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Cantándome

Al día siguiente, en las horas del desayuno al castaño le llegó una solicitud de mensaje por Instagram, curioso entró al perfil. Cuándo descubrió que era nada más y nada menos que el mismísimo JK, el cual tenía su corazón palpitando constantemente –y en ocasiones, otra cosa– Gritó tan fuerte que su madre le reprendió, así que corrió a su habitación y con dedos temblorosos, le contestó.

Luego de aquello se dieron cuenta de que tenían algunas cosa en común y llevaron bastante bien al instante, así que desde aquél día siguieron hablando diariamente, creando un vínculo entre ambos.

—Esto es irreal —mencionó por milésima vez en el día. 

Sus amigos bufaron nuevamente y siguieron con su camino, dejando al castaño ido es sus pensamientos. Éste al levantar la vista y ver que ambos estaban a varios metros lejos de él, corrió en su dirección. 

—¡Coman mucha mierda, pedazo de falsos! —les gritó al llegar donde estaban, no tan alto para que nadie más le escuchará—  Se supone son mis mejores amigos, así que van a dejar de ser tan hincha pelotas y me escucharán cuantas putas veces me de la gana. 

—Mira nada más —el de cabellos plateados soltó indignado y lo miró de arriba a abajo— A mi me respetas, mocoso. 

—Bla, bla —rodó los ojos— Tú fuiste quien me ignoró primero, no tienes derecho a exigir nada. 

Hoseok, quien miraba divertido la situación no pudo evitar reír. 

—¿De qué cojones te ríes? —dijeron al unísono. 

—Nada, nada —levantó sus manos en acto de rendición— Ustedes son tan para cual. 

Jimin bufó cruzándose de brazos e hizo un pronunciado puchero, luego suspiro y movió sus pies en círculos en señal de molestia, le dolían. El moreno en todo ese tiempo no apartó su mirada del pequeño, ahora sonreía enternecido 

—Ven —le ofreció su espalda— Hoy estuviste practicando demasiado, debes estar cansado. 

—¡Gracias, hyung! —chilló agradecido y se subió en el mayor. 

—¿Ahora sí soy tu hyung? —lo sacudió sobre de sí. 

—Son unos bipolares —el peli naranja los juzgaba con la mirada— Siempre pelean para terminar haciendo lo mismo, par de pendejos.

El castaño soltó una risita y eso hizo sonreír a los mayores. Para ellos él seguía siendo su mimado y pequeño Minnie, al cual adoraban y protegían.

—Entonces, como les decía —continuó, ya estando a pocas cuadras de su casa— Todavía no tengo ni la remota idea de cómo consiguió mi cuenta —frunció el ceño pensativo— Es que, el user que tengo en la plataforma del bar es baby Mochi y en ig es mi nombre real.

—¿Baby mochi? —preguntaron al unísono los otros dos, con algo de sorna en su voz. Ya se habían rendido y escuchaban atentamente al más bajo parlotear sin parar. 

—S-sí —respondió sonrojado.

Sin darse cuenta había abierto su bocota y revelando su "apodo secreto", que vergüenza. Continuó rápidamente para que no le empezarán a molestar más sobre el tema.

—Total, es que, ¿si entienden a lo que voy? No hay manera de que lo consiguiera fácilmente.

—Sí —respondieron al unísono. 

Jimin bajo de la espalda de moreno y sacó las llaves de su bolsillo, se acercó a la puerta de su hogar con ambos mayores detrás. 

—No me he atrevido a preguntarle... —no pudo terminar de hablar porque le interrumpieron.

Amor Al Ritmo Latino - ☆🄺🄾🄾🄺🄼🄸🄽☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora