Segunda historia.

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*Este sueño es más corto que el anterior, de igual manera muy simple y sin mucha lógica, como si tuviera un camino marcado desde mucho antes.*

Estaba acostado en mi cama y se me antojaron unas papas, me pare de la cama y me puse en marcha a la tienda para comprar unas. Al salir de mi casa mire que una pareja venía dando la vuelta en una esquina y cuando llegue a la calle justo coincidió con que ellos pasaban frente a mí.
Al dar vuelta a la derecha en la dirección que ellos iban (porque hacia esa dirección está la tienda) por el rabillo de mi ojo izquierdo creí haber visto pasar detrás de ellos algo, me detuve para verificar que era pero no mire nada, voltee y voltee a los todos lados, incluso al patio de mi casa, entre el carro y camioneta de mis papas en caso de que se hubiese adentrado y escondido ahí, no había nadie. Pensé en alcanzar a la pareja y preguntarles si habían visto a alguien pero decidí olvidarlo y seguir caminando a la tienda pero no pude dejar de pensar en eso.

Cruzando una calle de camino a la tienda, me topé con un niño el cual me hablo, era uno de los niños el cual me hablaba cuando iba a jugar fútbol cerca de donde vivo, él se dirigía en la misma dirección que yo así que me acompaño, me iba hablando de algo, pero no recuerdo de que se trataba, iba muy enfocado pensando sobre lo que creí ver al salir de mi casa. Al llegar a la tienda compre lo que venía a buscar y regrese, seguí pensando lo mismo en todo el camino, al llegar a mi casa para llegar a la puerta hay un camino que se separa, pues la camioneta de mis padres está atravesada, a la derecha esta el resto del patio y el otro auto, a la izquierda hay un pino y un pequeño árbol pero muy ancho que apenas deja espacio para pasar, es el camino que suelo tomar ya que no tengo que rodear la camioneta, pero algo me hizo sentir escalofríos instantáneamente, algo me decía que no pasara por ahí, era como si mi "instinto" me dijera que correría peligro si lo hago, así que seguí caminando y tome el camino derecho pero estaba sorprendido, creí que ese tipo de sensación sólo se veía en películas, además era mi casa el lugar por donde siempre paso ¿porque me sentí así?

Entre a mi casa y arroje las papas en el sofá que hay en la sala que es el primer cuarto donde se llega al entrar a mi casa y alado esta la cocina. Fui a tomar un vaso de agua y al servirme el vaso se me cayó, no había reaccionado ya que seguía un poco impactado por lo de la sensación extraña de hace un momento pero me di cuenta entonces, no había escuchado caer la bolsa de papas que arroje. Un escalofrió horrible recorrió mí espalda, esa sensación me estaba haciendo entrar en pánico, camine desesperado al sofá solo para ver las papas ahí tiradas y tranquilizarme, pero no fue así, no había nada, comencé a sentir un miedo inimaginable, toda mi piel se erizó por completo, entonces mire hacia el otro sofá, no estaba como debería, estaba un poco separado de la pared y de esa abertura estaba saliendo algo mire unos dedos delgados, largos y negros estirarse y después todo lo demas. Era una criatura de color negro, no muy grande, delgada con la piela partida y escurriendo sangre, su aspecto te hacia pensar que estuvo atrapada en un incendio. Deje de verlo, su apariencia me daba asco. Mire hacia abajo y observe sus pies, de los cuales escurría un líquido rojo con negro, como si sus pies se derritieran al tocar el piso.

Me fui de espaldas hacia la puerta, la abrí sin voltear y deje de ver los pies de esa cosa, estaba tan asustado que comencé a llorar, al abrir la puerta y dar unos cuantos pasos fuera de casa voltee porque sentí una mirada, una mirada que ponía presión a todo mi ser, por un momento creí que estaba en una película de súper héroes y la presión que sentía era la del villano cuando quiere matar al protagonista, pero eso hubiera sido mejor, desde el pequeño árbol salió otra criatura un poco más grande que la que estaba dentro, ya no pude apartar la mirada, era de color negro he igual de delgado pero más alto, aunque estaba encorvado, sus pies no se lograban ver por la oscuridad, pero supuse que eran igual al que estaba dentro, sus párpados estaban cocidos, y los ojos los tenia a los lados, ojos saltones y rojos como si no parpadeará hace un buen rato, sus labios parecían haber sido mal cortados y tenía a la vista sus dientes, amarillos con trozos de al parecer piel en ellos, era asqueroso, sus brazos parecía tener ampollas y eran muy delgados, con heridas y quemaduras, sus manos sin uñas estaban cubiertas de sangre.

