Amor Al Ritmo Latino - ☆🄺🄾🄾🄺🄼🄸🄽☆

04

Enamorándome

Propuesta indecente - Romeo Santos, empezó a sonar. El castaño se congeló en su lugar, conocía bien esa canción. Además de que su género latino favorito era la bachata. 

La voz del tatuado se escuchaba tan bien en esa melodía, que el bajito se sentía fuera de órbita. Los ojos negros y profundos del que se encontraba cantando se encontraron con los suyos, luego un reflector lo iluminó. 

El de cabellos azules lo llamó tentativamente y Jimin no supo cómo, ni cuándo pero ya se encontraba frente al escenario. 

—Una aventura es más divertida
Si huele a peligro —le extendió su mano y el castaño la tomó. 

De un tirón lo subió al escenario y con una de sus fuertes manos tomó su cintura, mientras la otra seguía sosteniendo el micrófono. 

—Si te invitó una copa y me acercó a tu boca 
Si te robo un besito, a ver, ¿te enojas conmigo? —el tatuado afianzó su agarre y pegó aún más el pequeño cuerpo del castaño al suyo. 

Empezaron a moverse al ritmo, Jungkook se sorprendió de lo bien que el chico entre sus brazos bailaba bachata. Tenía que admitir que desde que vio sus fotos por Instagram lo había cautivado, atrayendolo por completo al ser tan pequeño y delicado. No negaría que en un principio solo quería jugar un poco con él, antes que todo era tan hermoso que lo tentaba de mil y un maneras. 

Pero luego de hablar con él, conocerlo un poco más y darse cuenta de la bonita personalidad que poseía, dejó eso de lado. Por esa razón quiso conocerlo en persona e invitarlo al bar era la mejor opción. Tal vez era un poco –demasiado– atrevido de su parte cantarle esa canción y tomarlo tan posesivamente como lo estaba haciendo. Pero ahí estaban, moviéndose sensualmente y disfrutando de la cercanía del otro. 

Al terminar sus rostros quedaron a centímetros, sus alientos se mezclaban y Jungkook no pudo evitar ver esos hermosos y llamativos labios rosados, tentandolo a probarlos. Si no hubiese sido por la ovación del público no sale de su ensoñación y sube su mirada, el bajito estaba completamente sonrojado. Con una gran sonrisa le extendió su mano, el contrario sin dudarlo la tomó y bajaron del escenario. 

—¡Eso fue genial, bro! —un peli menta palmeo la espalda del más alto. 

—Gracias, bro —sonrió con una inigualable sonrisa de conejo que hizo que el castaño quedará hipnotizado— Suga quiero presentarte a Jimin, mejor conocido como baby Mochi. Jimin él es Suga, DJ y traductor, en algunas ocasiones. 

—Mucho gusto —dijo el castaño de forma tímida.

—El gusto es mío —sonrió mostrando unas rosadas encías y sonrisa de gomita— He escuchado mucho sobre tí. 

El pálido recibió un codazo y soltó una corta risa, luego simplemente se retiró. Después la noche continuó con tranquilidad; bailaron, bebieron y se divirtieron hasta más no poder. 

—Yo solo quiero darte un beso —cantaba en un susurró el peli azul mientras bailaban suavemente con el bajito. Por un momento sus ojos bajaron a sus pomposos labios por segunda vez en la noche, esos que tanto lo tentaban y no pudo negar lo que acababa de pronunciar.

Estos estaban cubiertos por una ligera capa de gloss que los hacía ver aún más apetecibles. Por un momento subió su mirada a los ojos avellanas del chico que tenía entre sus brazos, estos también miraban sus labios, así que sin poder controlar el impulso, hizo eso que tanto había deseando.

El más bajo lo recibió con mucho gusto, el beso era lento y pausado. Ambos disfrutaban del sabor a alcohol de los labios contrarios, succionando, mordiendo y chupando con fervor, deleitandose con la calidad bucal contraria, sus lenguas no se hicieron esperar y se unieron jugueteando entre sí.  Luego de varios minutos en los cuales se negaban a separarse, todo se volvió más caliente y necesitado, unas traviesas manos hicieron presencia y empezaron a acariciar las redondas y voluminosas nalgas del más bajo, el suave contracto lo hizo jadear inconcientemente.