Después de lo ocurrido con Will Byers y su familia, unos niños iniciaron un nuevo año en el pueblo de Hawkins, Indiana. Con la ausencia de su nueva amiga Eleven, lidian con nuevos retos que los llevan a enfrentarse de nuevo a los peligros del Upside...
Solo faltaba un mes para la mudanza de los Byers, Max aprovechaba todo el tiempo que pidió con Billy, Once y Will, a veces con sus amigos hacían pijamadas en la casa de Mike, también iban a jugar videojuegos la mayor parte del día y los niños se reunían en casa de Mike para jugar D&D.
Billy no había vuelto a manejar su auto desde el incidente, por lo que decidió dárselo a Jessica para que lo cuidara, ella obviamente no lo esperaba, pero acepto tenerlo hasta que el estuviera listo para volver a conducirlo.
Ella estaba en el camaro manejando por el pueblo, ahora que se quedaría en Hawkins tendría que buscar un trabajo con el cual ganar algo de dinero, ya había aceptado vivir con Steve después de la mudanza, pero de ninguna manejar se iba a quedar ahí viviendo del dinero de los padres del chico, así que ahora iba camino a un pequeño almacén de música que había en la ciudad cerca de Family Video, el administrador era un joven unos años mayor que ella, era buena gente y le había explicado amablemente la forma en que manejaban el negocio, ahí también trabajaba una chica que también había salido recién graduada de la preparatoria, se llamaba Alisson, Jessica no la había visto nunca, pero ambas se llevaron bien al instante, empezaría a trabajar ese mismo día y ella junto a la otra chica serían las que atenderían a los clientes, su jefe rara vez lo verían.
Trabajo casi todo el día y cuando ya era hora de cerrar, ella y Alisson se despidieron cada una yéndose por su lado.
Cuando llego a la casa Joyce la recibió con la cena hecha, Will y Once también estaban en la mesa comiendo, no había rastro de Jonathan ni de Billy, probablemente estaban pasando el rato con Steve y Nancy.
-¿Qué tal el nuevo trabajo? -Joyce se sento enfrente de ella mirando con curiosidad.
-Está bien, van muchos clientes y las personas de ahí son amables...
-Me alegra escucharlo, tal vez puedas ayudar a Steve y a Robin a buscar trabajo ahí.
-Dudo que Steve sea bueno distinguiendo los gustos musicales de las personas, además Robin me dijo que tenía unas cuantas opciones de trabajo.
-Okey...-Murmuro Joyce sin agregar nada más, ella se había dado cuenta que, desde hace dos meses, Jessica mantenía la distancia con sus amigos, no le preocupada demasiado, pero no quería que se quedara sola la mayor parte del tiempo, sus hijos trataban de animarla de vez en cuando, pero ahora ella se mantenía impasible con lo que sentía, Joyce se sintió mal cuando le dijo que no iba a ir con ellos a California, pero ella ya tenía dieciocho años y había tomado esa decisión.
Joyce no la iba a juzgar porque sabía lo que le pasaba, a diferencia de Joyce quien decidió irse de Hawkins para cambiar de página y seguir adelante, Jessica no era capaz de hacerlo y la mujer sabía que sería difícil para ella irse, porque sabía que ella no estaba lista para avanzar, no aún.
(...)
A la mañana siguiente Jessica volvió a salir a su trabajo, mientras que Joyce y los niños se quedaron en la casa, habían empezado a limpiar la casa para la venta que se realizaría en un mes, al rato llegaron Max y sus amigos acompañados de Billy y Jonathan a ayudarlos.
-¿Feliz de volver a California? -Le había preguntado Mike a Billy.
-Ja, si chico, pero admito que extrañare este pequeño pueblo de mierda.
-¿Al pueblo o a las personas? -Le pregunto esta vez Jonathan.
-Más las personas, definitivamente.
-¿Qué era lo que más hacías en California? -Le pregunto esta vez Lucas.
-Surfeaba la mayor parte del tiempo
Dustin lo miro con emoción en sus ojos ante la respuesta, al igual que los otros niños excepto Max, quien ya lo sabía.
-¡Genial!
-¿Les enseñaras a Will y a Once? -Mike espero la respuesta, mientras que los dos niños mencionados sonriendo esperanzados, Billy rio.
-No sería una mala idea ¿Ustedes quieren aprender? -Ellos asintieron rápidamente- Okey, si podría hacerlo, pero Joyce tendría que darnos el permiso.
Will y Once corrieron inmediatamente a la habitación donde estaba Joyce, todos escucharon su emoción en sus voces cuando le imploraron a la mujer que les diera permiso, Jonathan rio al lado de Billy, él lo miro.
-También podría enseñarte Byers.
-No gracias, prefiero quedarme en tierra por ahora.
-Bien, lo que tú quieras Byers, no sabes lo que te pierdes- Max le regala una sonrisa a Billy y este le correspondió.
Después de unas cuantas suplicas y la afirmación por parte de Billy de que no dejara que se lastimen, Joyce finalmente acepto.
-Harán todo lo que Billy les diga ¿De acuerdo?
Los dos niños asintieron sin dudar, y Billy lucho para no reírse de sus caras de pura emoción.
Pasaron el resto de la tarde hablando después de la limpieza, tiempo más tarde llego Steve para llevarse a los niños, se despidió de Joyce, Jonathan y los niños, Billy los acompaño hasta el auto.
-¿Aun de niñera, Harrington? Deberías empezar a cobrar y no trabajar gratis.
Steve rio negando con la cabeza.
-Cállate, Billy. Y soy Steve, ya deja de llamarme por mi apellido.
-Lo hare cuando me canse, Harrington.
-Eres imposible.
-Gracias, yo también me creo inalcanzable.
-¡Eso no es lo que dije!
Ambos empezaron a reír, mientras los niños luchaban por acomodarse en el auto de Harrington. Steve volteo a ver a Billy antes de subir al coche.
-El viernes, Robin y yo haremos una noche de películas, si quieres puedes unírtenos.
-Lo pensare Harrington.
-Está bien, adiós.
-Adiós.
Se despidió de los niños, Steve encendió el auto y arranco, Billy suspiro y volvió al interior de la casa. Considero la invitación de Steve, después de todo ya solo faltaba un mes para su partida, no le caería mal pasar el tiempo con ellos.
(...)
Después de que Steve la dejara afuera del parque de remolques, Max camino hasta su casa, ella y su madre se habían mudado hace unas pocas semanas, Billy las había ayudado con la mudanza al igual que Steve, pero ahora su madre se la pasaba fuera por sus dos trabajos, por lo que cuando llego a la casa aun su madre no había llegado, Max dejo su mochila sobre su cama y fue al pequeño refrigerador para sacar un poco de comida para el perro que tenían afuera.
Max salió y fue hacia la pequeña reja donde estaba el cachorro con su casita, cuando vio a la niña llegar se alegró moviendo su colita de un lado a otro sacando la lengua.
-Hola pequeño, te traje algo de comida.
Max alimentaba al animal, cuando vio una camioneta llegar, la reconoció al instante, era su vecino de al frente, no recordaba bien su nombre, pero parecía ser como de la misma edad que Billy.
El chico bajo de la camioneta y fue directo a su remolque, Max distinguió unas letras de su camisa, Hellfire club, no tenía ni idea de que rayos era el Hellfire club y no le importaba, desvió la mirada y siguió alimentando al perro.
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