Capítulo 2

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-¿Qué hacemos aquí?

-Nadie lo sabe

-¿Por qué?

-Todos llegamos a este lugar con un solo recuerdo en la mente, nuestro nombre

-¿Y eso es todo? ¿Por qué? ¿Por qué no podemos recordar nada más?

-Mira, niña, yo solo sé que éste lugar es el infierno y todos tratamos de escapar de aquí, veo que Alby no te a explicado las reglas- contestó Teresa alzando la voz- Número uno, respeta a los Habitantes del Área, número dos, trabajo sin holgazanear y número tres pero no menos importante. Nunca entres al laberinto

-¿Al qué?

-¡Diablos! Hablé de más. Mira, Alby o Newt te explicarán todo. Por ahora descanza, todo esto debe ser nuevo para ti. Pronto sabrás que no es más que una montaña de plopus
Teresa salió de la habitación dejándo a Eileen hundida una vez más en sus pensamientos, sentía temor e intriga, pero por el momento no tenía idea del qué hacer. Se recostó en la cama y trató de conciliar el sueño, después de unos minutos quedó dormida. Eileen abrió los ojos poco a poco, ella sentía que había dormido muy poco cuando en realidad el cielo estaba oscurecido, se había quedado profundamente dormida.

-¡Vaya! Al fin despiertas- Eileen tomó asiento en la cama mirándo atentamente el marco de la puerta- Tranquila, soy yo

-¿Es muy tarde?- susurró adormilada

-¿Qué si es muy tarde? ¡A oscurecido! Pero bueno, será mejor que bajes, debes comer algo

Eileen miró a Teresa y después tocó su estómago, de verdad estaba hambrienta, se levantó de la cama y siguió el paso de su compañera.

-Oye, lamento haber sido tan dura antes, pero no quería asustarte y mucho menos que perdieras la calma

-No hay problema, pero ¿responderás mis preguntas?

-Yo no, será mejor que Alby o Newt lo hagan, pero, aún no es el momento

-¿Y cuándo lo será?

-Ya lo sabrás- Teresa se detuvo frente a la puerta cerrada del edificio- ¿Lista?

-¿Para qué?- preguntó confundida

Teresa abrió la puerta dejándo ver al otro lado a todo un grupo de jóvenes adolescentes frente al edificio con rostros sonrientes.

-¡Bienvenida!

Eileen miraba la escena con confusión y alegría, le estaban dando la bienvenida a lo que sería su nuevo hogar.

-Eres la nueva. ¡Felicidades!

-Cálla Teresa, solo estás feliz por que ya no eres la nuevita- contestó un muchacho de tez morena

-Cierra el hocico Sartén

Todos comenzaron a reír menos Eileen que no comprendía mucha de la jelga de aquellos jóvenes.

-Creo que tengo mucho que aprender- pensó Eileen

-¡Vén Eileen! Eres la invitada de honor- repúso Newt

Eileen caminó tranquilamente y Newt la rodeó por los hombros mientras los demás reían y gritaban con júbilo a pesar de que sabían que una nueva novata no era buena señal, al menos no en la situación en la que se encontraban.
-¿Tienes hambre?

-A decir verdad, sí

-Tranquila, Sartén hizo un estúpendo festín por tu llegada. Te agazajaras con el

-Eso espero- sonrió con sinceridad

Llegaron hasta una fogata enorme y Newt alzó el puño en señal de silencio, todos lo guardaron y lo miraron atentamente.

-¡La nueva novata! ¡Eileen!- gritó y todos siguieron su grito llenos de júbilo y diversión, claro, todos menos Gally que permanecía alejado sin dejar de mirar a Eileen

-Bola de garlopos, mierteros- susurró para sus adentros

-¡Hey Gally!- éste se giró dejándo de lado sus insultos- ¿Qué haces aquí?

-Tragándo ¿no lo ves?

-¿Estás molesto?

-Dímelo tú Alby, una novata llega con un estúpido papel diciéndo que sería la última de todos y de repente aparece otra garlopa ¿no te parece extraño?

-Gally, en esta situación, ya nada me sorprende

-Pero esto no es normal. No sabemos que va a pasar ahora

-Lo sé, por eso es mejor estár alertas.

-No me parece justo

-¡Oh vamos! No me dirás que también odias a esta novata ¿o sí?- preguntó con una sonrisa burlona

-Cierra tu hocico Alby- repúso Gally
-Ya, ya. Lo siento, pero, al menos trata de no ser tan notorio con tu odio ¿sí?- golpeó el hombro de Gally y se retiró

Gally miróa todos reír, bailar o platicar celebrando la llegada de Eileen, éste la miro por un buen rato, ella dirigió su mirada hacia él volviéndo a entrelazar ambas miradas. Gally lanzó un bufido y retiró la mirada levantándose y caminándo hacia una de las edificaciones, Eileen apartó la mirada y sonrió a Newt quien estaba a su lado bailando con mucho ánimo.

-Hola

-Hola

-Soy Thomas, seguro ya habrás escuchado de mi

-La verdad es que no

-¿No?- preguntó sorprendido

-Era broma- respondió riéndo- Eres el chico que levanta los desperdicios de los animales ¿no?

-Ja ja, muy graciosa- espetó sarcástico

Ella sonrió al igual que él, pensaba en la palabra que acababa de pronunciar, desperdicios, aún no conocía la jelga de ese lugar, por eso le era difícil pronunciarla.

-¿Podemos hablar a solas mañana?

-Claro

-Bien, yo iré por ti mañana por la mañana

-Está bien

-Bien. Bueno, bienvenida novata

-Gracias

Thomas dió media vuelta y se alejó, Eileen dirigió la mirada una vez más hacia Newt que bailaba con diversión. No muy lejos de ahí alguien observaba la escena con recelo involuntario.

El miedo es para humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora