Capitulo 4

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Luego de una noche en pañales, un despertar en pijama y una discusión con el señor Murata antes de que se fuera a trabajar, me quede en la habitación durante el resto de la mañana revisando el celular.

Investigue un poco las redes sociales de mis antiguos amigos y compañeros tratando de reunir un poco de información, resultando en que todos reconocieron a Kyoko como yo, mostrando su apoyo por la pérdida de memoria, al menos con unos pocos, ya que la mayoría tienen sus perfiles en privado, o subieron tantas fotos que por más que hago scroll solo puedo avanzar un par de meses.

Estuve un buen rato recolectando información sobre lo que debiera ser mi vida, hasta que llego Yumei en una motoneta alrededor de las 2 de la tarde.

—Uff, fue una mañana muy dura en el trabajo, pero bueno, ¿vamos a entrar o tienes planeado pasear en pijama?

—Oh no, perdón, entremos

Mientras me daba la vuelta para regresar adentro ella me abrazo por la espalda, para después de unos momentos soltarme con una mueca en su rostro

—¡Oye! ¿Cuándo fue la última vez que te bañaste?

—No me he bañado por mí mismo desde que desperté, solo fueron un par de baños de esponja en el hospital

—Ya lo sospechaba, ahora no te libras

Me tomo de la mano arrastrándome hasta la habitación y luego al baño de la misma

—Hey espera, solo es hasta el sábado, no quiero ver más de lo necesario

—¿Eso qué? ¿No dijiste que querías entregar este cuerpo como lo recibiste? Si no te lavas apropiadamente, tendrás una infección

Ella intentaba quitarme la ropa junto a la ducha, por mi parte no quería quitarme el pijama y la sostenía lo más fuerte que podía, al menos hasta que llego la señora Murata atraída por el escándalo.

—¡Señora!, ¡dígale que no necesito un baño, le regresaremos a su hija el sábado!

Tras un momento de analizar la situación, la señora Murata se acercó a nosotros, ¡Solo para ayudarle a Yumei!, tras no mucho tiempo yo estaba cubriéndome el pecho sentado en el suelo y totalmente humillado.

—Muchas gracias señorita, últimamente mi hija ha sido algo terca con respecto a este tipo de cosas, me alegra contar con usted para que ayudarme a cuidarla.

—Esto no está nada bien —Murmure aun en el suelo

—Ay no hagas escándalo, de verdad pareces una niña llorona —Yumei me lanzo una venda a la cara— si te pondrás así, por algo tan simple usa esto y deja de quejarte

Termine obedeciendo y vendándome los ojos para luego ser guiado a la bañera, me tranquilizaron y me sentaron seguido de que me empezaran a tallar, usar varios tipos de jabones y shampoo, pero lo que me molestaba era el hecho de que el agua recorriendo mi piel y cada pequeño rose, me hacían recordar que soy una chica, y así, después de que lo que antes solo me llevara de 5 a 10 minutos se convirtiera en un ritual de 40, termine aseado, oliendo a flores, y con un permanente color rojizo en mis mejillas.

Después de otra pequeña pelea me terminaron poniendo ropa interior muy femenina, hasta el momento yo había tomado la más sencilla para la parte de abajo, pero iba sin bra y ahora tenía volantes en ambas partes

—Bueno, como ya tienes un buen conjunto interior, vamos por el exterior

—¡No!, ya te divertiste mucho conmigo, me dejare esto puesto, pero no necesito más que un pijama

La novia de mi noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora