XIV

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Fui la segunda en levantarme, salí directo a la cocina y me encontré a Kiara desayunando, la salude y me servi un vaso de agua el cual me termine en segundos.

— Tranquila Ayeli, el agua no se va ha ir, niña debes comportarte.

— Es que tenía mucha sed Kiara, además que no pude dormir muy bien, estuve escuchando sonidos raros de la habitación de Alicia.

— Claro tu dormitorio esta al lado del de ella, pues que te digo esa mujer esta muy estresada, sabes qué le falta.

Ayeli mueve la cabeza en negación, se sienta al lado de Kiara y acerca su oreja para escuchar lo que su compañera le diría.

— Alicia necesita sexo, pero lastima que aquí no lo va ha encontrar.

— Que tanto secretean ustedes dos, saben qué, no me importa, lo que te haya dicho Kiara, no le creas Ayeli.

— Cállate Natalia, no tienes cosas qué hacer además de joderme la vida.

— Fijate qué tengo muchos pendientes, y joderte es el principal, pero ya no quiero pelear, vine a desayunar.

— A qué hora se levantaran las demás, ya son las 9 a.m — dice Ayeli mientras le da una mordida a su manzana.

— No lo sé, pero hay que dejarlas dormir, ellas están demasiado tensas.
Natalia sale de la cocina con un plato de cereal con fruta picada.

𝙔𝙪𝙯𝙪.

El sonido de un par de pájaros en la ventana me levantaron, cuando fui conciente de que no estaba sola salte de la cama cayendo al piso.

— Buenos días para ti también, qué haces ahí?

— Estaba revisando si el piso estaba limpio... No seas tonta Mei, me caí por tu culpa.

— Tú me pediste que durmiera aquí,  acaso no recuerdas lo qué paso ayer.

—Lo qué paso ayer? Me quedé en silencio pensando en lo que pasó y de repente me acorde de todo.

Ayer estábamos regresando del lago, Mei me dio su abrigo para cubrirme y en todo el camino conversamos sobre travesuras que había hecho de niña, aunque Mei solo me escuchaba se sentía bien, porque de alguna manera era como si solo me mirara a mí.

Cuando llegamos al campamento no quería que Mei se vaya y me deje sola así que le pedí que me acompañara a mi dormitorio, cuando estuvimos dentro, me metí al baño, no paraba de repetir en mi cabeza, qué había hecho.

— Yuzu está todo bien, te noto extraña, tranquila que no te haré nada, respeto la reglas del campamento.

¡Eso ya lo sé! Grite desde el baño, termine de secarme y me puse una pijama nada sexi ya que tenía un oso en medio, perfecto me dije a mi misma.

Salí del baño y observe a Mei luchando por no quedarse dormida, como sus ojos se abrían lento y volvían a cerrarse.

— Ya estoy de vuelta Mei.

— Qué bueno, ahora tengo que ir a mi habitación.

— No hace falta, puedes quedarte a dormir aquí, digo no es como si fuera a pasar algo, así que mejor hay que dormir.

— Esta bien, por mí no hay problema.

— Entonces que descanses, sueña cosas lindas.

—igualmente Yuzu, por cierto linda pijama es tan adorable pero en ti luce sexi, descansa.

«Mei idiota» como es posible que pueda dormir después de que dijera eso.  Pasaron las horas y no logré conciliar el sueño, me voltee unas cincuenta veces en la cama pero cuando quedaba frente a Mei solo la miraba, de pronto senti como sus brazos rodearon mi cintura para quedar serca a ella, lo curioso de eso es que senti una calidez que no había sentido antes y me dormí con el pensamiento de que me había enamorado.

— ¡Yuzu, te fuiste por un momento, segura que está todo bien?

— Ah... Sí, mejor ya vete para luego ir a desayunar necesito cambiarme.

— Esta bien señorita Okogi, me retiro, nos vemos en el desayuno.

𝘼𝙡𝙞𝙘𝙞𝙖.

Cuando la vi sentada mirando por la ventana me levante y la abraze repartiendo besos por su nuca, no sé que pasará ahora pero me alegra saber que Diana siente lo mismo que yo.

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⏰ Última actualización: Feb 13, 2023 ⏰

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Campamento de Omegas (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora