𝚆𝚒𝚕𝚍 (𝚃𝚎𝚎𝚗 𝚆𝚘𝚕𝚏)

Capítulo 23

Ya hacía una hora que había salido de casa, seguía andando para buscar un claro donde descansar. Escuché el sonido de ramas rompiéndose detrás mía, me di la vuelta rápidamente e inhalé aire intentando descifrar algún olor pero solo olía a bosque. Insegura volví a darme la vuelta para seguir andando. Se escucharon de nuevo ruidos, pero esta vez eran pisadas, me di la vuelta pero no había nadie.

─ No sabía que las princesas se escapaban de casa -dijo una voz detrás mía, reconocería esa voz aún que estubiese muerta.

─ No sabía que los idiotas seguían a las princesas -dije dándome la vuelta para ver a Brett, tenía esa sonrisa que siempre me hacía caer.

─ ¿Qué haces por aquí? -me preguntó mientras de cruzaba de brazos resaltando sus músculos, él sabía que me encantaba que hiciese eso.

─ ¿No puedo pasear por el bosque? -le respondí con una pregunta sarcástica, me miró serio, bufé y caminé hacia él-. Quería salir de casa -lo rodeé, sentí como se giró y en menos de un segundo ya lo tenía caminando conmigo.

─ ¿Qué te pasa? -me preguntó.

─ Estoy enfadada con Scott por ocultarle a Malia que es hija de Peter -le respondí pasando por debajo de un árbol al igual que él.

─ Lo entiendo -me dijo-. Pero es tu hermano, no podrás ignorarlo por mucho -me miró durante un segundo y luego giró la cabeza hacia el camino.

─ Lo sé, pero mientras pueda lo haré sufrir ignorándolo -le dije riendo haciendo que él riese también.

Nos quedamos en silencio durante el resto del camino, pero uno cómodo, paramos donde un árbol caído, cerca de un acantilado, se podía ver la ciudad y era una imagen muy bonita. Me senté en el árbol y Brett copió mi acción.

─ Brett -lo llamé viendo a la ciudad, recibí un sonido de su garganta-. ¿Te puedo pedir un favor?

─ Claro, puedes pedirme cualquier cosa -me dijo mirándome igual que yo.

─ ¿Puedes enseñarme a transformarme? -le pregunté sonriendo apenada causando risa en él.

─ Primero que todo, ¿qué eres? -puso atención en mi respuesta.

─ Una mujer pantera -me vio sorprendido.

─ ¿Así que eres algo como hermana de los gatos? -asentí ante su pregunta-. ¿Me enseñas tus garras? -reí al igual que él ante el doble sentido de la pregunta, le dí un golpe suave en el hombro de broma.

─ De momento solo controlo el olfato y la audición -le expliqué, el asintió y seguí hablando-. Lo que no se hacer es controlar las garras ni los ojos ni los colmillos -dije mirándolo.

─ Bien -dijo levantándose y arrodillándose enfrente mía-. Cierra los ojos -lo hice-. Piensa en que quieres hacerlos brillar, que quieres ver en la oscuridad por ejemplo -me dijo, suspiré profundo e hice lo que me dijo-. Bien, ahora abre los ojos -me dijo, los abrí y veía todo azul, sonreí emocionada y abracé sin pensarlo a Brett, quien me devolvió el abrazo-. Piensa en eso cuando quieras que tus ojos brillen -me dijo al separarnos, me volví a sentar y lo miré.

─ De verdad Brett, muchas gracias, pero todavía me faltan las garras y los colmillos -señalé mi boca y mis manos, el sonrió y se acomodó con una rodilla en el suelo.

─ Las garras es fácil -me dijo-. Abre la mano -extendí mi mano cerca de él-. Ciérrala en un puño y luego deja que salgan, mira, así -levantó la mano y la cerró, después la abrió y las garras le salieron en ese movimiento, lo intenté y no me salió, suspiré enfadada-. No te preocupes si no te sale a la primera, vuelve a intentarlo -me animó, volví a repetir el mismo proceso, cerré la mano y la abrí de golpe viendo mis garras, sonreí emocionada, de verdad que me encantaba-. ¿Lo ves?, no es difícil -me agarró de la mano que tenía garras, inmediatamente desaparecieron volviendo a ser uñas.