Capítulo 7

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Al llegar a las gradas me siento en el sitio de siempre, y, como siempre, Zac deja su mochila a mis pies para que se la cuide.

-¿Te importa si dejo yo aquí también la mía?- me pregunta Marc.

-No, déjala aquí, me da lo mismo vigilar una que dos- contesto.

Miro como empiezan a correr por el césped para calentar. Todos están en buena forma, menos el entrenador, parece ser que no se cuida mucho.

-¿Mirando al nuevo?- pregunta una voz tras de mí.

-¿A ti qué te importa?-contesto la pregunta de Bruno.

-El chaval no es feo, pero, ¿sabes qué?-dice- En mi pensar, nunca se fijará en ti-

Sus palabras me hacen comerme la cabeza.

-Y te preguntarás, ¿por qué?- continúa- Porque me encargaré de dejar marca en mi territorio-

¡¿Qué cojones está diciendo?!¿Cómo que su territorio? Bruno baja las gradas hasta que se queda en frente de mí, me coge del brazo tan fuerte que me hace daño.

-¡Bruno!¿Qué coño haces?¡Suéltame imbécil!-grito.

Parece ser que demasiado alto, tanto que los chicos que estaban corriendo se dan cuenta.

-¡Eh!¡Suéltala!-dice Marc mientras se acerca.

Bruno me tira cada vez más hacia su lado y me agarra más fuerte, hasta que me llega a clavar las uñas. Marc llega y me agarra el brazo.

-Suéltala ahora mismo- impone.

-¿Y sino qué?-dice y me presiona más las uñas, a lo que yo respondo con un pequeño grito de dolor- No vas a llegar ahora a quitarme a mi chica-

-Sino la sueltas el brazo, te lo arranco subnormal-dice Zac que acaba de llegar.

-Bueno, el que faltaba, el novio-dice y se ríe.

Zac responde a eso pegándole un puñetazo en toda la nariz a Bruno, a lo que se anima Marc para pegarle una patada en el estómago.

-¡Eh!¿Qué está pasando ahí?- grita el Sr.Torres mientras se acerca.

-Nada, que este imbécil estaba intentando llevarse a Rebecca a la fuerza-contesta Dylan.

El Sr.Torres se acerca a mi y me mira el brazo.

-Vete a la enfermería a que te curen eso-me dice- Marc, acompáñala-continúa- Y tú- dice y señala a Bruno- Dylan, Zac, llevadle al despacho de la Srta. Miller, esto no se va a quedar así-

-Encantado señor-dice Zac que coge a Bruno del brazo de mala gana, pero antes de irse se gira para mirarnos a mi y a Marc- Cuídala-

Voy con Marc de camino a la enfermería y me cruzo de frente con Mel, Jena y Meghan, ambas me miran un poco raro, ya que Marc no para de mirarme el brazo.

-¿Qué ha pasado?-pregunta Jena asustada.

-Bruno- contesto- Luego os cuento-

-Yo a ese me lo cargo- dice Mel.

Marc y yo seguimos caminando hacia la enfermería y no deja de mirarme el brazo.

-¿Tienes superpoderes mentales para curarme la herida?-digo y me río- Como te veo tan concentrado en mi brazo-

-¡Que tonta eres!- dice y se ríe- No, ojalá tuviera ese tipo de poder-continúa- Es que me parece increíble lo de ese chaval-

-Bueno, Bruno es así, está obsesionado conmigo desde primero-digo- Es muy pesado, no me deja en paz-hago una pequeña pausa- Zac ya le dijo que cómo me hiciera algo le partía la boca, pero le ha partido la naríz-

-No, es que como se le ocurra volver a acercarse a ti o a tocarte, no lo cuenta-asegura Marc.

Llegamos a la enfermería y llamamos a la puerta. No abre nadie. Marc coge el pomo y lo gira.

-Está abierta- dice.

Entramos y, efectivamente, no hay nadie.

-Cojonudo- digo.

-No te preocupes, esto te lo curo yo en nada- dice Marc que me suelta la mano y se dirige al botiquín que hay junto a la puerta.

Me siento en la camilla y estiro el brazo, noto como las pequeñas rajitas se me abren poco a poco y empiezan a escocer. Marc se acerca a mí con unas gasas, betadine y esparadrapo.

-A ver, trae- me coge el brazo con delicadeza-Esto va a escocer un poquito-

Marc echa betadine en la gasa y me la presiona contra el brazo, hago una pequeña mueca al notar como el betadine entra en las rajitas.

-Creo que ya está- dice y me coloca una gasa encima de las heridas y me la sujeta con esparadrapo.

-Gracias- digo y le abrazo.

-Ni me las des- dice Marc mientras me abraza.

Nos quedamos así unos minutos, se está bastante bien, además aquí hace bastante frío y el tiene la piel cálida. Me separo de él, pero no mucho, nos quedamos a unos centímetros, él me mira con sus ojos azules. Marc me coge la cara suavemente y la junta con la suya. Ambos correspondemos al beso. Su boca sabe a menta mezclada con vainilla, es una mezcla un poco rara pero está genial. Me separo de él.

-Perdón, pero tienes entrenamiento-digo.

-Pues habrá que retomarlo en otro momento-dice y me guiña un ojo, me tiende la mano- Vámonos enana-

It had to be You || El empezarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora