||Bienvenidos lectores||
En este nuevo libro se One shots podrán encontrar:
■ Narraciones largas
■ Especiales de personajes
■ Personaje x Personaje
■ Personaje x tu
■ Lenguaje explícito
■ Sin censura
Esta es la segunda parte de los One Shots, si...
Wanda estaba enloqueciendo, el DarkHold la había hecho ser alguien que hasta ella misma desconocía, pero sus deseos de tener a sus hijos de vuelta era lo que más deseaba, Strange estaba frente a ella, conteniendo su poder el cual era muy fuerte
— Basta ya Wanda, tu puedes parar esto — el la miraba y a ella se le rozaban sus ojos
— No puedo.......he a avanzado mucho para rendirme
— Por favor......podemos negociar......
— Negociar ?— soltó una risa sarcástica
— Puedo ayudarte a tener a tus hijos ahora — ella bajo la intensidad de su poder y lo miraba fijo
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Ella apenas iba a repsonder cuando fue atascada por Wong, esto la desconcentro, America trataba de detenerla junto con Wong mientras que Strange destruía por completo el Darkhold, le costó tanto el poderlo destruir en su totalidad. Strange lo consiguió, logró destruir el Darkhold, Wanda dejó de ser torturada por Wong y América, ella cayó al puso, sin poner resistencia, Strange se acercó a ella
— No debiste......— el se inclinó a verla a la cara, sus lágrimas ya habían salido, lloraba de una forma que hacía quebrarse a Strange
— Lo siento no dejaste opción
— Destruiste mi felicidad — ella lo miro, el sujetaba sus manos y ella se desvaneció
— Bien, hay que llevarla lo más lejos de aquí, tal vez en el puedan......— Wong iba a abrir un portal
— No! Hay que llevarla al santuario
— Estas demente? Mira todo lo que hizo Strange, no podemos correr más riesgos con ella
— Por favor, puedo......puedo crear una barrera contra su poder, pero hay que llevarla al santuario
— Siempre logras hacer lo que quieres
Los dos se llevaron a Wanda al santuario, Strange la llevo a lo que era su habitación, Wong dijo que llevarla a América al templo y ahí reparar lo que Wanda había provocado. Strange había sentido la gran necesidad de estar a lado de ella, la había visto tan derrotada que sentía un dolor en su pecho, la miraba, apreciaba lo hermosa que era y lo mucho que ella había sufrido
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