"Hay personas que llegan a tu vida y no ordenan el desastre que eres.
Te aceptan, te hacen ver y pisar el presente"
.I.
Las cosas no estaba llendo bien. Nada bien.Su jefe siempre había sido un hombre de carácter fuerte, decía lo que pensaba y tomaba lo que quería, siempre llevaba un rostro inexpresivo, ya era un milagro que dijera diez palabras en un día siendo la excepción una junta importante donde siempre hablaba de una manera breve y de mínimo cincuenta palabras. Pero esa tarde, después de haber salido de Himawari el Alfa estaba sumamente sensible y explosivo con un genio jamás antes precenciando, no quería ni que el viento le tocara.
Cuando llegaron a Musutafu y las extensiones de edificios se hacían presentes en el paisaje, Katsuki estaba especialmente callado pero con un ceño fruncido tan amenazante que con sólo una sola palabra dicha por alguien, acabaría muerto. Literalmente.
La enorme mansión se alzó frente al auto siéndole permitida la entrada a dicho lugar.
Los portones con barrotes dorados tenían las iniciales R.U que se partieron por la mitad al ser abiertas para los invitados. El hermoso jardín de tulipanes blancos, rosados, rojos y naranjas se alzaban con esplendor ante ellos. El auto fue aparcado en la entrada del hogar de la Omega a la que tendría que ver.
Momo localizó en la entrada del lugar a un mayordomo junto a la familia Uraraka esperando por ellos. Al bajar, Momo fue la que saludó a la familia dando una reverencia.
— Buenas tardes, soy la asistente personal del presidente de K.B; Yaoyorozu Momo. Es un placer conocerlos y gracias por la invitación —se presentó de una manera formal manteniendo la postura firme y recta antes de levantarse nuevamente.
— El placer es mío, señorita Momo —la cabeza de la familia sonrió a la azabache, mirándola de pies a cabeza, era una chica hermosa.
— Es un placer tenerlos aquí. ¡Katsuki, que grande estás! —la castaña mayor sonrió al ver al cenizo junto al auto con las manos en los bolsillos y en completo silencio, se acercó bajando del escalón principal extendiendo los brazos para recibirlo.
Sin embargo, Momo se interpuso rodando una gota de sudor por su mejilla con nerviosismo.
— Bakugo-Sama no se encuentra bien en estos momentos...
— Terminemos con esto de una vez, tengo cosas que hacer en la empresa —Katsuki pasó derecho a la residencia de los Uraraka dejando atrás a las principales cabezas del lugar.
Luego de ello, las cosas se volvieron más complicadas ya que la primogénita no se encontraba en el lugar y aquello desespero a Katsuki, no tenía nada más que hacer ahí. Ya había tenido suficiente y no aguantaba las ganas de regresar por ese mismo camino al mismo pueblo donde su ira estalló al verlos tan juntos y amorosos.
Ese Alfa dándole atención al pecoso que lo había llamado Alfa primero, su Alfa, su kacchan. La sangre burbujeaba por la venas ardientes del cenizo, jamás en sus largos veinticiete años había sentido una rabia tan grande a tal punto de destrozar todo en su camino. Principalmente el incididente en la mesa principal donde por no dejar de preguntar cosas innecesarias hacia su persona y que no les importaba, pateó la silla tan fuerte que la rompió en pedazos lo cual, Momo tuvo que intervenir pidiendo disculpas.
Se sentía cuestionado como si no fuera el jodido Alfa más perfecto en el mundo, su atractivo, siendo dominante, el dinero que desbordaba por los poros, era simplemente inaudito que lo rechazaran y no por la castaña.
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Te Encontré Entre Girasoles - Kätšüdëkü/ Baküdekü
RomanceKatsuki Bakugo un Alfa dominante de 27 años que no pensaba en casarse ni formar una familia estaba comprometido con una Omega de su clase, Ochako Uraraka. Pero luego de un sueño extraño donde veía a un hermoso peliverde, su vida cambió... Lo había e...