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Murdoc ya se había a costumbrado a cargar con el peso de ser el líder y a veces el propio manager de su banda, aunque nunca esperó llegar a ser responsable de ella a un punto ridículo, casi considerándose una agrupación musical de un solo integrante pues él era quien hacía todo (obvio no podría esperar que el cyborg de 2D fuera muy útil, así como el real, quien solo servía para tener una voz bonita). Desde componer letras y melodías, hasta tener que hacerles marketing a las nuevas canciones.

Debía agendar entrevistas y asegurarse de mantener al tanto a los fans sobre sus actividades con Gorillaz en un pasatiempo suyo que había llamado la "radio pirata". Era sumamente agotador.

Ahora se encontraba solo, afinando detalles de voz en las canciones que ya habían grabado en su estudio en Plastic Beach.

Lo que tenía que hacer era meter bastante autotune y arreglos a la pista para que la voz de su robot no se escuchara tan plana.

No estaba seguro de si a los fans les gustarían sus nuevas ideas. Estas canciones eran frescas, algo muy distinto a lo creado para Demon Days. Tocaban temas de desamor y melancolía, justo como el líder se sentía la mayor parte del tiempo últimamente.

Pero la voz de su cyborg no transmitía lo que él quería, y las canciones no sonaban como lo haría con él verdadero 2D tras el micrófono. Era mucha inversión de su tiempo para arreglar eso y al final el resultado le era solo medio convincente y le dejaba un sabor amargo.

Se talló la sien.

Necesitaba irse a dormir. Estaba harto de todo. Tal vez nada de lo que hacía vale la pena y debía retirarse y tirar la toalla. No podía ser cuatro miembros de una banda al mismo tiempo. Claro, tal vez configurando una caja de ritmos para la batería...y tocar la guitarra no es tan distinto a un bajo. Pero bien se lo dijo a 2D esa última vez, no puedes reemplazar a la voz. Y al tarado se le ocurrió morirse ese día. Es culpa de él que por eso este tan jodido.

El cyborg entra a la misma habitación y Murdoc ni siquiera se gira a verlo. No es necesario, lo escuchó venir desde lejos ya que sus pisadas resuenan sobre el suelo. —Te dije que fueras a hacerte cargo de los mosquitos, me estorban. -Dice emitiendo un gruñido de fastidio.

—Tarea cumplida, amo. -Responde el cyborg. Como muestra de su palabra, se acerca al humano y le entrega los cadáveres de varios insectos en su mano. Son todos los zancudos que ha matado durante al menos la ultima hora. Murdoc tira todo ese desperdicio al suelo, haciendo una mueca de asco y limpiándose la mano tallándosela contra el uniforme del robot. Bueno, es cierto que ha hecho un buen trabajo, ya no hay insectos que le impidan seguir trabajando. No se escucha ninguno revoloteando en el aire como hace rato.

—De acuerdo, bien hecho. -Responde como un cumplido a secas.

—¿El amo ya termino con su misión también? -Cuestiona.

—No, aun no. Esto es muy tardado. Sabes que se requiere más tiempo, pero ya estoy cansado.

—Podría ayudar al amo, si me lo ordena.

—No, no. Ayudarías más si fueras el verdadero 2D, o si tu no voz no fuera tan mecánica desde el principio.

—Lamento no poder cumplir las expectativas del amo.

—No es como si tuvieras la culpa. Es culpa del otro, por morirse. -Murdoc se fija en como el uniforme impecable de su máquina ahora ha quedado sucio por su anterior acción. —Entrégame esta ropa y ve por otra muda limpia, tengo que lavarte esta ahora. -El robot obedece y se saca las prendas ahí mismo. Murdoc se recuerda que debe ser muy específico con las ordenes que dicta o si no pasaran estas situaciones vergonzosas muy seguido. —Me refería a "ve a cambiarte a tu habitación". -Se corrige, pero el robot ya este desnudo, y así pretendía ir a buscarse otro uniforme. —Espera, no te vayas aún...-Una idea algo cuestionable ha aparecido en su cabeza. De nuevo tiene a Cyborg 2D de frente. —Creo que si puedes...eh...cumplir mis expectativas de alguna forma.

