Capitulo 11

725 55 11
                                    

Cuando salí del pequeño shock en el que había entrado me di cuenta de que ya estábamos aparcados en un lugar diferente, frente a otro edificio. Charles me miraba con pena y me acariciaba el hombro izquierdo a modo de apoyo. Yo no podía parar de llorar así que solo pude seguir al ojiverde que bajaba mi maleta y entraba en el edificio. Después de subir en el ascensor paró frente a una puerta y sacó unas llaves para después abrir la puerta.
Me limpie un poco las lágrimas y pregunté.

- Dónde estamos?

- Bienvenida a mi humilde hogar - dijo sonriendo levemente.

- Esta es tu casa? - pregunté mientras admiraba cada esquina del lugar.

- Si, esta es mi casa.

- Que bonita, es muy... tu.

- Suelen decírmelo.

Me hizo reir pero no pude aguantar el buen humor durante mucho rato. Realmente estaba destrozada después de haber visto aquello. Pierre y yo aun no éramos nada pero, como suelen decir, los casi algo duelen más.

- ¿Cómo estás? - preguntó el chico de mi lado.

- No lo sé. Triste supongo. - me lleve una mano a la frente y continúe - Charles, me he
gastado casi todos, por no decir todos, mis ahorros en venir hasta Mónaco porque pensaba que asi podriamos, no se, empezar a consolidar una relación pero me encuentro esto y... no se, estoy más decepcionada que triste a decir verdad. Y tampoco puedo reclamarle nada porque al fin y al cabo él y yo solo somos amigos.

- ¿Decepcionada? De el?

- No, de mí, por haberme dejado ilusionar.

Me miró sin decir nada por unos segundos y habló.

- Te quedarás aquí mientras estés en Mónaco - dijo el muy seguro de sí mismo.

- No puedo quedarme aquí, ya he reservado un hotel Charles.

- Emma, puedes cancelar la reserva y que te devuelvan el dinero, además, no pienso
dejarte sola toda una semana por estas calles.

- De verdad que no hace falta.

- Lo sé, pero quiero hacerlo, ¿para eso están los amigos no? - sonrió.

- Muchas gracias Charles, eres un sol - me acerque y lo abrace en señal de
agradecimiento.

A pesar de conocernos desde tan solo 1 semana el ojiverde se había convertido en un muy buen amigo y le tenía mucho aprecio. Los primeros días igual me interesé por él de una manera diferente pero después de esta semana tengo bastante claro que solo lo veo como amigo.

- Ven, te enseñaré tu habitación.

Después de calmarme un poco mientras organizaba mis cosas Charles me ayudó a cancelar la reserva del hotel y recuperar aquel dinero. Cuando quise darme cuenta el chico que me acompañaba ya había preparado algo de comer.

- Esto esta buenisimo, no sabia que cocinabas tan bien - exclamé relamiendome los labios.

- Bueno, hay muchas cosas que todavía no sabes de mi Emma.

- Ya veo, eres una de esas cajas sorpresa.

- Se podría decir que si.

Llevaba horas sin mirar el teléfono así que decidí revisarlo un poco. Lo único que me encontré fue mensajes de mi hermano y Lando, quienes ya habían visto todo, y 500 páginas de cotilleo resubiendo las fotos de la fiesta de Mónaco, incluidas las de Pierre. No pude evitar echarme a llorar de nuevo.

- Ey, no llores - dijo Charles entrando en la habitación lentamente.

- No puedo evitarlo, y tampoco sé por qué me siento tan mal.

Bonita casualidad | Pierre Gasly Donde viven las historias. Descúbrelo ahora