Bonita casualidad | Pierre Gasly

Capitulo 1

El sol comenzaba a asomarse por la ventana de mi habitación. Eran las 6:30 am y como todos los dias me dispuse a levantarme e ir a correr. Nunca habia sido una chica deportista pero desde hace un par de años me había aficionado a salir apenas saliese el sol y algunos dias me animaba a ir al gimnasio. Estamos a mediados de Mayo asi que ahora el sol sale bastante mas temprano de lo normal.
Despues de estirarme un poco y espantar los traviesos pensamientos de quedarme durmiendo, camine hasta el armario y escogí lo mas comodo para salir a correr. Empieza a hacer calor asi que lo mejor eran unos leggings deportivos cortos y un top del mismo color, para ir a juego, ya sabeis.

Despues de hacerme una coleta alta, baje las escaleras de la casa para escoger una fruta al azar y devorarla en menos de 5 minutos. Es demasiado pronto asi que a esta hora no suele haber nadie despierto pero por alguna razón, Marc, mi hermano mayor, estaba sentado en el salón con su movil en la mano.

Emma: Que haces despierto a esta hora?

Marc: Salir a correr

Me rei ante su comentario, si yo era poco deportista mi hermano lo era menos, jamas hacía ejercicio, y a pesar de eso, estaba en forma y tenia buenos brazos.

Emma: Venga enserio, que haces levantado?

Marc: Acaban de salir a la venta las entradas para el GP de aqui de Barcelona, si no me doy prisa me quedare sin la mia.

A Marc le encanta todo el tema de las carreras, ya sea de coches, motos, lo que sea, pero sobre todo, la Fórmula 1 le encanta. En repetidas ocasiones me ha hablado sobre las carreras y los pilotos pero yo no le hago mucho caso, simplemente hago como que le escucho. A pesar de esto, algo que si comparto con mi hermano es el gusto por los coches, el sabe mucho mas que yo de ellos, tanto externa como internamente, yo, bueno, digamos que yo me quedo con la estética. Los deportivos son mi debilidad, siempre me quedo atontada con los coches de lujo que suelen verse por la calles de Barcelona a veces.

Emma: Muy bien, pues comprala rapido no vaya a ser que se agoten y tenga que aguantar tus lloros durante toda la semana — vacilé.

Marc: Sisi, por que mejor no te vas ya a correr — dijo sin levantar la mirada de su teléfono

Eso haré — dije mientras abría la puerta principal de casa y salía cerrando con cuidado.

Cuando éramos pequeños, mi hermano y yo no nos soportabamos, discutiamos todos los dias y siempre alguno de los dos terminaba siendo castigado por culpa del otro. Actualmente nos llevamos mucho mejor, supongo que ambos hemos madurado y nos entendemos mejor. Marc tiene 26 años mientras que yo tengo 22.

Siempre hago la misma ruta pero hoy me apetecia mucho ir a correr a la playa, no estaba muy lejos, tal vez 10 minutos caminando, asi que calenté un poco los pies y salí directa hacia allí.

Cuando llegue a La Barceloneta me fijé en que no había casi nadie, solamente gente como yo, que caminaba tranquilamente por la playa. Me quité las zapatillas y caminé por la arena hasta la orilla del mar. El agua estaba fría pero era un frío reconfortante. Después de observar un poco el horizonte y las gaviotas volando por los alrededores, ande tranquilamente hacia un lado de la playa. Justo hacia donde caminaba se veía uno de los hoteles, a mi parecer, mas impresionantes de toda Barcelona, una inmensa construcción repleta de cristales y con una bonita W en lo mas alto. Me parecía fascinante aquel edificio, y rodeado de palmeras era mas bonito aun.

Seguía caminando mientras escuchaba las olas llegar y miraba hacia el suelo para ver como mis dedos desaparecian y aparecian entre la arena mientras caminaba hasta que escuché pasos delante mía, levanté la vista rápidamente para ver que no iba a chocar con nadie y vi a un chico que caminaba en mi dirección pero con una distancia de separación suficiente como para pasar cada uno por un lado. Era un chico alto, iba sin camiseta y llevaba unos airpods puestos. Tenia unos ojos azules que se veían desde la lejania. El chico era guapo, las cosas como son, asi que obviamente me fijé en el. Cuando me di cuenta, nuestras miradas se cruzaron y el me sonrió, a lo que yo, le devolví amablemente la sonrisa.

Despues de cruzarme con el me quedé pensando en como es que nunca le había visto, pero teniendo en cuenta que Barcelona es una ciudad muy grande tampoco me pareció raro no haberle visto antes.

Volví a casa despues del largo paseo y entré en la cocina para beber agua. Eran las 8:30 y a las 10 tenia una reunión con la empresa con la que estaba trabajando.
Ah si, estudié fotografía y ahora trabajo para una empresa de modelos, es pequeña pero estoy contenta con el trabajo.

Despues de atiborrarme a vasos de agua, fui hasta la terraza para saludar a mama y papa que estaban desayunando al aire libre.

Emma: Buenos dias — dije sonriente.

Mama: Hola hija, ya has vuelto?

Emma: Si, tengo reunión en un par de horas.

Papa: Y has desayunado ya?

Emma: No, aun no, voy a ducharme y bajo a desayunar algo.

Mama: Vale hija, te esperamos.

Entre en la casa y camine hasta mi habitación para darme una buena ducha. Después de eso me vestí para la reunión y bajé a desayunar junto a mi familia.