—Por el amo haré lo que sea. -Expresa sin chistar.

—"Lo que sea". -Repite. Debe estar volviéndose loco para considerar algo así. Pero lo ve como una forma de sacarse el estrés de encima. Desde que llegó a mudarse a PB no ha h echado un buen polvo, y Cyborg 2D parece ser el candidato apropiado, y el único disponible. —Sírveme de algo y recuéstate en el escritorio. -Cyborg va y hace eso mientras Murdoc intenta erguir su miembro, ya que se lo ha sacado de los pantalones. Una vez que está listo va con Cyborg 2D. De un manotazo despeja la mesa donde lo harán, tirando hojas de papel y bolígrafos por todos lados. Le abre las piernas de par en par y se aventura a entrar en su interior.

Murdoc está loco. Tanto así de llegar al extremo de fornicar con un robot. En su mente trata de justificarse. Tantos días en soledad sin nadie más que él mismo y el cyborg, hacen a un hombre perder la cordura en medio de una isla, cualquier otra persona haría lo mismo en su situación.

Además, Cyborg 2D tiene lo suyo. Es tan similar físicamente al 2D real. Tiene sus mismas facciones, y rasgos. Un torso delgado, piel nívea, piernas frágiles. Al pasar de los años que convivio con Stuart Pot, Murdoc aprendió a memorizar todas estas características de su cuerpo.

En un principio su relación era violenta, llena de peleas, golpes, maltratos, empujones, que después Russel le obligaría a regañadientes tener que curar a manera de disculpa y castigo. Y bueno, después empezaron a llevarse mejor, y sus encuentros se tornaron más bien pasionales. Entonces ya fuera de una forma o de la otra, Murdoc llegó a conocer muy bien a 2D en todos sentidos, por ello lo replicó a la perfección en la maquina que justo ahora tenia a su merced bajó de sí. Incluso al extremo de diseñarlo con partes íntimas anatómicamente correctas, pero no muy funcionales, solo para fines estéticos, asemejando los genitales de un humano adulto. Vaya que llevó su fascinación con aquel difunto muchacho de pelo azul al extremo.

—Gime, Cyborg. Gime para mí, tu amo, ¡Murdoc!

El robot tardó unos segundos en acatar la orden, en lo que sus engranes que tenia por cerebro, maquinaban como reproducir dicho sonido, pues para un robot lograr aquello no es fácil.

No eran gemidos muy auténticos, pero de algo sirvieron para entrar más en ambiente. Murdoc siguió arremetiendo contra el Cyborg muy brusco, hasta que logró terminar dejarlo lleno en su interior. Cuando se vio satisfecho, se sentó en una silla giratoria a descansar y recuperar su aliento. Le ordenó a su máquina irse a limpiar el derrame blanquizco que ocasionó, para no afectar su funcionamiento interno. Cyborg 2D obedeció como siempre y entonces desapareció como cuando había llegado.

—No eres 2D. Ni siquiera puedo hacer que suenes como él.-Ese robot seguía cada orden sin rechistar. El verdadero le estaría llevando la contraria y discutiendo todo el rato, pero al menos así Murdoc se sentiría más en contacto humano y no artificial. Lo extrañaba. Añoraba esos viejos tiempos que no volverán. Con esa idea en mente, empezó a beber para evitar llorar. La verdad, no había dejado de sentir culpa desde ese fatídico día en que perdió a un amigo, un compañero, y hasta algo más. No solo a él, sino que a Russel y a Noodle también los perdió, pero al menos, ambos sí seguían vivos.

En su peor momento de borrachera escribía bocetos para lo que serían próximas canciones del álbum que preparaba.

I'll wait to be forgiven.

Maybe I'll never be.

Broken, our love is broken. 


Cyborg 2D (studoc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora