9. Miércoles. Intimidad.

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—Trotsky murió en México en 1940.

Lalisa asintió sonriendo y dándole vuelta a la hoja del libro mientras jugaba con sus pies. Esta vez no nos quédamos en la biblioteca, habíamos venido directo a su casa y estábamos acostados en su cama.

—Siguiente pregunta, ¿Dictador y máximo exponente del  comunismo en la URSS conocido también como el "enano sádico"?

—¿Lenin?— Mi respuesta pareció más una pregunta, él negó.

—¿Quién ganó el premio nobel de la paz pero fue criticado en su país por la desarmamentisación de las bombas nucleares?

—Stalin.

Lalisa golpeó su rostro contra el libro una y otra vez, se notaba frustrada y harta de mis malas respuestas. Que conste que le advertí que era mala con la historia.

—¿Países que actualmente se rigen por el sistema comunista?— Diablos, definitivamente estaba desesperándolo, ok Jennie piensa antes de decir cualquier estupidez desgraciadamente sólo recuerdo China.

—China y ...— Me miró con una ceja alzada animándome a contestar. —Venezuela.

—¡Ahhhhh Kim Jennie!, ¡No estás poniéndome atención!— Lo intentaba, juro que lo intentaba. —¡Cuba!, ¡Cuba!, !Entiendes C-U-B-A!

Me encogí de hombros, sólo esperaba que Rosé consiguiera las respuestas de los exámenes o estaba jodida.

—¿Quiénes eran los Mencheviques y quienes los Bolcheviques?

—Eso ya me lo habías preguntado— me quejé haciendo un puchero que ella miró atentamente, oh mierda, estaba mirándome y no es como si nunca nadie lo hubiera hecho pero esto era un avance muy grande.

A ella le gustaba mi puchero.

Movió su cabeza de un lado a otro. —Pero fallaste– dijo finalmente.

—Los Mencheviques eran la clase alta, burguesía y los bolcheviques el proletariado.

—Bueno al menos sé que ya dominas la revolución civil– cerró el libro. —Me duele la cabeza ahora, tomemos un descanso por favor.

—Claro.

—Iré por una soda quieres algo de la tienda.

—Puedes conseguirme un cerebro con la capacidad de retener información.

Lalisa sonrió y me lanzó una almohada.

—Te acompaño, quiero unas papitas.

Compramos un montón de frituras, Lalisa había decidido ver un documental de Stalin y las necesitaba para no quedarme dormido.

Tomó la computadora y la colocó en medió de la cama yo me acomodé a su lado cuando el documental  empezó a reproducirse.

Lalisa me explicaba algunas cosas extras dependiendo de la información que iba mostrando el vídeo.

De nuevo otro comercial interrumpió el video.

Maldita publicidad, ya había visto como cinco videos de shampoo.

Pero este fue diferente haciendo que el rostro de Lalisa se calentara.

Era de dildos.

—¿Cuáles son tus preferidos?– pregunté tanteando el terreno, tenía que aprovechar esta oportunidad para saber un poco más de ella y confirmar que era virgen. —Los grandes son buenos cuando no eres virgen.

Quise reírme al ver su cara confusa.

—¿Estás burlándote de mí?— frunció el entrecejo.

Joder no sabía por qué pero era obvió que la había cagado.

—No para nada— negué. —Es sólo que quería saber.

Ella miró a otro lado haciendo un puchero.

—Nadie se me había acercado tanto hasta ahora además de Jisoo.

—Entiendo– dije comprensiva, aunque ya lo sabía. —Entonces... ¿Nunca has tenido sexo con alguien?

Ella negó. —¿Qué dices de los besos?

Ocultó su rostro en una almohada y negó.

Y esos eran los momentos en que no podía apartar la mirada de ella, era jodidamente linda.

—¿Y no quieres saber?

Ella me miró frunciendo el entrecejo y asintió.

—Podría ayudarte sabes.

—Pero... somos mujeres.

—Ya hablamos de esto Lalisa, olvida los estereotipos. Puedo ayudarte para que cuando lo hagas con el chico que te guste no lo arruines, besar puede ser algo difícil.

Se relamió los labios y asintió.

Si esto no era suerte, no se que era.

sólo una semana (Jenlisa) (Adaptación) (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora