DAYANNA © [ Dark 1.0 ]

Capítulo XVI.

Capítulo XVI.

   Había mucho pánico entre todos los que nos encontrábamos en ese gran salón, donde hubo anteriormente el intento de asesinato hacia Paula.

   Me llamo, Sebastian.

   El que a pesar de todas las cosas que pasan, estará allí para ayudar y apoyar, o el que simplemente hará lo imposible para que esa persona que me necesita tenga lo que de verdad merezca.

   He tomado malas decisiones en esta vida, pero me he dado la tarea de enmendar lo que provoqué mediante esas malas acciones. Me enamoré de una persona que anteriormente siempre había estado para mí en todas las ocasiones, y que por mi culpa eso se fue alejando, hasta el punto de dañarle el corazón en lo sentimental con mi falta de empatía y mi falta de atención a lo que teníamos.

   Luego de eso, una persona sanó lo que yo había destruido por un momento efímero y eso me había calmado.

    Estoy aquí ahora. Estoy aquí para ser lo que antes no pude lograr.

    – ¿Qué pasa? – Me preguntó Manoel al verme en uno de los asientos del gran salón.

   Mis brazos cruzados, mi ceño fruncido y mi pierna inquieta, daban a demostrar que estaba algo enfurecido, pero en realidad esa es mi cara de pensar. Si, era completamente extraño.

   – Nada, no pasa nada – Respondí al levantarme y acomodar un poco mi camiseta.

   Todos los chicos estaban muy inquietos. Todo se sentía de una manera rara. Desde que llegué ha sido una situación tras otra, en la que estaba involucrado un tipo de psicópata, y lo extraño ya no era tanto eso, sino el hecho de que ninguna autoridad tomara cartas en el asunto y de una vez cerrara el Instituto, que desde el inicio ha sido el núcleo de los problema.

   << Núcleo >> Pensé.

   – Todo empezó desde que llegaron al Instituto – Le dije a Manoel, pero en realidad era una pregunta, aunque yo tenía la respuesta. De alguna manera estaba hablando conmigo mismo.

   – Si – Respondió él.

   Volteé y miré a Dayanna fijamente, quien estaba algo nerviosa. Sus brazos cruzados en su estómago, sentada en uno de los asientos, su pies inquieto demostrando ansiedad y su mirada detallante, me daban mucho de qué pensar.

   – En todos los ataques a estado Dayanna – Dije en mi momento de hipótesis.

   – ¿A qué quieres llegar Sebastian? – Me preguntó.

   Nadie nos podía oír hablar. Todos se habían exparsido en el gran salón.

   – Quisiera poder equivocarme... Dayanna es Anónimo o ella sabe quién es – Respondí.

   – ¿Qué es eso? – Preguntó Lee, quien veía por uno de los ventanales. Todos nos acercamos a observar y no veíamos nada.

   – Esa niebla... Es muy espesa – Decía.

   Mirábamos nuevamente y no veíamos ninguna niebla. De pronto él corrió asustado gritando el nombre de la que parecía ser su hermana.

   – ¡Leesam! – Gritaba al salir del gran salón.

   Hamed corrió detrás de él persiguiendolo y diciéndole que se detuviera.

   A los segundos, un olor extraño invadió el espacio.

   Thristan empezó a mirar todos lados y luego se fijó en una de las puertas.

   – ¿Tommy? – Dijo.