que ahora ya no se sentía nervioso ni sentía su corazón acelerarse como antes. Claro sólo si el rubio no hacía algo tierno, de otro modo, tendría un infarto en cualquier momento.

Tampoco se quejó cuando SungHoon posó su mano sobre la palma de la suya. Su preocupación era mucha así que aquel tacto en lugar de ponerlo nervioso lo hizo relajarse.

La diferencia entre sus manos era notoria.

─ Sí algo así. ─ respondió.

─ ¿Cómo un reemplazo?

Jake asintió. SungHoon miro el suelo leves segundos después dibujo una sonrisa en sus labios. La idea perfecta.

─ Bien, dile a tu mamá que ya encontraste al reemplazo perfecto. – se levantó de donde estaba y lo miro.

─ ¿Qué?

SungHoon rio un poco ante la carita confundida de Jake. Tan tierno.

─ Yo iré a cubrir ese chico ¿Está bien? De todos modos, no tendré clases en la academia hasta mañana ¿Es perfecto no? ─ sonrió orgulloso ante su idea.

─ Eh, pero, yo no podría dejar que lo hicieras tú...

Un dedo fue posado en sus labios haciéndolo callar de inmediato. Su pulso aumentó al tener a SungHoon tan, pero tan cerca.

─ Está bien Jakey, somos amigos ¿No? Además, sólo será por esta noche ¿Cierto? ─ Jake asintió. Tomó sus manos. ─ Déjame ayudarte Jakey ¿Sí?

¿Cómo negarse a esa carita y esos ojitos?

─ De acuerdo... ─ respondió.

SungHoon satisfecho tomó su bolso, se despidió y como rutina diaria se subió al auto negro. Su sonrisa no se borró en el transcurso del camino hasta su hogar, podría estar con Jake más tiempo.

El plan perfecto.

⦅♡⦆

Jake tragó un poco al mirar como SungHoon salía del baño, mientras terminaba de ajustarse el uniforme de mesero.

─ ¿Y cómo me veo? ─ dió una vuelta.

─ Uh...te ves bien. ─ respondió con sinceridad.

SungHoon se sonrojo, pero aún así no evitó sonreír tan grande. Luego de eso rio un poco, el pelinegro que estaba sentado en la cama de su habitación sólo lo miro confundido.

─ Ay Jakey, así no se ata una corbata. ─ tomó el pedazo de tela. ─ Descuida he visto cientos de veces a mi madre hacerlo cuando papá sale apresurado y no se lo ata bien.

Deshizo todo lo que los esfuerzos de Jake habían costado. Miro como SungHoon hábilmente con sus delgadas y blancas manos ataba la corbata como todo un experto, admiró el rostro un poco más antes de que éste terminara su trabajo.

─ Y ¡Listo!

Jake se miró en el espejo. Abrió la boca, después de todo sus sospechas eran ciertas, estaba al revés. 

─ ¡Niños! ¡Por favor bajen, es hora! ─ gritó la madre del pelinegro desde la planta baja.

─ ¡Ya vamos mamá! ─ respondió Jake.

Esa noche hubo más personas que de costumbre, quizá era idea suya, pero, la sola presencia de SungHoon hacía que el restaurante tuviera una atmósfera distinta.

Quizá sea por la actitud amigable y dulce de SungHoon al dirigirse a los comensales, pero, el rubio brillaba como nunca. Su sonrisa era la más hermosa obra de arte que él pudo apreciar en vida.

Su ángel es una obra maestra.

No Juzgues A Un Libro Por Su Portada ◇ Jakehoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora