It had to be You || El empezar

Capítulo 12

Después de comer todos juntos Mel, Jena, Meghan y yo nos vamos a la habitación de invitados para prepararnos para la fiesta, que bueno, más que habitación de invitados parece una suite, es un lujazo. Empezamos a prepararnos, nos ponemos nuestros vestidos, nos maquillamos unas a otras y a la vez nos arreglamos el pelo.

-Becca, ¿qué te hago en el pelo?-me pregunta Jena.

-Pues no sé tía, estoy entre liso u ondulado-digo- ¿Vosotras qué pensáis?-

Mel y Meghan se miran y dicen al unísono:

-¡Ondulado!-

Mi pelo de por sí ya es liso, pero cuando me lo aliso más me queda precioso al igual que cuando me hago rulos o me lo ondulo. Cuando Jena termina con mi pelo se pone a alisar el de Mel.

-Becca, ¿me maquillas?-me pregunta Meghan.

-Claro, ven-

El vestido de Meghan es de un azul oscuro precioso.

-¿Azul oscuro o claro?-pregunto.

-Oscuro mejor- responde.

Después de maquillar a Meghan ayudamos a Jena con los pompones de su vestido. Escuchamos que pegan a la puerta.

-¿Tanto tardáis en prepararos?¡Son las cinco y media!-se queja Zac.

-Son mujeres, tío-suelta Brais.

-¿Tienes algún problema con que seamos mujeres?-defiende Jena.

-Ninguno-

-Mejor-finaliza Jena.

Se vuelve hacia nosotras.

-No le soporto de verdad-

-¿A quién?¿A Brais? Pero si es muy majo-dice Mel.

-Majísimo, el otro día me crucé con él por el pasillo y al pasar por mi lado me suelta "niñata"-dice- Me dieron unas ganas de soltarle un guantazo-

Todas nos reímos excepto Jena, que sigue con su semblante serio.

-A ver si el dicho se va a hacer realidad-digo.

-Los que se pelean se desean-continúa Meghan.

-Callaos la boca-dice Jena molesta y nos volvemos a reír.

Al salir veo a Zac arreglado, no super arreglado pero va muy guapo.

-Pero bueno, si te has peinado y todo-digo.

-Ja,ja muy graciosa-dice- Vas preciosa princesa-

-Gracias, tu también-le digo y le abrazo.

-Oye, ¿sabes dónde está Marc?-pregunto.

-Creo que seguía en la habitación de Dylan, tenía un problemilla con la vestimenta-responde Zac riéndose.

-¿Dónde está su habitación?-

-Arriba a la derecha, ¿por qué?-pregunta.

-Porque quiero asegurarme de que no le habéis hecho nada por ser nuevo, que os conozco y sois unos cabrones- respondo.

-¿Nosotros? Me ofendes Rebecca-dice Brais riéndose.

Ignoro sus risas y voy directa a la habitación de Dylan. En cuanto llego, la puerta está entreabierta.

-¿Se puede?-

Nadie responde así que paso. Al entrar me encuentro con Marc sentado en la cama de Dylan, con su cabeza entre sus manos, levanta la cabeza para mirarme y me doy cuenta de que va con la misma ropa de antes.

-¿No te cambias para la fiesta?-pregunto.

-Lo haría encantado, pero los gilipollas estos me han metido el traje en vino y está empapado-

Miro el traje que está en el suelo, es precioso pero está todo entero manchado de vino, si es que son unos cabrones.

-Joder, lo hacen con todos los nuevos-digo y me acerco a mirar el traje-Pero son gilipollas, porque no saben que hay una forma de que salga esa mancha de la ropa-

-¿La hay?-

-Pues claro, si me dejas que luego me lo lleve a casa, yo te la quito-digo y le sonrío.

-¿En serio?-

-Sí-

-Pues gracias de verdad, porque ese traje era de mi padre-dice y su semblante cambia, ahora está triste, bastante.

Recuerdo la foto que vi en su perfil de Instagram y las únicas palabras que salen de mi boca son...

-Siento mucho lo de tus padres-

-No te preocupes, tengo que seguir viviendo sin ellos, se lo prometí-responde.

-Siento ser cotilla pero, ¿qué les pasó?-

-Pues mi padre conducía nuestro barco y le dió un infarto justo allí, lo consiguieron estabilizar en el hospital, pero le quedaron secuelas y los médicos dijeron que no duraría mucho-hace una pausa- Entonces, para disfrutar el poco tiempo de vida que tenía mi padre, nos fuimos en la caravana de mis abuelos a la playa pero como vivíamos en un pueblo pequeño, para llegar a la playa tenías que pasar unas montañas y en una de ellas a mi madre se le fue el control de la caravana-me siento a su lado para escucharle mejor- Los dos se quedaron inconscientes y yo no sabía qué hacer, llamé a mi abuelo y enseguida vino la ambulancia. Cuando llegamos al hospital yo estaba temblando de miedo, no sabía que les podía pasar, hasta que me dijeron que los órganos de sus cuerpos estaban machacados del impacto y que no podían hacer nada-

Le miro y veo como cae una lágrima por su mejilla, se la limpio con mi pulgar.

-Luego, tenía que quedarme con alguien y a mis abuelos no les dejaron quedarse conmigo, así que me quedé con mis tíos y con Meghan, que para mi ha sido un apoyo muy importante-se queda callado unos segundos- Y como en la casa de Meghan solo había dos habitaciones, pues nos tuvimos que mudar aquí-

-De verdad que lo siento mucho-digo.

Vuelve a mirar al suelo, poso mi mano en su hombro y me mira, le abrazo y él a mi. Sé cuando la gente necesita un abrazo y no que te quedes callado o empieces a hablar. Para calmar un poco el ambiente, me separo de él y le cambio de tema.

-¿Y ahora que te vas a poner?-pregunto.

-Pues me quedaré con lo puesto, no me queda otra-

Me fijo que debajo de la sudadera trae una camisa negra.

-Quítate la sudadera-digo.

-¿Qué?-

-Que te quites la sudadera-insisto y veo como pone una mueca pícara- Hazme caso-

Se quita la sudadera y veo como se le marca la tableta con esa camisa.

-Vale, déjamelo a mí que esto lo arreglo-digo.

Se levanta y obedece a lo que le digo. Le revuelvo un poco el pelo, cosa que no le gusta porque pone una mueca rara que hace que me ría.

-¡Ala! Ya estás-digo sonriente.

Se mira al espejo y se retoca el cuello de la camisa.

-¿Cuántos favores me debes ya?-digo.

-Calla, enana-