CAPÍTULO 1: La motorista

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El sol abrasa su espalda. Le insistí en acercarse a mi sombrilla, pero supongo que el cáncer de piel no afecta a las nalgas medio desnudas de las chicas guapas.

Soy consiente de que esta no es precisamente la mejor manera de empezar una historia. Hablando del culo bronceado de mi novia, pero si vierais las dimensiones del trasero de Sara me entenderiais.

Lo que no entenderiais es porqué estoy con ella, y si soy sincero, yo tampoco.

Supongo que ser la envidia de todo mi grupo de amigos y la relación idílica de medio instituto era suficiente para persistir en esta relación. Pero con la llegada de las vacaciones todo ha cambiado. Parece que solo funcionamos cuando somos figuras públicas, pero por suerte ya agosto ha terminado.

A penas nos hemos visto durante los últimos dos meses. Ella con sus viajes y yo con mi trabajo en campus escolares. Con sus historias en instagram de paisajes y fiestas me conformaba.

Hace una semana ha insistido en volver a vernos, pero creo que es para tomarnos fotos y simular que todo ha seguido con normalidad. La persona inútil que se crea esa mentira merecerá suspender todas las asignaturas.

Y lo que he podido notar en el viaje de camino a la playa es que se ha hecho algo en el pelo, aunque no sabria decir el que exactamente. Se ve más rubia, aúnque quizás son imaginaciones mías. También ha... madurado corporalmente. Aunque por alguna extraña razón eso ya no me llena.

supongo que preferiría que se acercara más a mi, que me preguntara como me han ido las vacaciones...

Lo sé, demasiado cursi. Las chicas quieren a alguien serio, sin sentimientos y que las trate de manera seca.

Esa persona aún está en proceso.

El teléfono de Sara suena, la cara de Emma aparece en su pantalla.

Me tapo la cara con el libro que me estaba leyendo antes de entrar en trance. Se viene una hora de chisme insoportable.

Vuelvo a coger el libro e intento centrarme en la lectura de "hasta que las estrellas dejen de brillar", un libro que encontré en la estantería de mi madre.

— Yo también té he extrañado, Em... AAAHHH! Dame todo los detalles... Està bien... Espera, que?... Seguro que és del norte?... No me digas que es de... Dios, no puede ser. Debe de ser una espía. Nada bueno sale de ese instituto.

Basta. Pongo una canción aleatoria en mis auriculares. Riptide de Vance Joy empieza a sonar. Me conformo con cualquier cosa mientras deje de escuchar sus murmuros de viejas chismosas.

Sin embargo, la tranquilidad no dura mucho. Una piel de plátano impacta contra mi pierna. Despego la mirada de mi libro y me quito los auriculares.

—  Nathan, haz el favor de escucharme.

— Lo siento, que decías?

— Si conoces a una tal Jade. És del North-school

— North-school? Porqué la iba a conocer? És el instituto rival, de ellos mejor alejarse.

— Té lo pregunto porque siempre estas compitiendo contra ellos... — su atención se vuelve a centrar en su teléfono — No, dice que no tiene ni idea...

Y así pasamos el dia, ella quejandose de lo horrible que es el North-school y yo tratando de leer.

DIAS MÁS TARDE

Ya es el dia de volver al instituto, eso quiere decir despertarse veinte minutos antes de lo necesario para ir a buscar a Sara y que todos nos vean llegar juntos. A mi parecer una perdida de tiempo porqué podría ir con el suyo perfectamente, pero para ella es algo necesario y esencial.

MOTORES DEL NORTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora