Capítulo 3: El bosque del Pino

78 8 1
                                    


- 03:40; Bosque de el Pino, camino principal-

En el camino principal del bosque de el Pino ya ni siquiera se podían ver a los animales pasando de forma escurridiza entre los arboles y matorrales, tampoco los del viento haciendo que las ramas de los arboles se agiten ligeramente, únicamente se podían oír los pasos de el jefe de policía Alfonso y su compañero Henrique caminando lentamente con solo sus linternas y sus armas reglamentarias en modo de descanso, a la espera de que cualquier cosa pueda aparecer entre los arboles. 

Henrique Tenreiro: "Este bosque es muy profundo, que es lo que quieren que encontremos, un campamento improvisado?" 

Alfonso Armando: "Te recuerdo que nos han mandado a investigar, no a arrestar a los perpetradores de los desaparecimientos."  

Henrique Tenreiro: "Entonces si hemos venido a investigar, porque estamos entrando en el lugar como si fuéramos un equipo de los GEO?." 

Alfonso respira profundamente y detiene el paso, haciendo que Henrique también se detenga, solo para así poder hablar con el con mas tranquilidad mientras todavía porta su pistola Parabellum de 9mm y su linterna en ambas manos. 

Alfonso Armando: "Tenemos que estar alerta porque es una zona que estamos peinando Henrique, no sabemos si los perpetradores todavía están por aquí, o si de hecho nos han visto."

Henrique se queda pensativo en el lugar, dándose cuenta de como al principio estaba bastante atemorizado sobre lo que le podría ocurrir, y ahora que se encontraba en aquel bosque en el cual podría estar su verdadera primera amenaza se encontraba tranquilo, así que dándose de su error simplemente asiente a Alfonso y vuelve a estar bajo alerta con su linterna y pistola en mano. 

Alfonso Armando: "Bien, si no tienes mas preguntas vamos a continuar."

Ambos agentes de la AAS continúan a paso lento durante los siguientes 10 minutos en busca de cualquier actividad sospechosa que pueda convertirse en una pista de el misterio que estaban enfrentando, o en un arresto; Indiferentemente de esto, continúan en silencio hasta que Alfonso hace un gesto con la mano a Henrique, el mismo que en la academia le dijeron que significaba mantener. 

Alfonso Armando: "Apaga la linterna y deja de tener el arma en descanso, hemos encontrado un punto de interés."

Mientras decía estas palabras, Alfonso comenzaba a apagar su linterna y a agarrar su pistola con ambas manos, preparado para todo lo que pudiese ocurrir mientras le hacía indicaciones a Henrique con la pistola de a donde mirar mientras que el propio Henrique seguía las ordenes de Alfonso. 

Henrique Tenreiro: "Que es eso, [ . . .], es una casa abandonada?."

Alfonso Armando: "Es una casa abandonada, si miras la segunda planta esta destrozada, posiblemente la casa es de la guerra civil, pero te recomiendo que mires la ventana izquierda de la primera planta." 

Henrique hace caso de la recomendación de su jefe de policía y comienza a mirar con mas detenimiento la primera plata tal y como le había indicado, dándose cuenta de que hay una luz encendida, y por el color incandescente e amarillento de la misma era complicado saber si era una antigua bombilla o una vela con bastante fuerza. 

Henrique Tenreiro: "Ya lo he visto, cual es el plan de acción entonces?." 

Alfonso Armando: "Bien visto Henrique, vamos a rodear por la izquierda aquella ventana y vamos a buscar alguna entrada, en caso de que no haya, vamos a entrar por la ventana de la izquierda, tienes permiso de abrir fuego a todo lo que consideres una amenaza, alguna pregunta?."

Henrique Tenreiro: "Ninguna pregunta, cuando usted quiera iniciamos." 

Y justo le indica que avance detrás suya como ya había entrenado en la academia, Henrique apuntando directamente a la ventana mientras que a su lado Alfonso dirigirá el binomio hacia la pared que se encuentra a la izquierda de la ventana en busca de la puerta.

