Capitulo 9

366 16 2
                                    


Me sentía bastante intranquilo a la espera del señor Murata, como si fuera un soldado el cual sabe que pronto atacaran su base, no tienes idea cuándo, pero estas seguro de que lo harán. Para buena o mala fortuna no tardo demasiado en llegar, nos encontró a Yumei, Kiki y a mí en la sala hablando de cosas triviales, no se veía nada contento e hizo un gesto para indicarles a las 2 que nos dejaran solos.

Yumei quería quedarse, pero le hice saber que todo estaría bien y solo sería una charla. Una vez solos, el tomo asiento y se tardó un momento en empezar a hablar.

—Ryu ¿verdad?

—Así es señor

—De verdad no me termino de creer todo esto, simplemente suena imposible, y lo único que puedo ver frente a mi es a mi hija —Se podía escuchar la resignación en su voz y como arrastraba las palabras

—No puedo culparlo, ni yo me lo termino de creer y eso que soy el más afectado por todo esto— Hable con intención de ser cortes, pero se me estaba formando un nudo en la garganta al ver a este hombre derrotado, no sé si sea por empatía o porque a pesar de todo Kyoko lo quiere de verdad y sus sentimientos me están afectando.

—Independientemente de eso, de si seas tú o no, este es el cuerpo de mi hija —Se notaba que quería regresar a ser la persona autoritaria que me mostro desde que desperté.

—Sin embargo, sea tu hija o no, soy mayor de edad y lo sabe, no me puede tener aquí encerrado o tener demasiada autoridad sobre lo que hago —Se quedó pensando por un momento

—Lo sé, Sin embargo, tú no tienes otro lugar en el cual quedarte ¿verdad?

—Esooo... es cierto, no me gustaría abuzar de la hospitalidad de mis suegros, y no me puedo presentar en la casa de mis amigos así — Me señale completo

—A pesar de no querer mantenerte cerca se vería mal si te saco de la casa, siendo que se supone que tienes amnesia, además necesito mantener a salvo el cuerpo de mi hija, de cualquier cosa que le pueda pasar, en especial lo que le puedas hacer.

Me sonroje un poco por la insinuación de que podría hacerle algo al cuerpo de Kyoko.

—¿Tengo que señalarle que ni siquiera puedo ducharme por mi mismo debido a la vergüenza? No soy capaz de hacer esas cosas, y aun si lo fuera, eso es algo que me dijo Kyoko, ella me menciono que...

—¡No me importa!, solo no hagas nada inapropiado y estaremos bien —Por un momento me asusto — Entiendo que hay cosas que tienes que hacer para cuidar de ese cuerpo y mientras Kyoko no quiera regresar, tú lo tendrás que mantener, así que no me importa que vallas al baño o te duches.

Eso me pareció una solicitud razonable así que solo asentí antes de dejarlo continuar.

—Otra cosa, necesito saber en todo momento en donde estas, Por lo que tendrás que ponerte esto — Me mostro un brazalete similar a los que se usan para los arrestos domiciliarios

Inmediatamente negué con la cabeza y me alejé un poco

—Si bien no me importa darte mi ubicación, esa cosa es exagerada, si quiere puede instalar un rastreador en el celular que me dio, pero hasta ahí— Gruño un poco, pero acepto mi petición.

—También, estoy seguro de que buscaras la manera de regresarme a mi hija, así que te daré una asignación— Me confundí un poco por lo que dijo — Necesito que te vuelvas un experto en este tema, por lo que no te dejare trabajar en otra cosa, así que mientras esto dura, ponte a estudiar.

El señor Murata fue más comprensivo de lo que creí, tal vez incluso podría llevarme bien con él. Se levantó un poco menos enojado, y se quedó frente a mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 25, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La novia de mi noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora