Capitulo 5

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Siguiendo a ambas por el lugar, aunque con ellas igualando mi lentitud para no hacerme perder el aliento, pero con un ritmo constante, solo estuvimos paseando por el lugar. Realmente era incomodo sentir las miradas sobre mí, y más aun contando que me sentía ridículo con la ropa que me obligaron a ponerme.

Después de un rato, Kiki tuvo que ir al baño así que nos acercamos a uno público que estaba cerca quedándonos fuera Yumei y yo.

—¿Y bien? Nunca me dijiste que tal estuvo el helado

—Estoy muy cansado para que me molestes con esas cosas

—Tienes que contestar, tengo un punto que quiero hacerte entender —Hizo un ligero puchero mientras decía eso

—Está bien, me gusto, y sospecho que es por este cuerpo, ¿eso que me querías decir?

—En parte, pero...

—Pero si me dejo llevar demasiado puede que termine olvidando quien soy, así que olvídate de que esto se vuelva a repetir

—¡No!, lo que te quería decir, es que, al ser cosa de ese cuerpo, en cuanto regreses a la normalidad, no te quedaras con eso, por lo cual no importa cuánto te dejes llevar, no pasara nada malo

—Es otra manera de verlo, pero no estas siendo parcial al considerar eso, y nadie de los que sabe lo es, excepto creo el detective, pero no sé si sea buena idea contactarlo

—Y ahí vas de nuevo, pensando de más y arruinando el momento, no va a pasar nada, y estas siendo un completo princeso, que ni un beso me quieres dar como antes

—Solo estoy siendo realista, no puedo rendirme ante la corriente solo por el hecho de que me quieras dar carta blanca en este asunto, la única que podría darme esa autorización es Kyoko lo cual dudo mucho, y aun así no haría nada

En ese momento salió Kiki y me jalo ligeramente de la falda la cual por un momento olvide que llevaba, para llamar mi atención.

—Oye Ryoko, ¿podemos regresar a casa? Hace calor

Finalmente obtuve una salida del martirio llamado estar en público sintiéndome ridículo.

—Hmmm claro que sí, yo también me canse mucho en este pequeño paseo, además de que olvide traer el bastón para apoyarme

Yumei se notó un poco fastidiada por la situación, pero no hizo nada para tratar de mantenernos ahí.

—Pues que se le va a hacer, una es una niña llorona y la otra es su hermanita, pero ya me cobrare esto amor

Le reste importancia al comentario empezando a caminar, para no mucho después llegar a la casa, quedándonos en la sala, sin embargo, no dejo de mostrarse enojada todo el camino.

—Hmmm, Esto se está volviendo aburrido, solo estamos dentro de la casa, vamos de la sala a la habitación y de vuelta, y cuando por fin te logro sacar de aquí, solo es un momento

—Oye, esto es temporal...

—Si si, ya se, "esto es hasta el sábado", "este no es mi cuerpo", "No le puedo dar un gusto a mi novia por X razón"

Se notaba que sería una conversación difícil, más aún cuando invalido todas las formas que tenía para negarme de esa manera tan infantil.

—Yo también soy una víctima de la situación, no te enojes conmigo por querer resistirme, es más, deberías de dar gracias por querer conservar mi hombría

—¿Y a mí que me importa si conservas o no tu hombría? Poco me importan esas cosas, ¿qué tan difícil es solo disfrutar esta experiencia?

—Mira, tú no estás pasando por esto, ¡así que no me digas como tengo que reaccionar!

La novia de mi noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora