A veces las apariencias sí engañan y a veces no es necesario que alguien te advierta "!Ey no te enamores! Porque es bien sabido que el corazón al final es quien decide. Pero el corazón no entiende de razones, no sabe de lógica y le interesa un pepin...
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Off vuelve más intenso el beso y Gun se deja llevar, lo desea, quiere hacerlo, perderse entre sus brazos, entregarle todo, pero aun piensa que está loco.
En un arranque de valor, y rompiendo con el beso antes de desfallecer, Gun pregunta.
—¿Y conmigo?
Una preciosa sonrisa cínica, se dibuja en los labios del mayor, quien lo mira directamente a los ojos.
—Sobre todo contigo... Oh, Gun Atthaphan.
Se besan de nuevo, con fuerza y demanda, Gun se derrite bajo los labios del mayor, tocando con sus manos el torso tan definido y trabajado de Jumpol, su espalda, sus abdominales y gime... gime de gusto cuando se siente explorado del mismo modo, pero con más fuerza. Fuerza es todo lo que Off representa en su vida, una atracción mortal que lo desquicia como esos rasguños en su espalda, el ardor que necesita seguir sintiendo, el dolor en sus labios y en su piel siendo marcada... pero solo por él, por Off Jumpol, su Off.
Quizá si esté rematadamente loco, tirando a masoquista. Quizá está soñando y pronto despertará, quizá Off es solo una alucinación que desaparecerá en cualquier momento como un espejismo en el desierto, o quizá... quizá si era real...
Gun levanta la cadera cuando siente las manos de Off empujando hacia arriba, entretenido el mayor dejando marcas en su pecho, marcas que duelen en un nivel distinto, porque queman, lo hacen estremecer y definitivamente sabe que tienen un significado más allá de las de cada día en el pasado. Su pantalón baja dejándolo solo en ropa interior y Gun sisea al sentir el frio golpear su tan caliente y erógena zona. Off se quita el suyo, dejando todo en el suelo y es ahí, con mucha más atención, que Gun puede ver un hermoso tatuaje de fénix en su muslo, subiéndole hasta la cadera. Se le antoja tan sexy, que se relame los labios de anticipo dejando a Off con una sonrisa boba iluminando su rostro.
—¿Tienes lubricante? —pregunta el mayor, tratando de desviar su atención.
—¿Eh? —Suspira. Aun con la mirada clavada en su muslo.
—Lubricante, ¿tienes o no? —Gunnie niega, mirándolo a la cara y peleando con todo su ser para no enrojecer. Bien, era real. Era hora. Estaba pasando. Gun se talla la cara, tratando de ocultar su asombro y su sonrojado rostro—. Bien. —susurra el mayor, tomando con su grande mano, la delicada cara de Gun, esa que tantas veces lució amoratada, pero que aun así nunca dejó de relucir hermosa. Gun se mantiene boquiabierto. Ante su tacto, más aun cuando Off toca sus labios— Abre. —le indica.
Ah, sí. Su hermano lo había golpeado salvajemente porque lo encontró viendo porno gay. Pero él debía instruirse, antes de pasar por la casa de Gun, debía saber lo necesario y justo ahí, en ese momento, cuando todo estaba sucediendo, pensó que la golpiza podría haber valido la pena, porque estaba a punto de poner en práctica lo aprendido.
Y lo valía, totalmente lo hacía, más aun cuando Gun abrió la boca engullendo sus dedos con descaro, lamiendo aquí y allá, mandando descargas eléctricas a todo su cuerpo y espasmos a su erección, que ya dolía. Gun cerró los ojos, degustando, con un hilo de saliva cayendo por la comisura de su boca, con su lengua caliente, sus labios y la presión de su boca contra sus dedos que podía sentir en su entrepierna y estaba a punto de llevarlo a la locura, mientras lo veía y Off, no podía soportar más, necesitaba apartarse lo antes posible, antes de terminar cuando no era debido, aún antes de empezar, pero no sin antes atacar los labios de Gun con premura y ansiedad.
