Capítulo IV.
Mis pupilas estaban muy dilatadas por el nivel de alcohol en mi cuerpo. Quizás algunos tragos que tomé estuvieron adulterados con alguna droga. Veía todo moverse a mi alrededor, escuchaba la música al fondo de la mansión y a todos los chicos corriendo hacia el frente.
Mi cuerpo reaccionaba y luego no, era algo raro lo que sentía.
– ¡Chris! – Solo era el nombre que gritaban y mis lágrimas no paraban de salir.
– ¡No! – Fue el grito más doloroso que había sentido en toda mi vida, literalmente así lo era.
Caminé hasta el frente de la mansión sin decir ni una palabra, sin alguna expresión en la cara, simplemente mi mente estaba en blanco. El grito de lamento, de alma destrozada, provenía de Rodrigo al ver a Chris postrada en el suelo con una herida de bala mortal en la cervical. Intenté consolarlo con un abrazo y solo me empujó lejos de él con su brazo. Él estaba ahí arrodillado queriendo abrazarla, pero no podía tocarla.
Nuestro cuerpo al tener emociones encontradas por sucesos que acontecen o otros por bipolaridad, expulsa especie de un aura que contagia al resto.
Rodrigo y su llanto hacia que todas esa personas que fueron parte de la vida de Chris se desmoronaran tanto, hasta el punto de no poder dejar de llorar, temblar o simplemente quedarse en blanco.
Después de unos minutos llegaron dos carros de la policía y una ambulancia, ya eran las cuatro de la madrugada.
Yo me encontraba entre los brazos de Julia y Manoel, quienes me abrazaron y me calmaban con sus palabras.
Rodrigo al ver el cuerpo de Chris en la camilla, se acercó y le pidió al para-médico que le diera un momento con su prima. Removieron la sábana un momento y Rodrigo se acercó a darle un beso en la mejilla y tomó sus lentes, para lo que parecía ser, tener un recuerdo de ella.
– ¿Qué fue lo que pasó? – Me preguntó Julia.
– En... En el departamento te explico – Respondí.
– Solo quiero descansar – Agregué, mientras mis lágrimas salían.
La mirada de Rodrigo me transmitía reselo, podía ser por haberla dejado sola. Luego algo noté en él. Era curioso observarlo detalladamente en un momento como ese y darme cuenta que sus zapatos estaban cubiertos de lodo, sabiendo que en la zona trasera de la mansión no hay zonas de tierra húmeda, solo podría haber en los costados de la mansión, dónde yacen los árboles de pino y los pequeños arbustos, donde vi pasar la figura enmascarada.
Era raro, pero también era una acusación muy fuerte de mi parte. La ambulancia se marchó, pero los policías quedaron preguntando que era lo que había pasado a los Lancaster. Tuve tiempo hace unos minutos atrás, para contarle a Tylor lo que había pasado. Ellos pudieron contarle todos los detalles al cuerpo de seguridad y montaron cargos, para la búsqueda del asesino de Chris.
Después de unos minutos, vi varios de los alumnos marcharse y en la entrada a Paula, quien veía a todos lados, como si buscara a alguien o algo. Por detrás de ella luego apareció su novio tomándola de los hombros y asustándola, cuya broma no era graciosa para ella, lo pude notar por su cara de rabia. Creía saber la razón, ya que en toda la fiesta los veía juntos solo pequeños momentos y luego él desaparecía la mayoría del tiempo.
Cuando caminaban a su auto, pasaron frente a nosotros y noté el lodo en los zapatos de Fabián.
– ¿Qué demonios pasa? – Me pregunté en voz baja, pero Manoel pudo escucharme.
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DAYANNA © [ Dark 1.0 ]
Misteri / ThrillerEl Instituto Lombardo, lleno de oportunidades que estuvieron abiertas para muchos de nosotros los que decidimos empezar en el sueño de ser Diseñadores de Moda o Modelos de las mejores piezas creadas por los mejores Diseñadores de Italia. Lo que no...