Si nos ponemos a pensar,
el aire se contaminó con pólvora,
Y en algo más que simplemente sombras.
Empezó a doler,
Una herida que a veces
la ineptitud no pudo coser.
Comenzó a caminar,
El prado de césped verde
no sé hallaba igual,
Le faltaban dos risas
que le hacían delirar.
Había empezado a doler en verdad.
Dos lágrimas no fueron suficiente
para callar lo que se quemaba
dentro de un alma.
No quería repetir,
el silencio de las sonrisas
le hacían recordar,
algo iba mal,
el mundo no la podía cambiar.
Se iba descosiendo,
Cómo pólvora en aire:
Casi mortal.
El frío atacaba su cuerpo
y le hacía gritar.
Poco después se aferró a otra necesidad,
la hizo suya,
la tomó,
para luego echarla a andar.
Otra más,
espinas de rosas negras
iban arrebatándole su cordura.
Ahí estaba,
La razón de su llanto descomunal.
El aire con pólvora le era fatal,
le dolía los ojos,
no podía inhalar,
Exhalaba algo
que le minaba la moral.
Ya luego respiró profundo
y terminó muerta
en su propio funeral.
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Entre Letras, Tú
PoetryHe cometido un asesinato, Uno que lleva tu nombre, Uno que huele a peligro, Uno que me invita a esconder mi instinto, Uno que se come a los hechos, Uno que entrega a la Luna tus labios míos, Uno que hoy se titula "Tú", Uno que enciende la llama del...