1 año después
Estoy en mi habitación descansando, llevo un buen rato despierta ya que las pesadillas se han vuelto como una alarma para mí. Llevo mucho tiempo soñando con lo mismo y no me deja vivir en paz, solo soy una carga y peligro para el hombre de ojos azules. Cada día que estoy a su lado, me es imposible no sentir cosas por él. Es tan…
— ¿Estas despierta Tahirah? —Druig pregunta desde afuera de mi cuarto.
— Si — contesto y rápidamente comienzo a acomodar mi cabello para no verme tan mal —Puedes pasar.
Abre la puerta e ingresa al cuarto.
— ¿Cómo te sientes?
—Me duele un poco la cabeza, pero fuera de eso, estoy bien — le respondo con una sonrisa para que no se preocupe.
— Me alegra que hoy amanecieras mejor — Sonríe — desayunemos juntos, ¿sí?.
Borro la expresión de mi rostro al escuchar su propuesta.
— Mejor desayuno aquí Druig — Se sienta al borde de la cama y me mira con desaprobación.
— Llevas mucho tiempo dentro de estas cuatro paredes. — Comienza a reprocharme — ¿Por qué no has querido salir de esta habitación?
—Druig, respeta mi decisión — le digo seria
— Contesta a mi pregunta — me ordena.
Me mira intensamente esperando una respuesta. Corro mi rostro hacia otro lado para responderle una mentira y que no lo note en mi mirada. Pero fracaso cuando con una de sus manos en mi mejilla me regresa hacia él en un cara a cara.
— Tengo miedo — contesto con la verdad — Si vuelvo a atacar a alguien...
— Eso no pasara, Thai, solo estamos tu y yo aquí — dice acariciándome el cachete en donde está su mano — Y si llegara a pasar, yo voy a estar ahí contigo, tendré todo bajo control. Te lo prometo.
Siento un revoloteo en mi estómago y me es imposible no sonreír.
— ¿Por el meñique? — le pregunto y rueda los ojos.
— Si, te lo prometo por el meñique.
Quita su mano de mi mejilla y une su dedo con el mío. Sin pensarlo, una pregunta sale de mi boca.
— ¿Por qué haces esto por mí?
Soltamos nuestros dedos y quedamos en silencio sin quitar la mirada entre nosotros. Suelta un leve suspiro.
— Ajak siempre nos enseñó a proteger lo que amamos — contesta.
— ¿Tú me am…
— Se enfriara lo que prepare para el desayuno — Interrumpe mi pregunta parándose — Andando.
Extiende una mano hacia mí, invitándome a salir de la cama. De mala gana acepto.
— Gracias por todo, Ojitos Lindos. — le digo antes de salir del cuarto.
— De nada, mi dulce Tahirah.
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—Tahirah, tranquilízate, sé que no quieres lastimarme, solo escúchame quieres — me pide Druig pero no puedo detenerme.
El Mahd Wy'ry me controla.
— Todos ustedes morirán por culpa de él — digo en contra de mi voluntad.
—No digas eso, aquí estoy, todo está bien — Se acerca a mí para intentar hacerme entrar en razón.
—Y tu serás el primero — digo mientras creo una espada.
Druig al ver mis intenciones, grita. — ¡Tahirah no!
Pero es totalmente en vano. Encajo mi espada en su abdomen. Cae al suelo y la espada desaparece, sangre brota de la herida y de su boca. Vuelvo a tener control de mi misma.
— Druig — caigo de rodillas a su lado, tomo su rostro entre mis manos — No, no, no… Druig, lo siento, lo siento.
Lagrimas caen de mis ojos sin parar, y ni puedo evitar sollozar fuertemente.
— Busca a Sersi… — se le dificulta hablar — y quédate con ella.
—No, Druig, no. Prometiste que siempre estarías conmigo. — Sollozo — Todo es mi culpa.
— No fue… tu culpa — dice lentamente.
Su respiración se detuvo. Solo quedaba el sonido de mi llanto y el viento. Sus ojos que tanto amaba, se encontraban sin vida.
— ¡Druig! — grito.
Despierto de golpe. Respiro agitadamente mirando a mi alrededor, me doy cuenta que estoy en mi habitación. Toco mi cara con las palmas de mis manos y mis mejillas están empapadas. Salgo de la cama y corro hacia al cuarto de Druig, ya que el sueño se sintió tan real, necesito ver que él está bien. Entro a su recamara, todo está a oscuras, pero puedo ver a Druig dormir, eso me hace soltar un suspiro que ni sabía que estaba reteniendo. No quería estar sola, así que opte por quedarme con él, me siento en el borde de la cama, intentando no despertarlo, lo cual fue totalmente en vano.
— ¡Ahhhhhhh! — Comienza a gritar y a revolcarse en la cama— ¡Tahirah! ¡Tahirah!
— Druig— lo llamo — cállate, solo soy yo
Me escucha y deja de moverse. Rio levemente.
— Si, obvio, obvio. — Dice mirándome mal — Ya lo sabía, solo te ponía a prueba.
— Sí, claro — digo de forma sarcástica— Se supone que tú debes de protegerme.
Lo último lo digo casi en un murmuro y entrecerrando los ojos. Se ríe.
—A todo esto, ¿Qué haces aquí, Tahirah?, es mucho más de media noche.
— Tuve una pesadilla — me da pena pedirle lo siguiente, pero realmente no quiero dormir sola en mi habitación — ¿Puedo dormir contigo?
Me da una sonrisa y se hace a un lado, dejándome espacio para acostarme.
—Por supuesto, dulzura. Ven aquí.
Quedamos boca arriba, acostados uno al lado del otro.
— Cuéntame una historia — le pido sin voltear a verlo.
— ¿Una historia? — me pregunta.
— Si, o lo que sea, solo no quiero el silencio en lo que me da sueño.
—Bien, aunque, no me considero bueno contando historias, pero lo intentare — aclara antes de empezar — Erase una vez, una linda princesa, que se llamaba… mmm… Teodora y ella…
— Que feo nombre. —digo sincera volteándolo a ver, el hace lo mismo al escucharme — No creo que así se llegue a llamar una princesa.
— Oye, no seas grosera, respeta el nombre de la protagonista de mi cuento — me reprende ofendido —Cuando sea tu turno de contar una historia, podrás ponerle el nombre que consideres “digno” a tus personajes.
— Solo era una opinión.
— No me interrumpas.
Ruedo los ojos y continúa:
— La princesa Teodora era la persona más bonita en todo el planeta, le gus…
— Y si era la persona más bonita, ¿Por qué tenía un nombre tan horrible? — pregunto para molestarlo.
— Ya no te voy a contar nada, buenas noches. — dice dándome la espalda.
Suelto a reír. Y lo jalo del brazo para que vuelva a la posición inicial, pero no se deja y lo suelto. Se me ocurrió una idea.
— Hasta Ikaris podría contar una historia mejor que la tuya — suprimo una carcajada para ver su reacción.
Se voltea inmediatamente furioso, cuando termina de escuchar lo que dije.
— No me importa, lo que podría o no hacer ese imbécil — contesta. — De hecho, él ni siquiera sabe qué tipo de historias te gustan. Así que a mí, me da igual, si lo prefieres a él, es asunto tuyo.
— ¿Y cuáles son las historias que me gustan según tú? — le pregunto.
— Pues las románticas, en donde todo es color de rosa. — dice con obviedad.
— Druig… — Lo llamo, pero no me voltea a ver a los ojos, vuelve a la posición inicial.
— De haber sabido que te agradaba más que yo, te hubiera dejado con él — sigue hablando mientras observo su rostro de perfil — ¿Sabes que es lo que más me molesta? Que ni me dejaste contarte la historia y ya la seleccionaste como mala y mejor que las de él.