Alfonso Armando: "Iniciamos movimiento entonces." 

Tras aquellas últimas palabras de Alfonso, ambos comienzan su lenta pero firme marcha hacía aquella casa que se encontraba a alrededor de 15 metros si continuaban todo recto, y así hicieron, tras que pasara un momento de aquel angustioso momento para Henrique, consiguen llegar hasta la pared y apoyarse en la misma. 

Al parar en la pared, Alfonso comienza a indicarle a Henrique con una mano que se quede detrás suya apuntando a sus espaldas en busca de cualquier intento de rodeo en caso de que ya les hayan visto y hayan salido en su búsqueda, y tras ello continúan el avance por la pared contraria a la que estaba aquella ventana, a paso lento y siguiendo los procedimiento de el combate en interiores. 

Alfonso Armando: "Al final de esta pared esta la puerta, parece estas cerrada, continuemos hasta allí." 

Alfonso le susurra a Henrique aquellas palabras y avanzan hasta la puerta indicada, parecía que la puerta incluso si estaba cerrada, podía abrirse sin tener que tirarla abajo, así que Henrique se pone en el lado de la puerta que tiene la manilla para abrirla mientras que Alfonso se queda en el otro lado preparado para entrar cuando Henrique la abra, y es en ese momento cuando Alfonso comienza a indicarle a indicarle con los dedos cuando tiene que abrir la puerta: [3 ... 2 ... 1... 0]. 

Henrique rapidamente gira la manilla abajo y empuja la puerta con firmeza para que su compañero Alfonso pueda entrar directamente y comenzar aquella obra de teatro a la que Alfonso estaba muy acostumbrado, mientras que para Henrique era su primera vez. 

Alfonso Armando: "Somos agentes de la AAS, venimos a interrogarles, no intenten imponer resistencia o serán abatidos inmediatamente!." 

Las palabras de Alfonso, incluso si consiguieron retumbar en toda la casa con claridad gracias a como las había gritado sin ninguna preocupación por sus cuerdas vocales, no hicieron ningún efecto dentro de la casa, ni tampoco ninguna respuesta por nadie, así que Alfonso comienza a revisar el cuarto por el que había entrado, el cual era una sala de entrada llena de polvo y únicamente iluminada por varías velas que estaban a punto de agotarse, señal que claramente indicaba que alguien había estado allí no hace tanto. 

Alfonso Armando: "No veo que nadie haya respondido, mantente alerta todavía, pero no creo que haya nadie." 

Aquellas palabras recorrieron a Henrique de arriba a abajo llenándolo de tranquilidad y de aquella emoción inicial que tenia por investigar y descubrir lo que había pasado con aquellas personas desaparecidas, así que entra a la casa abandonada solo para cerrar tras de si la puerta y esperar a que Alfonso comience a peinar todo el recinto. 

Henrique Tenreiro: "Entendido!, me permite que encabece yo la búsqueda por la casa Alfonso?."

Alfonso Armando: "Es afirmativo Henrique, avanza hasta la sala principal y ves a buscar pistas que nos puedan indicar donde están las personas que estaban aquí." 

Henrique pasa por detrás de su compañero dejando al mismo investigar la sala de entrada en busca de alguna pista que les pueda interesar, así que abre la puerta contraría a la que tomaron y entra a un pasillo, lleno de polvo y a poco de caerse abajo, y tras mirarlo un momento se dio cuenta de que había dos salidas al final de pasillo, así que se aventura en el mismo, y en el momento en el que llega al fondo se da cuenta de que la salida de la derecha da a un sótano extremadamente profundo: "debe de ser de 8 metros de profundidad", pensó Henrique mientras tomaba la otra salida, llegando a una sala de estar en la que se puso a investigar durante un par de minutos. 

Henrique Tenreiro: "Parece una sala de estar vieja, no parece que tenga mucho [. . .], un momento, Alfonso creo que he encontrado algo!."

Alfonso oyendo las palabras de su compañero, se decide a dejar de investigar la sala de entrar y se acerca a la sala de estar en la que se encontraba su compañero, llegando a la misma y solo viendo un par de sofás desgastados por el tiempo, una mesa en el centro de la habitación y al frente de aquellos sillones había una chimenea la cual estaba investigando Henrique, mas en especifico teniendo en sus manos algo que la mirada de Alfonso no podía ver. 

Alfonso Armando: "Entonces, que es lo que has encontrado? [...] Mejor dicho, que es lo que tienes entre las manos?." 

Al acabar de preguntar  y pensativo de lo que podía haber encontrado su joven compañero en su primera operación, y en el momento en el que Henrique se gira y le revela a Alfonso lo que lleva entre las manos consigue sorprender al veterano de la AAS, ya que incluso con todos los años que llevaba en servicio, jamás había visto una prueba tan peculiar. 

Henrique Tenreiro: "He encontrado una espada, parece ser bastante corta y tiene un mango redondeado, pero por lo que la he cogido es porque esta llena de sangre, y no parece que lleve demasiado tiempo aquí."

Alfonso se llevo la mano a la barbilla reflexionando sobre porque alguno de los tantos grupos terroristas que se creía que estaban desplegados por el área usaría una espada como arma y no intentarían conseguir armamento real en el mercado negro. 

Alfonso Armando: "Creo que es la primera vez que veo que veo que han usado una espada como arma, joder [. . .], en que año estamos para que tengan que asesinar a alguien con una espada?." 

Henrique Tenreiro: "No lo se la verdad, pero supongo que es nuestro trabajo revelar el porque lo han no?, por cierto Alfonso, al otro lado de esta sala hay un sótano, creo que es lo único que nos queda por investigar."

Alfonso Armando: "Bien, vamos a investigar entonces, no me gustaría irme de aquí solo con una espada."

Ambos agentes abandonan la habitación y se dirigen hacía el sótano, solo para darse cuenta de que el sótano es especialmente profundo, dando cabida a la imaginación de ambos de el porque de su profundidad, haciendo que Alfonso saque como conclusión que lo podrían haber estado usando como refugio antibombas durante la guerra. 

Henrique Tenreiro: "Quieres que entre yo primero al sótano y tu me sigues o al revés?.

Cuando Henrique le pregunta eso a Alfonso, el mismo comienza a revisar con la mirada tanto el estado de la escalera como el estado de la puerta, y al final se decide. 

Alfonso Armando: "Iré yo primero, cuando acabe de bajar y entre al sótano sígueme, ya que como intentemos bajar los dos a la vez las escaleras cederán y no podremos salir, o algo peor [...]"

Henrique se hace a un lado para dejar a Alfonso, el cual se comienza a adentrar a la entrada del sótano mientras que cada vez que pisa una escalera el sonido de la madera crujiendo hace creer a ambos que se va a partir y dejar caer a Alfonso, pero al final no ocurre así, y tras caminar con cuidado consigue llegar al fondo y abrir la puerta del sótano para permitir a su compañero hacer lo mismo.

Henrique Tenreiro: "No me esperes, ves entrando que ya bajo."

Alfonso asiente con la cabeza y antes de entrar al sótano enciende su linterna y se adentra en aquel sótano, y cuando comienza a alumbrar el interior se queda mas sorprendido que cuando vio la espada, ya que lo que esperaba que fuera un viejo refugio antibombas era en realidad un almacén lleno de cajas de madera y de barriles, dándole una sensación de como si hubiera vuelto al Siglo XV y estuviera inspeccionando un cargamento de especias de un barco Portugués que volvía de las Indias, así que con curiosidad comienza a dar pasos dentro del sótano en busca de alguna pista que les pueda interesar. 

Alfonso Armando: "Baja Henrique esto no es un refugio antibombas como pensaba, es un maldito almacén enorme y esta lleno de cajas y de barriles viejos [. . .] que cojones, las manos arriba ahora mismo!."

Operación Cabanillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora