Âmes Soeurs [Tomarry]

13

 DISCLAIMER: Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.

"Hablar"

'Pensamiento'

—Hablar por el vínculo—

[Hablar por el espejo]

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"Hechizos"

Recuerdos

Carta/ Pergamino/Periódico/Notas

Capítulo #13

Los ojos marrones miraron estoicamente a la niña que seguía llorando en el piso. Observándola sin ningún indicio de interés, Tom notó algunos rasgos aún infantiles, lo que innecesariamente le recordó el hecho de que Warren era menor que él. Realmente innecesario.

Tom apartó la vista de Warren y la elevó hacia el techo reprimiendo una mueca ante el sonido un poco agudo que salía de la boca de la niña. Demasiado iguales a los niños que le hicieron cuidar en el orfanato. Uno pensaría que en ese podrido lugar abandonado por Dios no dejarían que un monstruo como Tom se acercara a los niños. Pero a diferencia de ese pensamiento, en el orfanato no había casi nada de personal; simplemente la matrona, cuatro cuidadoras y el viejo jardinero, ninguno con la suficiente paciencia para aguantar bebés abandonados y hambrientos de contacto, amor o comida. Niños heridos y sin apoyo emocional.

Justo ahí entraban los niños más grandes que ya sabían cambiarse y comer por sí solos, por lo que los adultos pensaron que eran lo suficientemente independientes como para ayudar con los infantes.

Niños cuidando niños. Ja.

Aunque, realmente, Tom no puede decir que fue desagradable el cuidar a otro más débil. A veces, cuando miraba a los niños pequeños que estaban a su cargo y ellos le sonreían o se apoyaban contra él en busca de calor en el invierno, Tom no podía evitar disfrutar el momento porque en ese instante los niños disfrutaban su compañía e incluso la buscaban. Las miradas inocentes y llenas de confianza que le mostraban eran tan especiales para él. Ellos confiaban en él. En esos momentos Tom creía que así podía demostrar, aunque sea un poco, que era un niño normal de cinco años. Que era humano.

No sabía que se estaba poniendo una soga al cuello con esa tonta esperanza que tenía.

Reprimió el impulso de pasarse una mano por su cabello mientras se mordía el interior de las mejillas y volvía al presente. Dejar a Warren llorando por lo que sea o quien sea que la haya hecho llorar e ir con Harry, o perder el tiempo ayudando a Warren con la posibilidad que la tenga saludándolo en el desayuno.

Es obvio cuál es la mejor opción.

Tom comenzó su caminata de regreso hacia Harry esquivando el cuerpo de Warren y cuando estuvo dos pasos alejado de ella, escuchó la voz sollozante de Warren.