CAPITULO 4

160 10 4
                                    

Savannah Anderson

Salí despavorida de la casa de los Brown, Max es una persona intimidante, mientras que Alexander te mira todo el tiempo con burla y coqueteo.

Jamas me había sentido tan nerviosa con una persona, pero esque ambos hermanos son guapos, me imagino que deben de tener a cualquier mujer a sus pies. - siento un profundo desagrado en solo pensarlo -

Cuando Alexander rozo mi mano con la suya, mi cuerpo se estremeció por completo y que decir cuando Max me beso el dorso de mi mano, joder pero que mirada me lanzo, mis bragas se mojaron con solo ver esos ojos. - pero porque pienso esas cosas, es tan pecaminoso -

Mi cabeza tiene una y mil dudas y ya no puedo estarme cuestionando nada sobre esos hombres, mañana los veré y ya no sera asi hasta que toque el pago de alquiler , voy a tratar de que se realice de forma que no los vea mas, los hermanos solo me traerán mas problemas y es de lo que vengo huyendo.

Camino por el pueblo buscando si hay algún local que solicite trabajadores, pero no hay algún anuncio que me haga entender eso.

Localizo una cafetería y decido entrar a tomar una refrigerio, tal vez como es el lugar donde acude toda la gente del pueblo el dueño pueda ayudarme a averiguar si hay algún empleo para mi.

La campanilla suena avisando mi llegada, me acerco a la vitrina y un señor de la tercera edad me sonríe con ternura.

-Hola, buenas tardes quisiera ordenar algun alimento- le sonrió simpáticamente

-Ohh claro que si, eres nueva en el pueblo verdad?, pocas veces veo rostros diferentes por aquí

-Si señor, llegue apenas ayer y me hospedó por lo pronto en el hotel bugambilias, me llamo Savannah.

-Mucho gusta señorita, yo soy el dueño de esta cafetería me llamo Mateo pero todos me conocen como "mati", toma asiento en un momento te llevare nuestro mejor platillo, se que te gustara - me guiña un ojo y desaparece por la cocina.

Ubico una mesa desalojada en la esquina, y me dirigió a sentarme, observó el lugar y tiene 15 mesas para aproximadamente 4 personas cada una, yo creo que el señor mati debe de tener mucho trabajo.

Pasan unos minutos cuándo veo al señor mati dirigirse a mi mesa con un platillo.

-Aquí tienes, la especialidad de la casa chilaquiles en salsa verde y para tomar que deseas tenemos agua natural de frutas y refresco.

-Un agua de melón esta bien, por favor - le sonrió con ternura

-Claro te la traigo en un momento- camina deprisa regresando a la cocina.

Después de comer esos chilaquiles que por cierto estaban deliciosos, me acerco a la vitrina con el señor mati.

-Cuanto es lo que le debo de mi comida y mi agua, señor mati?

-Cortesía de la casa, como eres nueva en el pueblo es gratis para darte la bienvenida- comenta entusiasmado

-Ohh agradezco ese detalle nunca se me olvidara tan grandioso regalo, por cierto señor, estoy buscando algún empleo sabe si estan ocupando en alguna parte del pueblo? - pregunto curiosa

-Por el momento no se de alguno, pero yo aqui tengo mucho trabajo necesito una mesera el horario de la cafetería es de 7am a 4pm podrías trabajar en ese turno?

-Claro que puedo, me interesa mucho además tengo experiencia en ser mesera cuando puedo iniciar? - pregunto animada

-El dia lunes si te parece bien a las 7am, se puntual - sonríe

El Pecado de Savannah Donde viven las historias. Descúbrelo ahora