LA MALDICION

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Max iba a morir y no quería que Billy se enterara. Steve estaba en completo desacuerdo, el chico le había prometido al rubio que cuidaría de Max cuando él no estaba y ni de broma iba a romper su promesa, Steve y Billy habían empezado a tener una cercanía cuando el rubio estuvo bajo observación en el hospital, Steve le había ayudado en unas ocasiones con sus terapias cuando Jessica o Joyce no podían ir, ambos habían iniciado una amistad que otros creían imposible, y el hecho de que Max le pidiera que no le dijera a Billy lo que estaba pasando, lo irrito notablemente.

—Max, no puedes ocultarle esto a Billy, el merece saber que Vecna va a atacarte.

—Por favor Steve, lo último que quiero es que él se preocupe, en especial si no puede hacer nada.

—¿Por qué estás tan convencida de eso? ¡No te pasara nada, Max! Evitaremos que Vecna te atrape.

—Ustedes no lo saben.

Steve empezó a desesperarse, no entendía porque la chica no estaba preocupada por su posible muerte, si él estuviera maldecido, tendría miedo hasta de su propia sombra si eso significaba que un ser de otra dimensión fuera a matarlo.

Habían llegado a casa de los Wheleer, ahora estaban en el sótano tratando de averiguar que poder hacer para salvar a Max de la maldición, Nancy y Robin tuvieron un plan que tenía que ver con infiltrase a un hospital de salud mental, por lo que Steve había vuelto a ser el encargado de cuidar a los niños mientras ellas iban a buscar respuesta de Victor Creel, un hombre que había sobrevivido a la maldición años atrás.

Max había abandonado la pequeña discusión con el mayor y se había puesto a hacer algo en el escritorio que estaba en el sótano, Steve, Dustin y Lucas la estaban mirando desde el sofá.

—¿Podrían dejar de mirarme?

Los chicos apartaron su mirada de inmediato fingiendo que estaban haciendo otra cosa, la pelirroja suspiro caminando hacia ellos con algo en mano. Le entrego las cartas de Will y Once a Dustin, a Lucas le entrego la suya.

—Y esta es para ti—Le tendió una a Steve—Y estas son para Billy y Jessica.

El chico se quedo mirando las otras dos cartas en sus manos, volvió a mirar a la chica confundido, pero fue Lucas quien hablo antes que él.

—Max, no tienes que darnos cartas, nada te va a pasar, Nancy y Robin están buscando algún indicio para...

—¡No! No me digan que todo va a estar bien cuando en realidad es así, toda mi vida me han dicho eso y no es verdad, debí haberme dado cuenta que sería la siguiente, era obvio.

Los chicos vieron a la pelirroja en silencio, con un miedo en su interior que iba creciendo cada minuto y Steve estaba pensando en cómo carajo le iba a decir a Billy lo que estaba ocurriendo.

(...)

Billy estaba mal.

Eddie estaba aterrorizado.

Y Jessica estaba preocupada.

El rubio aun sentía a Vecna tratando de penetrar su mente, no había tenido esa sensación en varios meses y eso lo estaba volviendo loco, sabía que no era el azotamentes, pero no lo confortaba ni un poco saberlo, Vecna era demasiado fuerte y la castaña estaba fortaleciendo las barreras de su mente cada vez con más urgencia. Los tres estaban en la casa, Eddie tratando de contactar a los demás, pero simplemente solo escuchaba estática del otro lado, Jessica se estaba preocupando aún más con el hecho de que no respondieran.

—¿Sigue ahí? —Pregunto el metalero con miedo en su voz.

La chica lo miro y confirmo con un asentimiento que seguía sintiendo la presencia de Vecna en la mente de Billy.

Two different worlds || Eddie Munson || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora