Retrocedí analizando la situación, causando que esos hombres grotescos rieran. Tragué saliva, adivinando que probablemente.. había lucido patético. Me importaba un carajo, no todos los días te perseguía un séquito de bandidos.
Dos de ellos saltaron encima del transporte que usaba para mis entregas de modo sencillo. El último escupió al asfalto, y pateó el metal con fiereza; el que automáticamente se abolló contra una pared. Me lamenté al divisar lo costoso que me saldría repararla. Mi jefe, el señor Oh, se molestaría si le entregaba el vehículo en ese estado, y con suma razón.
'Ey mocoso estamos aqui' gruñó llamandome igual que a un perro; básicamente su dedo del medio e índice apuntaban hacia arriba, instandome a que me acercara. Efectué lo opuesto, las comisuras de su boca se curvaron y preguntó burlesco; 'Ja ¿Asustado?'. "¡Pues claro que lo estoy, estúpido. Pasaron años desde que estuve en una pelea!" reproché internamente, y recuperando la compostura, contesté; 'En tus sueños gorila'. Al parecer el adjetivo antes dicho le molestó bastante, su rostro enrojecio de la rabia, y no vaciló ni un minuto en abalanzarse sobre mi.
Y asi, lo que ninguno de esos bastardos imaginaba, sucedió; dos ganchos que iban directo a mi perfil, tan solo lo rozaron, prosiguió con una patada lateral, la que evadí al agacharme en el piso, y no desaprobechando la oportunidad, barrí mi pierna izquierda en un círculo golpeando su tobillo, ocasionando que se cayera. Se reincorporó mucho más iracundo de lo normal, lanzando ataques al aire, los cuales esquive.
Mi vida dependía de que no me tocara ni una vez, aunque me conformaba con que sean pocas. ¿La razón? Era sabido que si me desplomaba en la superficie, no escatimarian en brutal hostilidad al enfrentarme en masa, sumado a que fácilmente podrían matarme, y sería afortunado si terminará en una cama de hospital.
'No esperaba que el niñato sepa luchar' reconoció uno de ellos, y el de gran fisionomia le respondió 'Eso fue pura suerte' sacó una navaja. 'Dejenmelo a mi' transmitió en voz gruesa, aproximándose paulatinamente, para después gritar y empuñarla en mi persona. Mí tés clara palidecio por temor a que la filosa cuchilla me atravesara, la que evité lo mejor que pudé, y al hallar un punto ciego; hundí mis falanges en los cartilagos centrales de su muñeca, la doble hacia abajo, y estrelle mi rodilla en su abdomen; su cuerpo quedó inmovilizado en la acera.
'¿Que?' les pregunté a sus dos compañeros que entreabrieron la boca. El resto del público que presenciaba el espectáculo adaptó su temperamento violento a uno estupefacto.
'Maldita perra' fulminé al desgraciado, y antes de que refutará su improperio.. ¡Ya que yo no era nada de eso! Quise correr; a los antes mencionados, les arrojaron cadenas, barras de hierro y macanas.
"¡Mierda! ¡Mierda! ¡Soy uno! Contra.. contra.. un grupo de ¡jodidos gángsters armados!". Me encontraba perdido, esos lunáticos me aniquilarian si uno de esos artefactos lograba alcanzarme.—Te haré papilla —emitió ronco al agitar el barrote sobre su palma.
—Uy estoy temblando de miedo —aseguré "sarcasticamente".
—Date por muerto gilipollas —rechinó los dientes y le regalé una sonrisa que desbordaba soberbia, al mismo tiempo que quitaba mi campera, para envolverla en mi antebrazo.
Si mi teoría era correcta, el imbecil sería extremadamente rudo en sus movimientos, generando que su defensa bajara de nivel imprudentemente. ¿Por qué se aquello? Los bravucones principalmente exigen respeto mediante la abusos, añadiendo que la mayoría de ellos carecen de neuronas. Eso los convierte en especímenes perfectos a los incentivos de provocación, ejecución que elaboré hace a penas unos segundos. ¿El resultado? El pelinegro alzó el objeto grisáceo a la altura de mi cabeza, reí a mis adentros por su confianza, a la par que arqueaba mi torso a un costado, envolvía su aprehensión, y giraba rápidamente en mi eje dandole la espalda, procediendo a otorgárle un certero contraataque con mi hombro detrás del codo. 'Crash' se escuchó el sonido de la unión de sus huesos rompiendose, seguido de un estridente grito, lo liberé para cubrir mis orejas.
"¿Sera que me pase?" pensé al vislumbrar su expresión de sufrimiento. "Da igual, no podrá dañar a nadie en una extensa temporada''. Era ilógico sentir pena por un matón, que estuvo a un milímetro de dividirme el cráneo.
'¿Quién sigue?' indagué con un aura oscurecida.
En el fondo de mí alma, no me consideraba una persona valiente, si no una temerosa a la inducción del dolor. Esa aflicción me traía malos recuerdos de mí adolescencia. En otras palabras, no mataría ni a una mosca, más no permitiría que nadie me lastimará, por lo tanto, sería yo quien propinara el primer golpe.El tercer mafioso al percatarse de mis habilidades; les silbó a sus colegas, no se animaba a agredirme uno versus uno. Me palmee la frente mentalmente, quizás no debi exagerar demasiado.
Varios ojos me encasillaban, rodeandome precavidos.
La respuesta a sus interrogantes, precede a que mi padre me obligó a asistir a clases de artes marciales por años, al enterarse que en el colegio sufría de bullying.
Decía que debía convertirme en "hombrecito". En esa época mis protestas eran evidentes, ese deporte en los que se exigía la fuerza física y mental, no eran divertidos, comparados con mís videojuegos y peluche de Mario Bross. ¿Quien diria qué años más tarde ese arduo entrenamiento salvaría mi vida?
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ᴅᴇᴅɪᴄᴀᴅᴏ ᴀ→ppSOPEyNAMJINalvc jinsinloki Paokarl
Gracias por sus bonitas reacciones ♥Hello bellas personitas🤗
Espero que esten bien, y que les haya gustado el capítulo :') Se que aun me falta mejorar, asi que seguire dando mi mejor esfuerzo.Pd: No utilizar las maniobras de SeokJin💁🏻♀️ en sus casas.Ahr mentira, lo pueden hacer, pero tengan en cuenta que deben ser rapidos👀.Las mismas sirven incluso para quitarle una pistola a nuestro agresor.
Pd2: Basado en defensa personal.Bueno..eso fue todo.Bye!
»Ro🦉Fer«
9.07.22
Editado: 21/06/24
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Tu✦Me Perteneces✧
FanfictionJin un joven guapo, enérgico y de corazón bondadoso. Que se encontraba de novio con un chico, de nombre Jang Seun Mí, al que atesoraba y cuidaba con el alma. El siempre había sido el activo en sus relaciones amorosas, nunca imaginó que podrían lle...