No se da cuenta, demasiado ensimismado, demasiado tonto y confiado otra vez, como si no hubiera aprendido, pero es demasiado tarde cuando su mente vuelve a enfocarse en la realidad solo para darse cuenta que ya no está en la barandilla sentado, sino...
DISCLAIMER: Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.
NOTA: Realmente ya quiero terminar la parte de los recuerdos, lamento si a algunos les parece un poco aburrido. ¡Yo igual quiero volver a la historia principal pronto!
RESUMEN: Recuerdos - PARTE II
"Hablar"
'Pensamiento'
-Hablar por el vínculo-
[Hablar por el espejo]
:Pársel:
"Hechizos"
Recuerdos
Carta/ Pergamino/Periódico/Notas
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Capítulo #10
La habitación no tenía nada más que el sonido de la respiración agitada de Neville y el choque del sudor mezclado con lágrimas que golpeaban el piso de madera. Ignorando eso, la habitación estaba en silencio. Neville no quería levantar la mirada del suelo para mirar a su abuela, porque sabía con qué tipo de mirada lo estaba observando ella. Su abuela no gritaba, no elevaba la voz, pero tenía ese tono que hacía sentir a Neville tan incompetente e inútil. Tan estúpido.
Su pequeño cuerpo de 7 años temblaba por el próximo castigo que le impondrían. Esperaba, quería, anhelaba, suplicaba, que cualquiera que sea el castigo que le den no involucre al tío abuelo Algie.
"L-l-lo siento... abuel-l-la", se disculpó asustado. No quería estar con el malvado y malo tío abuelo Algie. Él era muy, muy malo con Neville. Abofeteaba a Neville, le decía palabras feas y casi lo ahoga en un muelle. Neville se estremeció de solo recordar.
La mujer observó al niño con disgusto y frialdad. "Silencio, Neville. Estás haciendo algo que nadie de nuestro noble linaje haría. Compórtate, irás con Algie. Tomaras clases intensivas con él".
Neville negó con la cabeza desesperado. "No, no, por favor, abuela".
"Suficiente, ya lo he decidido. Algie es alguien muy capaz, y te enseñará".
Esa misma semana, Neville se quedó con su tío Algie, que no escatimó en métodos para darle un empujoncito a Neville para que manifestara su magia.
Neville lloró todas las noches que estuvo en esa casa, deseaba profundamente tener a alguien que lo consolara, deseaba tener un alma gemela. Lamentablemente, Fate decidió que alguien como él no merecía una.
Cuando logró marcharse de la casa de su tío, fue cuando él lo había lanzado por la ventana y ,por suerte, la magia de Neville lo ayudó justo cuando estuvo a centímetros del suelo.