El mayor miedo de Sally era no ser aceptada por sus compañeros de escuela, tenía un gran terror al rechazo, por eso cuando su padre le dio la noticia de que se irían a vivir a un pequeño pueblo llamado Hawkins lo primero que hizo fue tomar clases de gimnasia, a las que le dedicaba gran parte de su día, pues sabía que ser animadora le abriría muchas puertas, especialmente en pueblos pequeños.
Se había teñido el cabello de rubio y en menos de un mes bajo de peso para cumplir con la imagen de la chica linda que solía ver en las series de televisión.
Sally vivía en Chicago, y si bien amaba su ciudad natal siempre pensó que un cambio de aires podría servirle.
Pero Hawkins no era lo que había pensado, al llegar su primer pensamiento es que era un pueblo aburrido donde no pasaba nada interesante, las calles estaban llenas de niños en bicicletas, ancianos jugando ajedrez en la plaza pública, todo a su alrededor parecía bastante extraño.
La escuela por el contrario era diferente para ella, los chicos al menos parecían normales, lo primero que vio al ingresar fue el enorme cartel color verde que decía HAWKINS HIGH SCHOOL, HOME OF THE TIGERS, todos pasaban de un lado a otro ignorándola por completo, muy diferente a la escena que se había creado en su mente, donde todos quedaban admirados por la chica nueva
—Hola, disculpa estoy buscando el aula 23
La mujer en la ventanilla la observa mientras se termina su café, luego le da las indicaciones por donde puede llegar, Sally camina por los pasillos pero al final termina perdiéndose.
—Demonios
—¿Todo bien?
Sally observa al chico frente a ella, parece algo desaliñado para su gusto, no le parece un chico feo, pero piensa que necesita un corte de cabello con urgencia.
—Sí, solo que estoy perdida, busco el aula 23
—¿Perdida en una escuela pequeña?
—No es pequeña
—Bueno, casualmente voy hacia allá, puedes seguirme si quieres
Sally asiente y sigue los pasos del chico, no le agrada su ropa, parece uno de esos chicos punks que veía en las noticias causando desastres en las plazas públicas.
—¿Qué significa Hellfire Club? ¿Es una especie de club?
—Algo así
Antes de llegar al salón de clase las personas en los pasillos comienzan a gritar de emoción, Sally no tenía la menor idea de lo que sucedía a su alrededor, pudo notar que el chico que la guiaba a su salón de clases, se quedó de pie observando al grupo de jóvenes que pasaban por el pasillo con uniformes deportivos.
Sally hizo lo mismo, aunque al contrario del chico que observaba a la porrista pelirroja, ella no podía dejar de ver al chico rubio que iba caminando en el centro. Era completamente el tipo de chico que a Sally le encantaba, jamás había conocido a alguien tan atractivo, había algo en él además de su belleza obvia que llamo su atención y en ese momento supo que él era el chico con el que quería pasar el resto de su vida.
—Bueno, el aula 23 es esa de allá
No presto atención, seguía perdida en sus pensamientos, el chico rubio desaparece de su vista junto con el resto de sus amigos.
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La clase de historia le pareció aburrida, nunca le gusto esa materia pues sentía que de nada le servía aprender hechos pasados del mundo, no podía dejar de pensar en el chico rubio, después de hacer sus investigaciones fue fácil dar con su nombre, Jason Carver, el capitán del equipo de Basquetbol.
Sally comienza a dibujar en su cuaderno el vestido de novia que usaría en su boda con Jason, no le importa en lo absoluto la clase, para su fortuna nadie, ni la profesora se percataron de ello, la chica analiza a sus compañeros, ninguno era la mitad de guapo que Jason, aunque no le importaba pues ya tenía los ojos puestos en el joven basquetbolista, el problema para ella es que la porrista pelirroja parecía su novia, pues ambos iban tomados de la mano.
Al termino de la clase, Sally corrió al baño de mujeres con la esperanza de encontrarse con Jason, pero no lo vio por los pasillos, luego al observar un tablero de noticias, mira con curiosidad el anuncio SE BUSCA ANIMADORA. Y entonces su mente comenzó a trabajar para cumplir con su objetivo.
