La Odisea De Conocerte

Heridas del pasado

Seguí a esas amables personas hasta una casa muy bonita en lo que parecía ser las afueras de la zona adinerada, al mirar atrás podía ver cómo las luces de la cuidad encendían dando indicios de que pronto anocheceria, una vez llegamos me dijeron que los siguiera hasta el comedor, -ya verás que cenaras muy bien pequeña-  me dijo uno de ellos con una amable sonrisa, yo solo asentí regresandole la sonrisa.
Una vez dentro pude ver cómo el comedor estaba completamente oscuro, no se parecía para nada al comedor de mi casa el cual era iluminado por el candelabro del centro y por la luz que estaba por las ventanas, solo se podía ver una de las sillas de aquel comedor la cual estaba siendo iluminada con una luz cenital, algo dentro de mi decía que debía irme pero hasta hora han sido muy buenos conmigo, así de decidí seguirlos, -aquí siéntate pequeña, vamos a preparar algo rico para que cenes, espero no te asuste la poca luz que hay, en un momento la arreglaremos- menciono uno de los señores a lo cual solo asentí.

Una vez se fueron cerraron la puerta, estaba algo nerviosa y asustada pero con la poca luz que había podía ver algunas frutas colocadas en el centro de la mesa, de las cuales una manzana roja fue la que capto mi atención de inmediato.
Estire mi mano para tomarla, al tocarla pude sentir como una fuerte descarga eléctrica al intentar tomarla,  intenté tomarla de nuevo y ocurrió lo mismo, me estaba empezando asustar y las personas no llegaban, así que decidí levantarme de la silla para irme, pero al intentar pararme está no se movía era como si se hubiera pegado al piso, empecé a forcejear intentando aflojarla pero de la silla salieron una especie de ataduras metálicas las cuales sostuvieron mis pies, y tiempo después paso lo mismo con mis manos.
¿Qué clase de lugar era este?, cuando está decidida a gritar por ayuda, luces en el techo empezaron a encenderse, pude ver cómo realmente no era un comedor, lo que parecía más bien era un cuarto como el de los doctores, mientras observada el lugar pude ver cómo habían niños y adolescentes los cuales estaban de la misma forma que yo, tal vez entre todos eran 10 o tal vez más. Mi madre en algún momento me dijo que no siguiera o hablara con extraños y ahora entendía porque lo decía.
Era una sala completamente blanca, en una de sus paredes se podía ver una especie de espejo eso era algo realmente, ¿Por qué tendrían espejo aquí?.
Miraba a todos lados esperando encontrar algo que me ayudara a salir de aquí pero en ese instante entraron 3 personas, dos de ellas estaban completamente vestidas de pies a cabeza con un traje blanco, parecía ser de plástico, llevan consigo un casco con una especie de ventana la cual impedía ver bien su rostro, el otro sujeto estaba vestido con una bata blanca, se miraba como un doctor, su cabello al parecer era negro pero estaba adornado con canas y su rostro ya se veía como había pasado el tiempo.
Estos sujetos no dijeron nada al entrar simplemente se dirigieron a uno de los niños, el tipo que parecía doctor saco una especie de inyección de su bata la cual contenía un líquido color verdoso, cuanto el niño la vio empezó a moverse de manera descontrolada, esto solo me decía que no era la primera vez que pasaba por lo mismo.
-Prueba 6, sujeto de ensayo 1023_IF, suero modificado, se procederá a prueba experimental- había dicho aquel doctor, tras eso uno de sus acompañantes saco un aparato en el cual estaba documentado todo el proceso.
Ver al niño forcejear me estaba empezando a entrar pánico, uno de los ayudante tomo al niño con fuerza para que no se moviera más, podía ver cómo de sus muñecas y tobillos salía sangre en su intento que escapar, una vez bien sujetado el doctor procedió a inyectarlo.
Pasaron algunos minutos que parecieron eternos y no sucedía nada, en un momento el niño empezó a gritar, y a moverse violentamente, pude ver cómo sus ataduras empezaron a sonar por la fricción, por un momento pensé que sería su oportunidad para huir, pero no fue así.
Esté empezó a convulsionar, mientras esto sucedía de sus ojos, boca, nariz y oídos empezaba a salir un líquido violeta, no podía creer lo que estaba viendo, como era posible que alguien pudiera hacerle algo así aún niño, no podía salir del shock, hasta que un último grito fue dado por el niño dando su último aliento.
Los tipos solo hacían apuntes, podía ver cómo el doctor les decía algo pero no entendía que, en mi mente solo estaba toda la escena antes vista.