Tras la muerte de Gowasu, Zamasu finalmente fue ascendido a Supremo del Universo 10. Los años pasaron, la particular relación entre Zamasu y aquella criatura mitad Sayayin, mitad humana cada vez se afianzaba más.
Sin embargo, como Gowasu predijo en...
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—Estoy preocupado .— Confesó finalmente el príncipe de los sayayines. Desde que habían regresado abruptamente a la Tierra, su mente no podía apartar las imágenes del rostro de aquella misteriosa shin - jin. Vegeta continuó dando vueltas en el interior de la cámara de gravedad mientras llevaba una de sus manos al rostro a modo de resignación.
—Yo también lo estoy .— Suspiró ahora su compañero de batallas, quién yacía sentado en el suelo .—No me gustó nada el ki que transmitía aquella mujer.
— ¿Quién sería? .— La mente de Vegeta era un mar de dudas. Quería y deseaba llegar a una conclusión rápida, pero todo aquel asunto de Zamasu y el futuro era más complejo desde lo que parecía en un primer momento.
— ¿Qué crees que debamos hacer? ¿Y si esa mujer comenta algo a Zamasu? .— Se levantó de un salto mientras se acercaba con las manos en sus caderas a su compañero mayor .— Creo que debemos comentarle acerca de lo sucedido a Shin .— Hizo una pequeña pausa.— Al caso, igual él puede decirnos de quién se trata y si realmente __ corre peligro por habernos ayudado.
Vegeta meditó las palabras de su compañero durante unos segundos, para, posteriormente dirigir su mirada hacia el pelos de palmera.— Creo que es lo mejor que podemos hacer en estos momentos.
Goku simplemente asintió con su cabeza. Colocó sus dedos en la frente y trató de localizar el ki del shin - jin morado .— Se encuentra en el planeta de Bills.— Aquel dato captó la atención del príncipe.— Vamos Vegeta, no hay tiempo que perder.
El de gi naranja extendió su mano, listo para hacer la tele - transportación. Sabía que su compañero odiaba tener que hacer ese tipo de gestos, pero no había más opción. Vegeta lo sabía, por lo que simplemente bufó desganado para agarrar la mano de su compañero sin desviar su mirada hacia él.
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La joven sayayin se encontraba en su cuarto, esperando el regreso de Zamasu para comunicarle aquella maravillosa noticia. __ se hallaba en un manojo de nervios. ¡Aquello por lo que ambos siempre habían luchado por fin parecía hacerse real! Si bien es cierto que en su interior también recorría cierta angustia por el bienestar de aquel bebé. ¡Había escuchado tantas historias acerca de los monstruos que nacían de la unión de un shin - jin con otra especie que cierto miedo nublaba su felicidad!
