Los escritos de nadie

11 de junio

No puedo dormir
Hoy es uno de esos días donde mi mente no se calla
Y todo me parece confuso
El día de ayer irreal
El día de hoy, absurdo

Si les contara todo lo que pasa por mi cabeza... Son demasiados pensamientos arremolinados queriendo salir todos al mismo tiempo. Vamos por partes.
¿Por dónde empiezo?

Para no contar toda mi vida voy a comenzar por el comienzo de mi tercera nueva vida. La vida que tengo ahora, la vida que me toca vivir, aunque no quiera.

Hace poco leí que no era el lugar, sino la actitud lo que hacía que fuéramos felices y creo que es así, pero para mí es y fue difícil volver al lugar donde nunca me sentí feliz.

Hace un año y seis meses me mudé de casa. Me fui huyendo de todo lo que me estaba pasando aquí, de mi familia, de mi trabajo, de mis amigos y del que era mi pareja en ese entonces. Creo quizá, me fui huyendo de mí.

Hace seis meses regresé aquí. Por estudio, por nada más y a veces creo que fue un error. Yo estaba bien allá, había madurado, había aprendido a vivir sola con mis demonios, había aceptado y había perdonado. Estaba empezando a notar lo que realmente era imprescindible para mí. Regresé.

Me tuve que devolver a la casa de mis padres, tuve que renunciar al trabajo que me gustaba, al lugar que me había abierto los ojos a un mundo muy distinto al que yo estaba acostumbrada, incluso tuve que renunciar a mis amigos que llegué a considerar familia y al hombre con el que estaba saliendo... Por venir aquí.

¿Por qué regresé si todo era perfecto?
Bueno, en su momento, no era tan perfecto. Dentro de toda la fantasía del lugar, habíamos caminos en los que yo sabía que si no me cuidaba me podía perder. Todos los placeres de la vida estaban al alcance de la mano y los vicios eran fáciles de adquirir, difíciles de dejar. Sabía que si me quedaba, me iba a dejar ir. Sabía que si me quedaba, mi vida se hubiese estancado en una zona de comfort y de allí, no iba a poder salir si pasaba más tiempo.

Me fui. Llené todos los papeles para volver a entrar a la universidad y aquí estoy, estudiando un máster. Sin embargo ya nada de esto me hace feliz y extraño mi lugar allá.

Me dio una pequeña depresión, por un proceso de duelo por perder mi lugar especial. Y ahora estoy aquí, tratando de unir todas las piezas para seguirme repitiendome porqué volví. Estoy tratando de reconstruirme... Otra vez y por segunda vez, solo que en el lugar que nunca me hallé.

Estoy en la universidad y me va bien. He conocido gente... No tan interesante como la gente de la costa, pero gente al fin. Gente más ilustrada, pero solo eso.
Se me han abierto muchas puertas, incluso la oportunidad de hacer una pasantía en Alemania, eso sí, yo tengo que pagar hasta el último Colón.

No me siento feliz. No me siento feliz con la Maestría, la noticia de Alemania no me hizo feliz, estar aquí no es del todo mi agrado, pero ya soy adulta y debo responsabilizarme por mis decisiones. Si renuncié a todo por estudiar de nuevo, lo mínimo que me puedo devolver a mí misma es ese título. Aunque... ¿Es así?

Me encanta mi proyecto de tesis, pero mi tutor... Es un ser al que no le importo yo ni como estudiante, ni como persona. Sabe que yo renuncié a trabajar a tiempo completo por estudiar y que necesito ayuda económica para poder seguir.

No me consiguió las horas asistente a tiempo y ahora tengo que pagar la U, no me ha ayudado a conseguir el financiamiento para Alemania y quiere que yo me mantenga 4 meses allá de mi bolsillo... Sin un trabajo ahora que me permita ahorrar.
Me hizo llenar el sistema de adscripción de proyectos de la U, trabajo que le toca a él y sin eso, mi proyecto que son dos objetivos del proyecto grande con montones de objetivos de él, no va a tener financiamiento.

Claramente, el proyecto es insostenible. No tengo fondos, se mire por donde se mire. Y él todo lo que ha hecho es aprovecharse de las ilusiones y aspiraciones de una pobre estudiante. Sueños de querer superarse, sueños de ser alguien en la vida, de cumplir metas como estudiar en el extranjero...

Nada de esto se siente bien y sentir que me usa y me manipula solo empeora la situación. Así que decidí cambiar de tutor. Porque él no es ético conmigo, porque no me ha ayudado en absolutamente nada. No es justo. Un amigo me dijo que la gente tiene que sufrir, pero solo lo necesario.

Yo ya sufrí demasiado antes de que me fuera de aquí la primera vez y no quiero sufrir más. Tengo un préstamo de estudio, con el que estudié hasta mi licenciatura y no quiero sacar otro más, para pagar un viaje y cumplir con el trabajo de otro. El que nisiquiera me incluirá en el trabajo final.

Para terminar este drama... Ya había tomado la decisión de cambiar de tutor y hoy me llegó un correo de Alemania... Y crece mi tensión.
Tengo mucho miedo...

Si se me cierran las puertas, si hablarán mal de mí en Alemania por dejar este proyecto botado, si mi tutor me hará la vida imposible en otros cursos, si hablará mal de mí con otros profesores ¿Qué me dirá? ¿Me tratará de irresponsable y malagradecida? Será todo eso manipulación, lo sé... Pero no puedo evitar pensar en ello.

Aún estoy a tiempo de cambiar y movilizarme, aunque ya escribí el primer avance de tesis y ya lo entregué. Y ahí me abarcan otras preguntas...
¿Me aceptará la persona que quiero que sea mi nuevo tutor? ¿Me dejará a mi merced? ¿Se llevará una mala impresión de mí? ¿No le gustará la historia que le tengo que contar? ¿Me va a entender?

Hoy no puedo dormir. No puedo dejar de pensar en todo esto. Necesito un consejo, necesito que una mano se extienda y me diga que me va a guiar en este proceso. Necesito a alguien que me motive a seguir con mis aspiraciones, porque veo el camino gris. Más que un tutor, deseo un mentor. Alguien que me enseñe y me devuelva la pasión por lo que estudié y me de un poco de felicidad el volver a estar aquí... Un sentido, un propósito.

Sé que esto último no lo consigo con un tutor, pero necesito sentirme motivada y no usada para poder hacer más ameno esto. Universo... Por favor, ayúdame.