3. Espuma.

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Los rayos de Sol que se colaban por los cristales de las ventanas comenzaban a ser bastantes molestos

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Los rayos de Sol que se colaban por los cristales de las ventanas comenzaban a ser bastantes molestos. Zamasu frunció su ceño dormido. Había tenido una placentera noche de sexo con su humana, y decidió quedarse un rato más en la cama. Movió levemente su brazo para notar que estaba abrazando el cuerpo desnudo de __. La cabeza de la mencionada descansaba plácidamente sobre su pecho, la cual se movía con sus respiraciones.

Desganado por el calor que se estaba acumulando en su cara, decidió entreabrir no sin pereza sus ojos. Lanzó un gran suspiro para, proseguir a estirar delicadamente su cuerpo. No quería despertarla. Dirigió sus plateados ojos hacia ella para ver que ni siquiera se había inmutado. Sonrió ante ello. ¡Podría jurarse que __ parecía un angelito! La veía tan indefensa, tan suya... que no imaginaba lo que sentiría si la separaran de su lado.

¡Y Zamasu era muy feliz en aquel momento! ¡__ confiaba en él por encima de todas las cosas! Parecía que los errores que ella había cometido en el pasado, aquellos por los que él tanto había sufrido, iban a tener un buen fin.

No obstante su felicidad duró muy poco.

Pronto, su cuerpo se tensó, sus pelos se erizaron y un escalofrío recorría su cuerpo. Sus ojos se abrieron, estaban brillantes. Su corazón comenzó a palpitar descontrolado, su genio crecía por momentos.

Había presenciado el ki de Son Goku, Vegeta y Shin en aquel lugar. ¡¿Cómo se atrevían a pisar su Templo después de todo lo sucedido?! ¿Sería posible que ya no tuvieran miedo a sus amenazas? ¡El shin - jin no podía soportar la simple idea de que ya no imponía respeto!

Trató de levantarse para vestirse y salir a enfrentarlos, no quería que __ se despertara, pero en aquel instante, la suerte le abandonaba .— Uh, ¿Zamas, que hora es? .— Preguntó risueña.

— Es pronto, vuelve a dormir .— Espetó seco, mientras terminaba de colocar su camisa morada .— Yo voy a resolver unos pequeños asuntos .— Se giró para darle una sonrisa torcida.

Se había adelantado a su pregunta. __ le miró fijamente durante unos segundos. Aquello le inquietó. Posteriormente le dedicó una de sus hermosas sonrisas. Zamasu había quedado estático por ser su reacción .— Creo que aprovecharé para darme un baño .— Musitó finalmente mientras bostezaba.

— ¿De esos con espuma y relajantes como a tí te gustan? .— Zamasu se acercó a __ para depositar un pequeño beso en sus labios. Ambos chocaron sus dientes, provocando una estruendosa risa.

— Tengo que irme .— Volvió a incorporarse, para terminar de alisar su negra túnica. Se giró para emprender camino hacia las afueras del Templo, y resolver aquel conflicto de una vez por todas. Abrió la puerta de la habitación, cuando se detuvo estáticamente.

— Zamasu, te quiero .— Aquellas palabras le hacían sentirse en ocasiones, el peor ser vivo. Odiaba mentirla y ocultarla las cosas, pero sabía que no había otra forma de hacerlo. Se giró sobre sí mismo para verla incorporada en la cama, sonrojada, y con la sábana cubriendo su cuerpo.

LA JUSTICIA DE ZAMASU (Zamasu, Goku y tú) Tomo II.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora