Cartas Para Mikasa [Mikasa Y Tú] Terminada ✔️

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  𝓶𝓲𝓴𝓪𝓼𝓪
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Querida Mikasa:

Hace tiempo que ya no escribo tantas cartas como lo hacía antes, te preguntarás ¿por qué te cuento casi todo en estas cartas? No es algo nuevo, de hecho, lo hago desde siempre; le escribo cartas a mamá, nunca la conocí, y ella a mi, pero me siento bien escribiéndole. A veces le escribo a Levi, le escribo a La profesora Zoé y algo profesor Smith, a Jean, a Marco, a Armin, a mi misma y a tí.

Hace mucho que no le escribo a las demás personas, y solo te escribo a ti, planeo decirte todo lo que siento por ti, y darte estas cartas, no se por qué, pero algo me dice que tengo que hacerlo, y le haré caso a mi intuición, porque mi intuición nunca me falla.

Siempre tuya, ________

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- ¿Armin? - dije a mis interiores, me encontraba dando una vuelta por un parque cerca de un montón de restaurantes de comida china, el barrio chino estaba muy cerca. Me gustaba salir a las calles de Japón cuando me sentía triste.

Aquel muchacho de complexión delgada, de lentes, de cabello rubio, esa bicicletas con el aciento que había hecho especialmente para llevarme a mi, ese andar. Armin.
Hace tiempo que quería hablar con él, así que corri hacia él.

- Armin - toque su hombro, dio un saltito en su lugar, asustado por el toque repentino. Volteo su rostro, sus ojos azules como el mar, algo diferente tenía, un corte de cabello distinto.

- _______ - me nombró.

- Oye, tonto, me preocupe por ti todas estas semanas ¿Por qué me evitas? ¿Eh? - mi voz sonaba entré un enojo que se quería convertir en tristeza. Que se manifestaba en un temblor en mi voz a la hora de hablar. Algo que odiaba porque me sentía débil.

- Lo siento, no fue mi intención preocuparte o hacerte sentir mal - aún con las manos en el volante de la bicicleta, desvió su mirada de la mía.

- Armin, de verdad siento mucho lo que dijo Mikasa.

- Está bien, tu no tienes nada que ver en eso. Eso es lo que piensa ella... O ¿acaso tú piensas lo mismo que ella? - los ojos de Armin me dieron terror por un momento, era muy bueno para sacarle la verdad a las personas. Un buen manipilador.

- Tranquilo, no es así... - le golpie el hombro

- Ay - se quejo.

- Te lo mereces, me sentí muy mal durante todo ese tiempo, mal por tí.

- No te preocupes, ya estoy mejor. Me alegra volver a hablar contigo - le sonreí - ¿Quieres dar un paseo? Si tienes tiempo, claro.

- Demos un paseo - le sonreí.

Mientras caminábamos los dos juntos, acompañados de la bicicleta que llevaba, platicábamos sobre lo último que estaba pasando en nuestras vidas. Se ofreció a llevarme hasta mi casa, ya que llevaba su bicicleta, acepté, sabía que poco a poco debería abrirme más hacia las perosonas. Armin era muy especial para mí, así que acepte que me llevará hasta casa. Pero tal vez esa fue la peor desición que pude tomar ese día.