— No te enojes, solo bromeaba. — Lo interrumpo — Me gusta hacerte enojar.
— No es gracioso — por fin voltea a verme a los ojos— Heriste mis sentimientos y eso tendrá consecuencias.
— ¿Así, cuáles? — lo reto.
No me contesta, pero sus manos me atacan haciéndome cosquillas, no puedo evitar soltarme a reír por el contacto de sus dedos en mi cuerpo. Me retuerzo en la cama.
— ¡Druig, basta! — digo entre risas. — Para, por favor.
— No, hasta que digas que soy mejor que Ikaris.
— Detente y lo hare – digo y se aleja de mí.
— Te escucho — vuelve a acomodarse en su lugar.
Me siento y tomo aire para tranquilizarme. Me giro un poco hacia él, de modo que lo veo directamente a los ojos.
— Druig es el mejor en todo el universo — eleva sus cejas en desacuerdo porque eso no es lo que quiere escuchar, así que continuo — Para mí, Druig es mucho mejor que Ikaris en todos los aspectos. Y no hay nada en el mundo que me haga cambiar de opinión. ¿Feliz?
— Mucho, pero aun no te has disculpado — dice indiferente.
— Lo siento —pongo ojitos de cachorro. — ¿Me perdonas?
Hace como que lo piensa y al final asiente con la cabeza.
— Solo porque soy un ser de luz, pero que no vuelva a ocurrir.
— Te lo prometo — deposito un beso en su mejilla. — Ahora si, a dormir, no puedo desvelar mucho a mi chef personal.
Comienza a reír. Algo que me encanta de vivir solos es que es más simpático. Suele reír y sonreír mucho a diferencia de cuando vivíamos con los demás.
— Buenas noches, Druig. — me acomodo para dormir.
—Buenas noches, Tahi.
Ambos guardamos silencio por un momento. No me gusta dormir destapada ya que suelo ser muy friolenta, así que me siento en la cama y comienzo a buscar con la mirada una sábana, sin embargo, no encuentro ninguna a la vista y no quiero regresar a mi habitación.
— ¿Y Ahora qué Tahirah? — Me pregunta.
— Tengo frio — le respondo.
— Si solo quieres dormir abrazada junto a mí, dímelo, estamos en confianza. — dice juguetón.
Mis mejillas comienzan a arder y rio nerviosamente.
— Eres un tonto
—Sí, pero por ti, mi dulce Tahi — abre unos de sus brazos — Anda, ven.
Me acomodo a su lado. Siento que me da un beso en la cabeza y no puedo evitar sonreír. El calor que desprende Druig me hace experimentar algo que jamas había sentido al dormir.
Paz.
— Descansa, ojitos lindos. — Cierro los ojos y rápido caigo en un sueño profundo.
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Actualidad 2024
Sprite, Ikaris y yo nos encontramos en el avión privado de Kingo. Si, de Kingo. Fue el más fácil de encontrar por su trabajo. Me sentí un poco mal por él cuando le dimos la noticia sobre Ajak, estaba tan emocionado por nuestra llegada que ni nos dejaba hablar. Me partió el alma, ver como abandonaba lo que tanto le gustaba y que, además, había estado dedicado a ello por años, pero sino deteníamos a los desviantes, ya no tendría a personas a quien mostrarles sus películas. Su asistente, Karun, fue de mucha ayuda, lo convenció. De hecho, el también viene con nosotros, aunque, le comentamos a Kingo que podría ser peligroso, no pudo decirle que no a su amigo de más de 50 años.
—Karun — dice Ikaris — ¿Podrías apagar la cámara un minuto?
— Claro, señor Ikaris — contesta y procede a hacer lo que le pidieron.
—Solo Ikaris — le dice y Karun asiente.
— ¿Enserio vamos a fingir que no pasa nada? —Comienza a hablar Kingo mirando a todos.
— A eso vamos, por algo le pedí a Karun que apagara ese aparato.
— Bien, sabemos dónde encontrar a Makkari, Gilgamesh y Thena. — Dice Sprite — ¿En dónde buscamos a los demás?
— Ajak me dio la ubicación de Phastos — les informo — Hace unos años me dijo que lo visitará, así que solo nos faltaría encontrar a Tahirah y a Druig.
— Nadie tiene idea de donde están — Dice Ikaris.
— Buenooo… —Sprite alarga la palabra llamando nuestra atención —Phastos y Tahirah siempre fueron muy unidos, tal vez, si convencemos a Phastos de venir con nosotros, nos dirá dónde está la parejita.
— No creo que Phastos nos lo diga, ni siquiera estoy segura de que quiera venir con nosotros.
— Oigan, nadie ha tomado en cuenta, que posiblemente estén muertos, o por lo menos uno de los dos — Menciona Kingo — Si es así, ojala haya sido Druig.
— ¡Kingo! — le gritamos Sprite y yo.
— Tiene razón — apoya Ikaris y lo miro con mala cara — Cabe la posibilidad de que eso haya pasado.
— No lo creo, Tahirah por más que pierda el control, estoy segura de que jamás lastimaría a Druig y viceversa. Ellos jamás se harían daño — digo lo que pienso y que ellos, muy en el fondo, también.
— Ay, el amor — Dice Karun de forma melosa interrumpiendo nuestra platica.
Todos volteamos a verlo. Kingo e Ikaris con desaprobación, Sprite y yo con una sonrisa.
— Lo siento — se disculpa — continúen.
— Yo creo que lo correcto sería ir primero con Gilgamesh y Thena, ellos han pasado por lo mismo que Druig y Tahirah, estoy súper segura que han tenido contacto, por lo tanto, ellos deben saber dónde podemos encontrarlos. — Sprite y Kingo voltean con Ikaris esperando su aprobación, no es algo que me moleste, siempre lo han visto como el eterno más fuerte y por ende, como un líder, claro, después de Ajak.
— Sersi tiene razón — me secunda Ikaris — Vamos por Gilgamesh y Thena.
—Primera parada… — Comienza Sprite.
— País de los canguros — Termina Kingo.
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AUSTRALIA
Kingo, Karun, Sprite, Ikaris y yo estábamos a unos cuantos pasos de la casa de Gilgamesh. No podría dejar de pensar en cómo este último, se tomaría la noticia de Ajak y el regreso de los desviantes. Voy con la mirada hacia abajo, ya que, el viento arrastra la tierra y me dificulta la vista.
— ¿Es el desviante que enfrentaron en Londres? — Pregunta Kingo.
Alzo la vista y me encuentro con el cadáver de un desviante. Esto está mal, nos están cazando. Solo espero que los que nos faltan por visitar, estén a salvo.
— No, es diferente — Responde Ikaris — Debe haber más de los que pensábamos.
— ¿Este es un desviante señor? — Le pregunta Karun a Kingo cuando se acercan al cuerpo inerte a un lado de camino.
—Si — contesta Kingo
— Es una bellísima criatura
— ¡Que! — Exclama el eterno, incrédulo con lo que dijo su asistente — Por supuesto que no, se nota que no trato de arrancarte la cabeza. Ya no digas tonterías y corre cámara.
Ikaris, Sprite y yo pasamos de ellos, adelantándonos un poco. Sin embargo, aun escuchamos su voz.
— Están por conocer a dos de los guerreros más fuertes que el mundo ha conocido, bueno falta una más, pero se encuentra en la siguiente parada, que no es solo la mejor de todo el grupo, sino también, la más hermosa, Tahirah, Ella… Ella es extraodinaria en todos los sentidos, de hecho intento salir conmigo, pero…
—Señor, primero hay que hablar de los que estamos por conocer — lo interrumpe Karun.
— Cierto — dice Kingo — Bueno… Mmm, ¡Thena! Legendaria, letal, siempre a la moda y su fiel amigo — Kingo le pide a Karun que grabe la puerta que Ikaris acaba de tocar— el más poderoso e imponente… GILGAMESH!!!
Esperamos a que alguien salga de la casa, pero nada, nadie sale.
— ¡GILGAMESH! — vuelve a gritar.
Gilgamesh sale, pero con un mandil de cocina puesto.
— ¿Porque se tardaron tanto? — pregunta y pasa por en medio de nosotros — Sprite, hoy te vez más joven.
— Yo tengo el mismo delantal —Dice Karun
— ¿Y tú quién eres? — Le pregunta.
— Soy Karun, asistente de Kingo.
—No me digas— Ríe — Como Druig cuando cuida a Tahirah.
— Si sabes que tú — Sprite lo señala — también cuidas a Thena, ¿No?
— Sprite, deja a los adultos hablar — le dice con cara de burla y ella le hace un gesto ofendida.
— Gilgamesh, los desviantes han vuelto — le dice Ikaris.
— ¿Enserio? Pensé que lo que me ataco fue una nueva raza de perro — Habla Gilgamesh con sarcasmo. — Si, lo sé, también los necesite.
— Otro desviante también nos atacó en Londres — informa Sprite.
— Ikaris no pudo matarlo — Le comento para que conozca la gravedad del asunto.
—Woah, eso sí es algo nuevo. — dice riendo.
— Estaba distraído... — Se excusa.
— Si como no — Vuelve a soltar otra risa —Oigan, ¿Quieren probar mi delicioso pay?, hace unos siglos Tahirah me dio esta receta, y les puedo asegurar que es lo único que sabe hac…
— Lo lamento, Gil, Ajak murió. — Suelta Ikaris.
Mi ex novio dijo lo que los demás no nos atrevíamos a decir. Gilgamesh, quien saco un postre de la lumbre, se quedó callado sin terminar lo que nos estaba contando, mi corazón se sintió estrujado al verlo dolido por la noticia. Su pastel cae al suelo, lo voltea a ver, pero lo ignora, sentándose en una silla cercana que estaba fuera de la casa. Todos guardamos silencio dándole espacio.
Después de un tiempo, nos dirigimos con la guerrera.
— ¿Cómo esta Thena?. — Gilgamesh detiene nuestra caminata.
—Recayó con el ataque, así que, por ahora, no es buena compañía — Explica — Oye Thena, ¿Los recuerdas? Dame la mano.
Se acerca a ella extendiendo su mano, pero Thena en un abrir y cerrar de ojos se levanta y lo ataca con una espada, Gilgamesh reacciona de inmediato, deteniendo el golpe.
— Todos en Century Six se van a morir — dice controlada por el Mahd Wy'ry.
— La mano Thena.
— Ya es muy tarde, no podrán salvarlos — dice negando con la cabeza y dispuesta a atacarnos.
Nuestro alrededor se comienza a cubrir con una ilusión de Sprite.
— Thena, llegamos a la tierra juntos en nuestra nave — Dentro de la misma ilusión, muestra la silueta de Thena peleando contra un desviante — Eres una eterna, la mejor guerrera de Olimpia, la legendaria protectora de Atenas, la diosa de la guerra, no olvides quien eres.
Thena empieza a volver a la realidad, desaparece sus armas y Gilgamesh une su mano con la de ella. Cuando sus ojos dejan de ser blancos, Sprite quita la ilusión de la nave. Ella recorre su mirada en nosotros.
— Hola — Saludamos todos al unísono.
—Hola
Y como era de esperarse, no podía faltar Kingo con sus comentarios fuera de lugar.
— ¿Quién es tu jardinero?
