Criogenic Chamber [Taekook] [COMPLETA]

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El enorme tanque frente a él burbujeó al ser golpeado varias veces por su puño, en un tacto no tan suave pero tan poco tan fuerte como para hacerle doler la mano.

Suspiró con una mueca que simulaba ser una pequeña sonrisa que no terminaba de estirarse en sus labios, contento pero asustado, una mezcla de emociones que se había acostumbrado a manejar desde la última vez que vio a su cariño con los ojos abiertos.

Remangó su suéter de tortuga hecho de lana, color negro, mientras acomodaba también el armazón de sus lentes negros de vuelta al puente de su nariz, pues se habían resbalado al bajar un poco la cabeza para cerciorarse de que los controles del tanque estaban en perfecto estado.

Las luces de la habitación estaban perfectamente, en el centro de esta un enorme tanque, una cámara llena de agua, los tubos y cables salían de aquí para allá.

Tres años de trabajo desde que jungkook cayó en coma, al fin dando frutos, al fin logrando lo que tanto había estado buscando desde que su cariño cayó en un sueño profundo del que sería muy difícil salir. Del que probablemente no saldría.

No sin su ayuda.

—TaeHyung... ¿Estás seguro de esto? Es peligroso, no... —una voz a sus espaldas dijo.

—Estoy seguro, no te lo vuelvo a repetir.

—Ha pasado mucho tiempo desde que me llamaste para ayudarte, pero esto...

—No voy a cambiar de opinión. —le dijo sin voltear a verlo, mostrándose impasible.

—Entiende, carajo. —la persona se mostró molesta— Es peligroso, si no funciona jungkook morirá definitivamente.

—Jungkook no va a morir, más te vale no volver a repetirlo o me encargaré de que te tragues tus palabras. —murmuró entre dientes, al fin dándose la vuelta para encontrarse con la grande figura detrás de él, mirándolo con una seriedad en los ojos que haría qué cualquiera se sintiera intimidado.

—N-No te reconozco, TaeHyung. Haz cambiado y todo por un simple niñito que no va a desper-... —pero lo que iba a decir se quedó en el aire cuando TaeHyung lo tomó del cuello de su camisa bruscamente.

—No es ningún niñito, es el hombre que amo y por el que estaría dispuesto a dar mi vida. —le gruñó en la cara, viendo cómo el hombre palideció— Y cállate de una vez, me estoy conteniendo para no partirte la cara en este momento.

—Esta bien, pero suéltame.

TaeHyung, refunfuñando, hizo caso y lo soltó de golpe, haciendo al otro tambalearse unos segundos hasta recomponerse.

—Bien. —aquel grande hombre dijo— ¿Cómo piensas sacarlo del hospital?

—De eso me encargo yo. Tú solo tienes que mantener en monitoreo la cámara en lo que yo vuelvo.

—Sigo creyendo que no es una buena idea.

—Te pago para que trabajes para mí, no para hablar.

Hoseok se mantuvo callado al recibir una feroz mirada por el que alguna vez fue su dulce mejor amigo. Realmente no mentía, TaeHyung había cambiado tanto desde que jungkook cayó en coma, no hablaba mucho, no sonreía, siempre estaba molesto o serio, cualquier mínimo comentario le parecía mal.

Y él estaba seguro de que no dormia ni comía adecuadamente por mas que su cuerpo se mantuviera dormido y fuerte.

Lo había visto tener leves mareos de vez en cuando.

No dijo nada cuando lo vió tomar su saco largo y luego salir de ahí, estaba seguro que pronto, iría por jungkook y volvería con él.

Le daba miedo la cantidad de amor que tenía por ese niño, se estaba volviendo loco.

No sabía cómo ayudarlo.