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Vengándome

Los tres amigos pasaron el resto de la semana –en sus ratos libres– perfeccionando aquél plan que llevarían a cabo. Todos esos días la bandeja de mensajes del castaño se llenaba con mensajes de Jungkook, pero sus amigos no lo dejaban contestar.

Entre tanto revuelo, al fin había llegado el tan esperado sábado. Un ansioso Jimin se movía de un lado a otro en la habitación de su moreno amigo.

—Cálmate, Minnie —puso ambas manos en los hombros del mencionado y lo miro a los ojos.

—Quiero que todo salga bien —mordió su pulgar con nerviosismo.

—Ya verás que sí, es un plan de Hobi —sonrió, mostrando sus lindos hoyuelos— Llamaré a mi madre para que termine de arreglar tu cabello y te maquille, ¿está bien?

El bajo asintió y se miró nuevamente en el espejo, llevaba puesto un pantalón de cuero que no dejaba nada a la imaginación, junto con semi top de Gucci y una chaqueta con incrustaciones de diamantes de fantasía en la espalda alta. Se veía realmente bien, solo esperaba no morir de nervios y que todo se fuera a la mierda.

***

A las nueve y cincuenta llegó el peli naranja a buscarlos. Cuando llegaron al bar, entraron por la puerta trasera para pasar desapercibidos y permanecieron en uno de los camerinos. Las manos del castaño sudaban frío, estaba realmente nervioso.

—No sé si pueda hacerlo —pasó sus manos desesperadamente por sus cabellos.

—¡Lo harás genial! —lo ánimo una peli negra, en un hangul ya perfeccionado— Hope me envió videos de tus ensayos y joder, eres espectacular.

—¿Debería ponerme celoso? —preguntó el mencionado desde el umbral de la puerta.

—Para nada, cariño — se acercó y dejó un casto beso en sus labios.

Ambos rieron y se tomaron de la mano, dispuestos a salir de ahí. Pero antes, su mejor amigo habló.

—Es cierto lo que dice, Becky —mencionó— Eres todo un bombón.

Se ganó una nalgada de parte de su ahora novia y se fueron en dirección al bar. Jimin sonrió sonrojado mientras neganba con la cabeza.

El castaño veía las presentaciones desde una TV que había en el camerino. En eso la puerta se abrió y vio unos cabellos platinados asomarse.

—¿Cómo vas? —preguntó, luciendo su castellano con pronunciación casi perfecta.

—Estoy que me cago del puto susto —respondió en el mismo idioma, un poco atropellado. Soltaron una carcajada y siguieron disfrutando del show, hasta que escucharon una particular voz.

Baby mochi —habló desde el escenario— No sé si me estás escuchando, espero que sea así... Porque esta va para tí.

El Farsante - Ozuna, se escuchó por todo el lugar. Jimin trago en secó, jugueteo con sus dedos en señal de nerviosismo. Namjoon lo miraba atento y puso una mano en su hombro en señal de apoyo.

Si todavía me amas como antes
Ya nada me parece interesante
Yo sé que en el amor soy un farsante
Yo sin tí no vuelvo a enamorarme bebé —cantaba con sentimiento a flor de piel.

Cuando terminó, bajó del escenario cabizbajo. Al castaño se le había escapado una que otra lagrima traviesa, pero aún así no cambió de opinión con lo que iba a hacer.

La noche transcurrió con tranquilidad, pasaron otros chicos más hasta que llegó la última actuación. Esta vez, Hoseok fue quien se encargó de presentar a ese participante en particular.

—Y por último, pero no menos importante —mencionó con entusiasmo— Tenemos a un nuevo talento esta noche... Con nosotros ¡baby Mochi!

Jungkook quién estaba en la barra tomando una cerveza, subió su mirada con los ojos abiertos en señal de asombro. Y fue aún más su sorpresa cuando escuchó al castaño cantar: Traicionera - Sebastián Yatra. El contrario lo miró fijamente a los ojos, mientras movía sus caderas al ritmo.

El tatuado se sintió pequeño en su lugar, nadie en su vida lo había intimidado de esa manera. La forma en que Jimin interpretaba y lo miraba con furia lo dejaba sin aliento. Sabía perfectamente que era para él, y ciertamente sabía muy bien que se lo merecía por ser un completo imbécil.

Desde muy pequeño empezó a ser un pica flor, se metía con chicas y chicos sin importar sus sentimientos, jugando con ellos y dejándolos cuando se aburría. Jamás le había gustado alguien y que justamente esa persona estuviera frente a él, mirándolo de esa manera lo desarmaba por completo. La vida siempre te regresa las cosas, esta vez le había dado duro y con todas, aprendió la lección.

Nunca había sentido tan mal y su pecho dolía como nunca. Esa semana había sido una tortura, Jimin no le contestaba y eso lo desesperaba, quería hablar con él, explicarle todo. Decirle que había hecho grandes estragos en su interior y que despertó sentimientos que jamás creyó sentir, que lo perdonará porque no lo quería perder por nada del mundo. Que por él ahora era diferente, que tenía su corazón en sus manos.

Por eso había decidido cantarle nuevamente, pero jamás imaginó que luego de su presentación ese chiquillo de caracter fuerte estaría en el escenario cantándole, dándole su merecido con notorio resentimiento.

Cuando terminó la presentación una ovación de silbidos y aplausos se hicieron presente, todos habían quedado hipnotizados con la voz y baile del chico. El castaño bajó del escenario, el tatuado corrió tras de él, pero gracias a la multitud y que estaba lo suficientemente alcoholizado para tambalearse de un lado a otro, lo perdió de vista.

Volvió a la barra y pidió otro trago, esta serie una noche larga de despecho. Su primera tusa, dentro de un rato pediría al DJ que pusieran la canción para ahogarse como era debido en sus penas.

Amor Al Ritmo Latino - ☆🄺🄾🄾🄺🄼🄸🄽☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora