ᴊᴜꜱᴛɪᴄɪᴀ 【xɪxɪᴀɴ-ᴢʜᴀɴᴄʜᴇɴɢ】

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2

Qing Heng-jun sonrió orgulloso al ver a sus yernos entrar al salón. Ambos lotos tenían una belleza y actitud única que les hacía especiales, por eso se sentía orgulloso de que sus hijos estuvieran unidos a ellos. Les dio una bienvenida animada, tanto como las reglas Lan lo permitieran por supuesto, los recibió con cálidos abrazos y luego se giró hacia sus discípulos para presentarlos formalmente al resto de la secta.

- Les presento a los futuros esposos de mis hijos, Jiang Wanyin y Jiang Wuxian. —Dijo Lan Yuzhao con una sonrisa mirando a sus discípulos—.  Ellos, su hermana Yanli y los seis discípulos de Yunmeng tomarán clases aquí por un año. Así que espero que les traten bien y les brinden apoyo en lo necesario.

- Sí, líder Lan. —Todos los discípulos de la secta reverenciaron al mayor y a los Jiang.

- No era necesario que nos presentara así, líder Lan. —Dijo Jiang Cheng respetuoso y avergonzado.

Wuxian bufó por lo bajo, como había mencionado antes, odiaba las formalidades. Intentó distraerse mirando alrededor. Vio a Xichen viendo con una sonrisita a Jiang Cheng, era bueno que su hermano tuviera suerte con su futuro esposo. Tal vez todavía no se enamoraban pero parecían llevarse bien, todo lo contrario a él y Lan Zhan. Desvió la vista al susodicho y le vio mirar con su característica seriedad hacia el frente, nunca le dirigía la mirada o siquiera le sonreía.

- Joven Wuxian. —Le llamó Xichen unos minutos después con una sonrisa sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Oh? Si, dígame. —Respondió mirándolo con una sonrisa.

- Les invitamos a pasar a la mesa, acompáñenos y venga a comer con nosotros por favor. — Dijo su cuñado haciéndole una seña hacia la mesa para que fuera a sentarse con ellos.

- Voy. —Asintió de acuerdo y caminó al lado de Xichen hasta la mesa, para luego sentarse junto a Lan Zhan—. «Genial, ¿no habría otro lugar disponible?» —Pensó, pero solo se sentó sintiendo su cuerpo tensarse.

Xichen fue junto a Wanyin y se sentaron uno al lado del otro. Todos tomaron sus lugares y Madam Lan sonrió a todos—. Espero que disfruten la comida.

Después de aquellas palabras, todos comenzaron a comer en silencio, Wuxian miró a todos los presentes con sorpresa, ¿es que nadie tenía nada para decir? Desde pequeño se sentía incómodo cuando habían muchas personas juntas en un solo lugar y nadie hablaba. Así que iba a abrir su boca para preguntar al respecto, pero se distrajo al ver que una verdura fue dejada en su plato, y miró sorprendido a quien le había servido.

Una sonrisita quiso escapar de sus labios, no sabía que Lan Zhan podía ser tan amable con él. ¿Era esta su forma de arreglar las cosas entre ellos? Sonrió notoriamente feliz y llevó la verdura a su boca comiendo con felicidad hasta que un pensamiento le invadió. «¿Es esta su forma de cuidar de su futura esposa o de que mantengas la boca cerrada?». Se ahogó con lo que estaba en su boca y comenzó a toser llamando la atención de todos en la mesa.

- ¿Joven Jiang, se encuentra bien? —Preguntó un discípulo Lan acercando una taza de agua para que Wuxian la bebiera.
Wuxian dejó de toser y recibió la taza bebiendo de inmediato todo el contenido. Una vez más tranquilo, levantó la vista mirando al discípulo y le sonrió con amabilidad.

- Gracias.

- ¿Se encuentra mejor? —Preguntó el discípulo.

- Sí. Es solo que no esperaba el sabor tan insípido de la comida, lo siento. —Dijo con una pequeña sonrisa fingiendo disculparse por lo pasado y el discípulo soltó una pequeña risita.

- A todos nos cuesta acostumbrarnos al sabor en un principio. —El discípulo le devolvió la sonrisa.

- Sí, tendré que acostumbrarme a lo insípido en mi vida al parecer. —Dijo Wuxian con un doble trasfondo a sus palabras, pues se refería al Lan que tiene como prometido, pero le sonrió al chico frente a él achicando sus ojos en el proceso y el discípulo se sonrojó levemente.