Me quede congelado, sentí como si alguien me hubiese tocado, reaccione al recordar que había otra de esas cosas dentro de la casa, pero ya era demasiado tarde, la otra cosa, con su delgada y asquerosa mano toco mi hombro y suavemente lo deslizó hasta llegar a mi cuello, me levanto y arrojo contra el piso tan fuerte que no supe nada más que perdí la consciencia.

Al despertar estaba en lo que parecía ser mi cuarto, pero este estaba vacío, no había nada más que yo en la mesa de mi casa, la cual desconocía el motivo del porque se encontraba en mi cuarto, no podía mover ninguna parte de mi cuerpo salvo mi cabeza, la cual solo podía mover hacia los lados, entonces esas cosas entraron, se veían aún más horribles con luz y notaba que tenían una boca enorme en el estómago y una en cada brazo. Voltee mi cabeza al frente de mí y vomite haciendo que todo el vómito cayera en mi cuerpo, aunque no podía sentirlo escurrir encima de mi, el saber que estaba sobre mí era sumamente desagradable. Esas cosas se acercaron y conforme lo hacían comenzaba a sentir el resto de mi cuerpo y recuperaba la movilidad, esas cosas se quedaron a casi un metro de distancia de mí, eran cinco en total, tres más que las que había antes, pero esas últimas tres eran un poco más pequeñas pero igual de aterradoras. Esas cosas comenzaron a reírse, era una risa macabra, sonaba sumamente aterradora y daba una sensación que recorría cada célula de tu cuerpo y te provocaba pavor, una risa que más bien parecían gritos de agonía y que con el solo escucharla una vez hacia que no la olvidaras jamás.

Como podía intentaba levantarme de la mesa, mi cuerpo comenzaba a sentir dolor y este incrementaba en cada movimiento que hacía, cuando por fin logre ponerme de pie comencé a inspeccionar mi cuerpo y fue entonces cuando me volví loco, mis brazos, mis piernas estaban completamente llenos de heridas y quemaduras, ya no tenía los dedos de mis pues y las uñas de los dedos de mis manos ya no estaban, pero lo peor era que la piel de mi abdomen había sido cortada, mis entrañas podían verse y mi sangre escurría como cascada, todas mis entrañas comenzaron a caerse y yo intentaba mantenerlas dentro de mí con mis manos, pero me era inútil, caí al piso sin fuerzas, no entendía como alguien podría seguir viviendo en tal estado y luego de haber perdido tanta sangre, y no solo eso, el dolor era inmenso y se incrementaba en cada segundo que pasaba, mis ojos comenzaban a cerrarse pero no lo hicieron, no sin antes ver como esas cosas se acercaban a mí y como otras más entraban a la habitación, como tomaban mis entrañas y comenzaban a comerlas, sentir como mordían mi rostro y desgarraban mi cuerpo más de lo que ya estaba, arrancaban mis extremidades de mí y al final, lo último que pude ver fue a una de esas cosas sonreírme.

El sonido de la alarma de mi celular me despertó, me levante aterrado y revise de inmediato mi cuerpo, estaba cubierto de sudor solamente, parecía que todo había sido un sueño, pero estaba tan traumado por tan horrible pesadilla que no podría seguir en mi casa, así que me cambie de camiseta para irme, ni siquiera iba a bañarme, ni loco podría estar un segundo más aquí. Salí de mi cuarto y al llegar a la cocina mire en el piso unas papas tiradas, las recogí pensando que tal vez podrían ser mi alguno de mis hermanos o mis padres, pero pensé —¿Dónde están ellos? Mire de nuevo la bolsa de papas y era diferente, la envoltura no era la misma de siempre, voltee para ver la parte trasera y decía algo muy particular.

—Tal vez no todo fue una pesadilla.

Entonces escuche como unas ramas se rompían afuera y el sofá comenzó a separarse lentamente de la pared…

*Recuerdo que casi lloró cuando leí esa nota en la envoltura, pero afortunadamente desperte después de escuchar las ramas y ver el sofa moverse. Volví a tenrr un poco de temblor en mi mano, pero por suerte este sueño era más corto que el anterior.

En otras noticias algunas cosas buenas han estado pasando desde que comencé a escribir, bueno realmente solo paso que una linda chica entro a mi clase y hemos estado hablando seguido, es muy agradable. En fin, volveré con la siguiente historia después, saldre con ella esta noche.*

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