-Min.
¿Alguien me estaba llamando?
¿Quién será? Pensé en abrir los ojos y encontrar la respuesta, pero estaba muy cansada, así que solo lo ignoré.
-Minerva, vamos, despierta -la voz me resultó conocida, pero no era la misma que me había hablado antes. No tenía intenciones de despertarme, pero sentí cómo alguien me sacudía, gruñí en respuesta, y al final abrí los ojos, encontrándome con el rostro de mi hermano. Marco, era obvio-. Ya llegamos, arriba -resoplé, pero terminé levantándome de igual modo.
-Vamos, piccolina -Marco me estaba apurando, por lo que si seguía jodiéndome se iba a ganar un puñetazo. Volteé y lo fulminé con la mirada.
Primero, me obliga a despertarme a las sacudidas, y luego, me mete prisa para bajar del avión, mientras sigo medio dormida.
¿Quién no querría un hermano así?
Piccolina. De más está decir que todos mis hermanos mayores me decían así, porque Mau y yo éramos los pequeños en la familia.
Una vez en tierra firme, observé cómo muchos de los pasajeros esperaban taxis, y cómo no, Mara ya había conseguido un auto, no, una jodida camioneta para nosotros.
A ver, claro está, que seis personas no caben en un taxi, pero ¿de dónde salio esa cosa?
-¿Sigues dormida? -blanquee los ojos, y me giré para ver al fastidio de Max, mi otro hermano-. Vamos, Min, ambos queremos llegar y echarnos a dormir, así que camina -lo observé un momento, antes de seguir su petición.
Aún no entiendo como hace para verse tan bien estando recién amanecido.
Max había concluido sus estudios en el bachillerato unos dos años atrás, se tomó un sabático, sin embargo, siguió trabajando de modelo, había comenzado a los quince, y desde entonces, no lo había dejado. Supongo que la explicación a su aspecto, no es otra más que la belleza natural, podía estar dos semanas sin bañarse, sin cambiarse la ropa, y aun así no había forma de que se viera mal.
Hace unos meses se decidió por seguir la misma carrera que nuestra hermana Melissa: Licenciatura en Comunicación. A diferencia de la mayor, él todavía no había comenzado, creo que ni siquiera había presentado la inscripción.
Un silbido me hizo voltear hacia el frente: Mara nos miraba sonriente.
¿Y ahora de qué me perdí?
-Suban -nos indicó señalando la camioneta negra.
Decidí que mi hermano tenía razón, y me apresuré a sentarme en un asiento desocupado.
El vuelo me había caído para la mierda, tenía un dolor del demonio en la espalda, en la columna más que nada, y todavía tenía las piernas medio dormidas.
Mau se sentó a mi lado, Marco estaba al volante, Mara de copiloto, y detrás nuestro iban Max y Melissa.
Me deje inundar por la canción, y cuando ya me estaba durmiendo, otra vez, sentí cómo frenaban el vehículo. Con todo el pesar del mundo, abrí los ojos.
Los mayores se habían volteado a verme. Marco me sonreía.
-Vamos, Minerva, ya vas a poder dormir -me dijo mi hermana antes de quitarse el cinturón y salir.
Que sutil forma de decir "deja de ser una vaga y camina".
Todos la imitamos. Creo que ya ni me quedaban fuerzas para subir las escaleras...
Pero ¿quééééé?
¿Por qué mierda había una casa frente a nosotros? Se supone que residencia temporal hace referencia a establecerse temporalmente en un departamento.
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Todos caerán al final
Mystery / ThrillerLas tentaciones son peligrosas. Pero, ¿qué pasaría si la tentación fuera una persona? ¿O varias? ¿Qué pasa cuando la curiosidad le gana a la sensatez? No era solo ella, eran todos ellos. Debías mantenerte alejado de esa familia, porque involucrarte...