Capítulo Cuatro.

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Un par de días pasaron y unas nuevas cartas habían aparecido clavadas en la puerta de Mitsuki. Incluso se podían visualizar pequeños huecos gracias a los kunais, lo cual arruinaba un poco la estética del hogar, pero eso no le molestaba ni un poco. De hecho, estaba disfrutando de este espectáculo que estaba viviendo en carne propia. 

Tenía dos nuevas cartas que contenían letras legibles y eran demasiado largas por tantas palabras profesando amor hacía él y luego estaban las otras cuatro cartas de caligrafía espantosa y que apenas contenían frases cortas y confusas. 

Ambos montones estaban en su mesita de noche, aunque las tres bien legibles estaban más cerca de su cama, porque siempre que tenía un tiempo tranquilo le gustaba releerlas, le hacían dar pequeñas sonrisas al ver tanto amor expresado. 

"Ay, Boruto, no sabía lo bien que te guardabas ese lado romántico tuyo..." Fue el pensamiento que aterrizó en su mente luego de releer la segunda carta. 

Conocía muy bien quién era el autor de estas tres cartas, pero quería seguir disfrutando de la lamentable actuación anónima por parte de Boruto. En realidad, desde antes de las cartas sabía muy bien sobre sus sentimientos. Claro está que no iba a pasar desapercibido fácilmente los sonrojos y tartamudeos, pero no actuó ante ellos más que hacerles pequeñas bromas y así ponerlo aún más nervioso, disfrutaba de verle así. 

Sabía que Boruto era el escritor de las cartas legibles, pero si vamos a ver quien podría ser de las otras, no tenía las suficientes pruebas para declarar correctamente quien habría sido el culpable. Mitsuki primero quería descubrir ambos autores y ya luego decirle a cada uno su respuesta, uno de ellos tendría una positiva. 

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Ambos adolescentes estaban caminando lado a lado, se habían encontrado de pura casualidad y decidieron seguir juntos por un rato más, mientras iban a sus distintos destinos. Boruto aprovechando esto, retomó el tema que tantas inquietudes le estaban provocando. 

—Han pasado unos días ¿Pudiste encontrar a los autores de las cartas? -Hablaba mientras estaba algo más cerca de lo habitual de Mitsuki. 

—Ahora que lo mencionas, sí. Ya sé quién fue el que mandó las cartas largas. -Dio una de sus típicas sonrisas calmadas. 

Boruto casi pasaba a mejor vida por la gran sorpresa que había recibido, pero logró controlarse y se intentó mantener lo más calmado posible mientras continuaba la conversación. 

—¿¡Ah sí!? ¿Y quién es el pequeño bribón? -Quería comprobar si Mitsuki de verdad lo había atrapado, tal como una trampa a un ratón. 

—No te lo pienso decir Boruto. -Le puso una mano sobre el hombro. —Sería descortés de mi parte difundir quien escribió esas cartas que revelaban esos sentimientos. Además, para empezar, solo yo debería de conocer su existencia... Tú te colaste a este tema y luego colaste a Kawaki. 

—¡Pero no lo digas así Mitsuki! -La alteración subía cada vez más por sus venas. —¡Te he dado mucho apoyo moral estos días, de veras! ¡Además...! -Dejó de hablar abruptamente. 

—¿Además, qué? -Cerró levemente los ojos mientras seguía sonriendo, esto se estaba poniendo interesante. 

—Mitsuki... ¿Te falta descubrir quién escribió las cartas casi ilegibles, no es así? 

Cartas de TontosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora