Debimo haber viajado casi dos horas cruzando el pueblo entero.
Recorrer las calles de Duskwood, me hizo recordar el pequeño tour que Jessy me mostro cuando buscábamos a Hannah.
A penas pasaron pocos días de aquello, y mi vida ha cambiado tanto. Mis pensamientos me llevaron a imaginar escenas dónde cenábamos, con amigos que aún no conozco personalmente, nos reíamos y éramos felices. Quizás algún día.
Jake rompe el silencio de mi pensamiento.
-Ya estamos cerca. Necesito hacer algo rápido.
De la guantera saco una pequeña cajita negra de terciopelo. Mientras la abría y me mostraba su interior, sus manos temblaban.
-Necesitaremos mantener las apariencias. Lamento tener que hacer esto así.
Jake me toma la mano y coloca un anillo de compromiso en mi dedo. Quedé completamente en silencio.
-Es mejor que la gente crea esto. Se que te resulta incómodo. Pero harán menos preguntas.
-Entiendo. Solo pude decir eso.
-Por favor, no me mires así, siento que estoy arruinando todo. Pero pensé que era lo mejor en esta situación.
-Jake, eres un tonto.
Bueno, creo que Jake no esperaba esas palabras. Porque volteo su mirada.
-Eres un tonto. Piensas que estoy incómoda. Y en realidad estoy feliz. Aunque quizás este compromiso es una fachada. No hay nada que me ilusione más que estar comprometida contigo.
Jake apresuradamente salta del coche y se para enfrente. Aunque no se qué sucede lo sigo.
-Jake, espera, ¿qué sucede?
El se arrodilla frente a mi.
-MC, se que esto es apresurado, no es el lugar ni momento, más romántico, pero, ¿me harías el honor de ser mi esposa?
Me arrodilló frente a él y lo abrazo.
-Jake, si. Es el lugar perfecto, la situación más romántica. Solo porque tú estás conmigo.
Me ayuda a ponerme de pie, y mientras nos miramos con sonrisas enamoradas, nos besamos.
Subimos al coche y pocos minutos despues habíamos llegado.
Era un complejo de cabañas muy bonitas, cada una con su pequeño jardín con vallas de madera. Cada una con una distancia prudencial que daba intimidad y a la vez no era un páramo aislado.
Nuestra cabaña, a mis ojos, era perfecta. Había un camino de piedritas grises bordeado de flores rojas y amarillas.
Una señora nos esperaba en un banco que había en el portillo. Tendría unos 60 años, vestía como ama de casa. Y tenía una mirada amigable.
-Señor Jason, y supongo que está es su hermosa esposa.
-MC. Mucho gusto. Me límite a contestar. Era fácil acostumbrarse a qué se refieran así sobre mi.
- ¿Disculpa Señora Phillipa, el pago llegó en tiempo y forma?
Jake estaba impaciente, intentaba ser agradable de todos modos.
-Si, querido. Aquí les traje las llaves. Recuerde hacer el pago los primeros días del mes. Y cuando desee hablar sobre las opciones de compra-venta. Me contacta. Espero encuentren la casa agradable. Los vecinos son tranquilos. Y cualquier inconveniente pueden contarnos en la administración.
Diciendo esto, se despide y nos deja solos.
Jake abre la puerta y me levanta en brazos para cruzar el umbral. Empecé a reír mientras me bajaba.
La sala de estar de la cabaña, era acogedora. Tenía una chimenea que ya estaba encendida. Un amplio sillón de cuero negro era el protagonista de la habitación. Dos puertas corredizas de madera clara, separaban la cocina.
La cocina estaba equipada, por suerte. Y se comunicaba con la plata alta una escalera en forma de caracol.
En el piso de arriba había una habitación vacía, que ya sabía que sería el estudio de Jake. El baño principal muy amplio y cómodo.
Y la habitación, con una cama enorme, una cómoda, un vestidor con Placard. Necesitábamos muchas compras para terminar de acomodarnos a nuestra casa.
-MC, que te parece todo?
-Me encanta. Ya imagino todo lo que podremos poner y comprar. El lugar es maravilloso. Me acerque a él y lo abrace.
-A mí también me encanta. Deberíamos bajar las cosas de coche y empezar a instalarnos.
-Tienes razón.
Dije mientras me acercaba a la puerta para bajar a la planta baja. Jake me sujeto y atrajo hacia la habitación nuevamente.
- ¿A dónde crees que vas? Primero vamos a instalarnos en la cama.
Jake empezó a besarme mientras movía nuestros cuerpos y caíamos en la cama. Los besos se volvieron cada vez más apasionados. Las manos de ambos empezaron a arrancarnos la ropa. Me di cuenta que nunca me cansaría de esto. Y que aquí es donde querría estar siempre. En los brazos del hombre que amo.
Luego de varias horas donde nuestros cuerpos se devoraron.
-Debemos bajar. Hay que ir a buscar las cosas. Clasificar lo que nos falta y ver dónde podemos comprar cosas.
-¿MC, podrías relajarte un poco? Tenemos tiempo.
-podrias no relajarte tanto? Si es por ti, viviríamos en una cama, sin comer.
-Cierto,. Cuánto más rápido nos instalemos, más rápido podré poner en marchar mi idea para salir de todo este embrollo.
-Aun no me haz contado que piensas hacer. Empecé a preocuparme.
-Aun no es el momento.
Jake empezó a vestirse, mientras me miraba.
-es un acto de maldad hacerme salir de esa cama, mientras no te vistes MC.
Rápidamente empecé a vestirme. Bajamos, empezamos a entrar las cosas. Y mientras guardaba la comida en la nevera, Jake llevaba sus monitores a la habitación vacía. Rápidamente bajo. En su cara había un destello de niño pequeño que quiere juguetes para Navidad.
-Necesitamos ir de compras. Necesito un escritorio, una silla y algunas cosas más.
-De acuerdo. Necesitamos ropa de cama, toallas, elementos de cocina, un juego de comedor. Y algo de ropa, aquí hace más frío del que estoy acostumbrada.
Comimos algo rápido de lo que habíamos comprado. Y nos pusimos en marcha al pueblo para comprar lo que pudiéramos.
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Esto recién empieza.
FanfictionFanfic del juego Duskwood. Todos los personajes principales, y algunos sucesos que se relatan pertenecen a Everbyte y la app Duskwood. Esto es solo una adaptación nacida de mi ansiedad por saber que más podría haber pasado. Puede llegar a tener spo...