Capitulo 13

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—Grecia..— dije casi inaudible

—Si, tengo que visitar el templo de mi padre, los libros no tiene la información que necesito, así que tendré que ir a Grecia— paso sus manos por su cabello

—No se que decir la verdad— conteste siendo sincera

—Quería preguntarte también, si quieres acompañarme...— se encogió en el asiento

Me sorprendió mucho la propuesta, creí que el quería ir solo, pues seria el reencuentro con su padre

—Yo... bueno pues necesitaría organizar mi agenda...—

—No necesitas contestar ahora, piénsalo y después me dices—

—Ya tienes fecha para ir?— pregunte cambiando el tema

—Tengo en mente irme en tres semanas, o un mes tal vez, necesito juntar un poco mas de información para ir preparado— en su voz se notaba los nervios

Y no lo juzgo, volver a ver a su padre después de varios siglos sin no hacerlo, creo que yo también estuviera de esa manera. Contando que su padre era el mismísimo Ares.

—Vale, pues aun tengo tiempo de organizarme para ir contigo— me estacione en un lugar vacío de el sitio de comida

—Hablas enserio Dalila?— me miro atónito

—Claro, uno de mis sueños es conocer Grecia, no voy a desaprovechar esta oportunidad, ademas creo que nadie conoce mejor Grecia que un Dios griego— solté una risita

—Pues entonces, tenemos un viaje a Grecia?— ensancho una sonrisa

—Tenemos un viaje a Grecia— confirme y puse mi mano entre los dos para cerrar el trato

Eros tomo mi mano y soltamos una carcajada

—Muy bien Sr Eros, voy por la comida y ahorita nos vamos, es mejor comer en la casa— me quite el cinturón y abri la puerta del coche

—Te acompaño?— pregunto quitándose también el cinturón

—Si gustas, solo iré a recogerla rápido, ya la había ordenado desde que pase por ti— baje del coche y mire que el imitaba mi acción

—Vamos, te acompaño— camino con dirección a la entrada

Camine y me puse a su costado, desde afuera se podía observar que el restaurante estaba lleno, las mesas ocupadas y gente haciendo fila esperando su pedido.

Eros abrió la puerta y me dejo pasar primero para después entrar el. Al momento que Eros puso un pie en el lugar varias personas lo miraron.

Yo me encamine hacia la caja de pedidos por línea mientras abría la aplicación para mostrar mi pedido, era bastante incómodo sentir las miradas de las personas, porque si, la gente no solo notaba a Eros, si no que también a mi por ser su acompañante.

Mientras esperábamos que alguien nos atendiera, Eros trato de esconderse con mi cuerpo, pero era imposible, el metro ochenta que el media no cabía en mi pequeño cuerpo de un metro setenta.

—Oye Dal— hablo un poco bajo

—Dime— jugue con mi pulsera

—La gente nos mira, nos mira mucho— se notaba la incomodidad en su voz

—Lo se, estoy que me muero de nervios— fui sincera

El sólo hizo una mueca y se cruzó de brazos, después de unos minutos alguien nos atendió, un chico muy amable por cierto.

—Hola, bienvenidos a "El gran sabor", me puede mostrar el número de su pedido por favor— me sonrió, tenia una sonrisa bonita a decir verdad

—Claro, es este— le mostré mi teléfono y él leyó el número de orden

La maldición de ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora