"Yo te prometo amor, que ni la muerte podrá separarnos, y si la vida me aleja de ti, yo me alejaré de ella"
La belleza de lo común, es algo que muy pocos pueden valorar, cegados por la falsa ilusión de algo único y maravilloso.
Como una simple flor...
Hyunjin podría considerarse muchas cosas, menos un chico muy extrovertido, porque no, para nada lo era.
Nunca había tenido una pareja, y solo uno o dos amigos, en realidad, era porque muy poco le interesaba tener alguna relación amorosa u amistosa, por lo general las personas lo hacían sentirse estresado, aburrido o desinteresado.
Hyunjin nunca había sentido la necesidad de ver a alguien, hasta que conoció al chico del lago.
Tampoco sabía exactamente cuál era su sexualidad, no es como si esto le importara mucho, pues creyó que nunca tendría interés romántico en alguien, pero por supuesto que no quería limitarse a nada, porque muchas veces Hyunjin pensó en cómo sería amar, no amar a una chica, no amar a un chico, solo amar a una persona, amar un alma.
7:30am.
—Creo que...son perfectas— observaba el bonito ramo de flores que había encontrado.
La verdad, las había robado mientras venía caminando de la panadería.
—¿Le gustarán?— suspiraba sentado en la ventana de su cuarto, el cual daba una hermosa vista a la ciudad.— Debería estar preocupado por terminar mi pintura, sin embargo estoy arreglando un ramo de flores para dárselas a un chico.— rió para sí mismo.
La noche anterior realmente no había hablado mucho por chat con Jeongin, como le hubiera gustado, ya que el chico no respondió a su último mensaje, sin embargo las ganas que tenía de verlo eran tantas que al día siguiente fue más temprano de lo normal a la colina frente al lago, y esta vez iba con un bonito regalo para el menor.
Ese día, habían algunas personas en ese sitio del lago, lo cual fue raro para él, y también hizo un descubrimiento: Las personas sí caminaban por ese lugar, solo que cuando Hyunjin llegó los días anteriores, la gente ya se había ido.
Y ese día no fue la excepción, unas horas más tarde, justo a la hora donde Hyunjin llegaba normalmente, las personas empezaban a irse, y Hyunjin sentado en la colina esperaba pacientemente por ver a su niño, con la esperanza de que llegase temprano también, pero no lo hizo.
Pensó en enviarle un mensaje, pero se arrepintió al recordar que no había obtenido repuesta del último mensaje de Jeongin, entonces se acostó en el césped, cerró los ojos y empezó a pensar.
Tal vez no había sido tan importante para Jeongin, tal vez lo haya olvidado, tal vez no iba tan seguido al lago como le dijo, y tal vez no lo volvería a ver.
—Tal vez...
—¿Estás dormido?— Era esa bonita voz, seguida de una suave risa, se sobresaltó un poco y abrió los ojos, pero aliviado de que el niño de ojos bonitos llegó.
—No, no no— se apresuró a decir, levantándose para quedar sentado al igual que Jeongin.— Solo estaba pensado en...en que creí que no llegarías hoy.— sonrió mientras bajaba su mirada.
—¿Hace cuando estás aquí? Creí que llegaríamos al mismo tiempo.— hizo una pausa — Espera, ¿Me estabas esperando?
Las mejillas de ambos chicos se sonrojaron mientras Jeongin reía encantado y Hyunjin trataba de buscar una excusa, pero esta nunca llegó y solo aceptó, aunque en su mente había quedado como un loco desesperado por ver al menor.
Y tal vez sí lo era.
—Lo siento Hyunjin— había dicho Jeongin luego de un rato, a lo que el nombrado lo miró confundido— Por no responder tus mensajes, de verdad lo siento, pero mis padres no me permiten usar mi teléfono por mucho tiempo, cuando llegué a casa, no lo pude usar.
¿Puede alguien verse tan lindo y tierno con decir algo tan simple como eso? Jeongin, eres tan bonito. Pensó Hyunjin.
—Oh, no te preocupes por eso, esperaba verte aquí igual, es mucho mejor hablarte en persona.
Ambos se miraron a los ojos por un instante de sentimientos mutuos sin descubrir, tal vez diciéndose mucho o callando todo para sí mismos, no lo sabían, lo que sí sabían es que querían estar cerca del otro por mucho tiempo más.
Hyunjin había mantenido el ramo de flores oculto todo ese tiempo, al lado de su mochila donde cargaba sus materiales de dibujo, materiales que por cierto, no tocó nuevamente, pensó que sería un buen momento para darle al chico su regalo, justo cuando esté habló en tono alto y dijo:
—¡Jinnie! A que no adivinas, alguien entró al patio de mi casa y robó las flores de mi abuelita, está muy triste.— exclamó con algo de enojo en su voz.
Oh no... Y Hyunjin tuvo que hacer un esfuerzo por no soltar una carcajada.
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exactamente un mes sin actualizar kksksd había perdido la inspiración y sinceramente creí que no volvería a actualizar, pero unas pocas personas estuvieron votando y me dieron ánimos, muchas gracias :3
capitulo largo por el tiempo en que no actualicé, espero ser constante de ahora en adelante, quiero avanzar a la parte donde llegará el sufrimiento porque es lo que más me gusta leer y ahora lo podré escribir kskd, gracias por leer.