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Todos se encontraban platicando alegremente mientras comíamos. Haciéndose bromas entre ellos. Gilgamesh molestando a Sprite con su apariencia de niña y a Kingo con la comida, Karun preguntaba muchas cosas e Ikaris les seguía el juego. Thena se la paso observándolos con una pequeña sonrisa.
No puedo continuar ahí, ya que mis pensamientos solo están cuestionando la decisión de Ajak, ¿Por qué me eligió a mí?, ¿Por qué yo y no Ikaris?, ¿Por qué?.
— Ahora que ya no están Iron man y el capitán Rogers — levanto la mirada del plato de comida hacia Sprite, poniendo atención a lo que dice — ¿Quién crees que dirija a los vengadores?
— Yo podría hacerlo — responde Ikaris — Supongo que sería bueno en eso.
— Ikaris, ni al caso — Dice Gilgamesh — Ajak ni siquiera te eligió para dirigirnos a nosotros.
— Woah — sueltan todos.
— Ouch, Gil, eso dolió. — dice Ikaris
— Fue duro— comenta Sprite.
— Pero cierto — Gilgamesh se ríe y le da unas palmadas a Ikaris en la espalda — Algún día tienes que superarlo.
— Tú deberías detener tu envidia hacia mí, es claro que se debe a que yo puedo volar y tú no.
Me paro, ocasionando que todos se callen.
— ¿A dónde vas?
— Iré a tomar un poco de aire — contesto.
Todo estaba mal pero nadie parecía tomarle importancia.
Me encuentro en donde Gilgamesh dijo que Thena se la pasaba dibujando.
— ¿Este es el Century Six del que hablaba Thena? — pregunto cuando noto que está detrás de mí.
Observo cada imagen que plasmo en las hojas, intentando entenderlas.
—Sí, es un planeta en donde ella cree que vivía antes de que lo destruyeran — me responde y comienza a explicar — Siempre habla de terremotos masivos que lo partieron en pedazos, todos murieron, incluyéndola.
— Hubo un terremoto global sin precedentes hace 3 días
— Con que eso es lo que fue — ríe levemente — Creí que estaba muy borracho
— Ajak me escogió para guiarnos pero…
—Sersi, seré honesto, creo que Ajak te escogió a ti porque Tahirah no está bien de la mente.
—Sí, eso lo entiendo, pero yo no era su única opción, ¿Por qué no eligió a Ikaris? — pregunto confundida.
—Sus motivos tuvo que tener y yo estoy de acuerdo con eso, Ajak te eligió a ti sobre él, y es lo que importa. Las cosas ya están hechas. — dice levantándome los ánimos.
— Antes de encontrar a Tahi y Druig, quiero contactarme con Arishem, pero por más que intento, no lo consigo.
—Tal vez te esfuerzas demasiado, a veces solo tienes que escuchar — dice por último y se retira, dejándome sola.
Me siento a lado de un árbol, cerrando mis ojos, tratando de dejarme llevar por el momento, no pienso en nada en concreto, solo me relajo sintiendo el cálido aire que choca con mi cuerpo. De un momento a otro, siento una vibra diferente, al abrir los ojos, me doy cuenta que ya no estoy en el mismo lugar en el que estaba cuando los cerré. Lo que veo a mi alrededor es el universo.
— Sersi — Arishem, aparece en frente de mí.
— Arishem, Ajak fue asesinada por un desviante — le explico de inmediato — Creemos que absorbió su poder, y algo inusual está pasando en la tierra.
— Es un efecto secundario del surgimiento — dice.
— ¿Surgimiento? — pregunto confundida.
— Es momento de que conozcas el verdadero propósito de su misión en este planeta.
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𝐸𝑡𝑒𝑟𝑛𝑎𝑙𝑠 || 𝐷𝑟𝑢𝑖𝑔 & 𝑇𝑎ℎ𝑖𝑟𝑎ℎ
FanfictionHistoria con Druig <3 En colaboración con @LidiaMaliik