Capitulo 4

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Esos ojos, los mismo de mi sueño.
Me quede congelada, y en su rostro se dibujo una sonrisa.

-Bien, ¿Comenzamos?- dijo y puso su mano en su cabeza

-¿Quien eres y porque estas en mi casa?- tome las tijeras que reposaban en mi escritorio- Y DESNUDÓ- me puse colorada

-¿Quien soy? ¿En serio?-pregunto alzando una ceja

-Una pregunta no se contesta con otra pregunta y si, ¿quien eres? Contéstame antes que te clave las tijeras en los ojos- amenace moviendo las tijeras en el aíre

-Oye tranquila- se sentó en la cama y estiro sus manos tratando de detenerme- No te voy a hacer nada que tu quieras

- Eres un asqueroso, sal de mi casa ahora mismo- alce la voz furiosa

- No puedo- dijo tranquilamente

-Eres un cínico, sal ahora mismo antes de que le hable a la policía- tome mi teléfono de la parte trasera de mi pantalón y se lo mostré

-No puedo irme porque tu misma me invocaste- sonrió con arrogancia

No puede ser, es el, Eros el mismísimo Eros
Baje la mano despacio y lo miré detalladamente, su piel era clara pero un poco bronceada, su mandíbula bien definida, su nariz tenia el tamaño correcto para su rostro, sus labios carnosos y con un color rosado que te atraía para besarlo y su cuerpo, mierda, estaba desnudó, mi mirada rápidamente subió a sus ojos y sentí como el calor inundaba mi cuerpo. Joder, si que era un dios griego.

-Mierda, esto no puede ser real- solté un respingo y me tape la cara con ambas manos

-Si que lo es, ¿comenzamos?- escuche que decía en tono juguetón

-¿Puedes... vestirte por lo menos?- pedí aun con las manos en la cara

-Pero... como, no entiendo, me acabas de invocar para tener sexo y ahora me pides que me cubra?- exclamó con verdadera confusión

-Pensé que no era verdad, por eso lo hice- di la espalda y quite las manos de la cara- puedes cambiarte por favor?- insistí nuevamente

-Ya puedes voltear- dijo en un susurro

Tenía la sábana enredada en la mitad del torso y a pesar de ya estar cubierto, la vergüenza aun seguía en mi.
Deje las tijeras en donde estaban antes y jale la silla que estaba ahí, me senté y pase mis manos sobre mi cabello, esto no podía ser verdad. Voltee a verlo y el me miraba con expresión divertida.

-¿Que es lo que miras divertido?- pregunte en un bufido
-Eres la primer mujer después de varios minutos aun tiene las bragas puestas- soltó una risita al final

-Yo... lo siento, no fue mi intención invocarte. Fue un impulso y creí que no era verdad- traté de explicar rápidamente

-Tranquila, si quieres podemos continuar lo que estabas haciendo con el aparato vibrante- dijo y hizo un ademán de quitarse la sábana

-¡No! No es necesario- dije y tape rápidamente mi cara

-¿Por que? Si te la estabas pasando tan bien que no pude resistirme- su voz sonó ronca

-¿Como?- pregunte en un susurro

-Lo vi todo, que tu no me puedas ver no significa que yo no pueda verte a ti- escuché sus pasos que se dirigían a mí

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, sentí como la temperatura de la habitación comenzó a subir con cada paso que él daba.

-No se de que hablas...- susurre bajando mis manos lentamente

Aun tenía la sábana en la mitad de su torso, su mirada era imponente, su mirad hizo contacto con la mía y yo inconscientemente solté un suspiro.

-¿Segura que no sabes?- pregunto frente a mi, tuve que alzar la mirada para contestar

-No...- conteste nuevamente en un susurro

-Pues yo si se- se arrodillo frente a mi- Te vi pasar el aparato vibrante sobre tu cuello- una de sus manos se poso en mi pierna y la otra la rozo por el contorno de mi cuello- para después deslizarlo por tu pecho- su mano bajo hacía mi pecho y rozó mis pezones sobre la tela de mi blusa con su dedo- y finalmente llego a tu parte- la mano que tenia sobre mi pierna la deslizó hacia arriba lentamente.

Solté un jadeo cuando sentí el razón de su mano en mi entre pierna mientras que la otra la colocó en mis caderas, apretándola con fuerza. Mi boca se entreabrió y solté varios jadeos aunque su mano aun no entraba en contacto directo con mi parte, su rose hacía que quisiera un poco mas.

Cerré los ojos y eche la cabeza hacia atrás, sentí la respiración caliente de Eros en mi cuello, para luego sentir su boca, tan caliente que quemaba, beso, mordió y lamió mi cuello. Mientras que yo soltaba varios gemidos.

Su mano por fin hizo contacto con mi parte, aun sobre mi pijama, comenzó con movimientos lento y yo comencé con movimientos, adelante y atrás al ritmo de su mano.

La mano que tenia en mis caderas la subió hacia mi nuca y sus besos subieron por mi mandíbula.

-Puedo sentir lo muy mojada que estas, aun con la pijama puesta- susurro en mis labios

Abrí los ojos lentamente, para encontrarme con los suyos, sus ojos verdes estaban oscuros, las pupilas dilatadas y podía ver la lujuria a través de ellos.

Sus labios rozaron con los míos, podía sentirlos, tan suaves como un algodón de azúcar, su respiración se mezcló con la mía, ambos estábamos tan agitados.

Su mano aun seguía con los movimientos sobre mi parte y yo no paraba de gemir.

-Esto no esta bien- dije en un gemido

AHHHHHHH, hasta aquí el capítulo de hoy

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AHHHHHHH, hasta aquí el capítulo de hoy.

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Les mando un beso donde lo quieran 🙈💖

La maldición de ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora