❝𝗘𝗫𝗖𝗨𝗦𝗘 𝗠𝗘❞ ¦ 𝗠𝗶𝗛𝘆𝘂𝗻. ✓

🥀┆𝟬𝟵

⩩ maybe.

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A diferencia de lo que pensó, su regreso al departamento fue cómodo, extrañaba esa familiaridad que emanaba cada rincón de su hogar.

Por lo que vio, no hubo ningún cambio, Mina mantuvo todo igual, eso le agrado, cuando se casaron ella se encargo de la decoración, dándole un toque de ambas.

Habían dicho que solo un tiempo, pero ambas llegaron a la decisión de quedarse hasta que nacieran los mellizos, por eso Dahyun se ganó una seria conversación  con sus padres, los mayores no estaban muy contentos de la probabilidad de que regresará con Mina, pero prefirieron no agobiar a Dahyun más. Al final, su hija  quería a Mina, y ellos no podían hacer algo contra eso, luego de años lograron entender eso.

Mina se tomó su tiempo para preparar el almuerzo, aunque probablemente Dahyun estuviera irritada por eso. Myoui era fiel a la idea de que si apresuraba algo, no saldría como quería, pero Kim no tenía el tiempo ni el humor de esperar por comida.

Así había sido por una semana, Mina había solicitado permiso para quedarse en casa con su esposa, no podía arriesgarse a que se adelantará el parto y ella no estuviera para ayudar a Dahyun, la menor se había negado al principio, alegando que ella lo, suficientemente capaz de llevar la situación, pero terminó cediendo, tener a Mina era de gran apoyo.

— Myoui, ¿ya acabas con eso? Tus hijos tienen hambre.  — era claro su fastidio, no era contra Mina, últimamente todo la ponía de malas.

Su madre le comentó que era por los nervios de que pronto nacerían sus hijos, no lo creyó muy probable, pero con eso justificaba sus berrinches.

La rubia se asomó por el umbral de la cocina para ofrecerle una sonrisa a Dahyun.
— Ya, amor. Puedes irte sentando o te lo llevo a la sala. —ofreció la mayor, ignorando olímpicamente el apodo cariñoso que salió de sus labios.

— voy al comedor. —indicó Kim mientras se levantaba del sofá. Por su propio bien, no le dijo nada a Mina.

Hace días que la japonesa la llamaba accidentalmente así, bueno, ella pensó que  Mina no notó su error, realmente no le desagradaba y por eso siguió permitiendo el apodo.

Había tomado la decisión de que regresaría con Mina, pero no le diría hasta que tuviera a un par de bebés en brazos. Si era sincera, habría perdonado a Myoui desde el día que fue a buscarla, pero en ese entonces todavía estaba dolida y no le haría fáciles las cosas a su ex esposa, tampoco es que la haya hecho sufrir demasiado, no buscaba una venganza como tal, solo quería que la Mina que amaba volviera.

En cuanto se sentó, la mayor le dejó un plato con pasta y albondigas bañadas en salsa de tomate. Reprimió el impulso de hacer muecas por la comida, se veía delicioso, pero sabía que al probarlo le faltaría sabor, amaba a Mina, pero sinceramente en esos momentos la detesto.

Con la rubia a su lado, comió fingiendo que le agradaba no percibir algo de sal, fue una mala idea dejar que Mina y su madre hablaran, la señora Kim le había aclarado a Mina, que Dahyun no podía comer azúcares en exceso y sal en la menor cantidad posible, ni siquiera sabía el porqué, pero no podía quejarse.

— ¿no estás emocionada? En una semana ya tendremos a nuestros pequeños. —murmuró Mina con una sonrisa nostálgica.

Dahyun recordó que aún no habían hablado de nombres, tendrían que hacerlo pronto porque no quería ponerle el primer nombre que se les viniera a la mente. Aunque, tampoco sonaba mal esa opción, en esos momentos, era perezosa hasta para escoger nombres.

— Sí, pero no, vi suficientes videos para saber que ese día te voy a odiar por permitir que lo hiciéramos sin condon. — aclaro enredando la pasta en su tenedor y algo sonrojada porque ella fue la de la idea.

Mina dejó de comer para voltear y darle una mirada de asombro e incredulidad.

— ¡Oye! Lo planeamos juntas, esto fue de dos. — puchereo inconscientemente, totalmente alejada de la clase de pensamientos que tenía Dahyun en ese instante.

— Sí, pero tu fuiste muy insistente. — recalcó la menor con el tenedor apuntando a Mina.

— Aunque pensando, tengo una duda, ¿de qué ocasión en específico fue? Tengo que hacer cuentas, porque pudo ser esa noche o el día que fuiste a la oficina. —explicó Mina mientras hacía cuentas mentalmente, se quedaría con la duda, porque aprovecharon cada oportunidad que tuvieron.

— o también cuando fuimos al almuerzo de tu familia. Eres una hormonal, Mina.

La mencionada simplemente rodo los ojos, recordando que Dahyun fue quien tomaba la delantadera. Pero si decía algo más, la menor se enojaria.

— Bueno, ignorando tu falta de memoria para aceptar que tenías algo por hacerlo donde nos pudieran ver. ¿Sabes que nombres les pondremos? —cuestionó la mayor.

—Realmente no, ¿tú tienes alguna sugerencia?

— Pensé en Lisa, me gusta el nombre. — comentó, notando que Dahyun hizo un gesto por la mención.

— ¿qué no se llamaba así tú ex? —preguntó, totalmente segura de saber que no se equivocaba.

— Sí, pero el nombre es lindo. —respondió Mina, sabiendo que su opción ya estaba fuera para Kim.

— No le pondré el nombre de tu ex a mi hija.

Mina asintió, tendrían que pensarlo detenidamente en esos días.

— Bueno, entonces podemos buscar. No será muy difícil encontrar algunos que nos agrade.

— Pensé en Haerin, una vez, Sana y yo escuchamos el nombre en un parque, me agrada desde entonces. — murmuró a la vez que daba por terminada su cena, vacío lo más posible su plato, aunque seguía con la idea de comer algo mejor.

Mina no era una mala cocinera, pero era estricta cuando tenía que serlo.

— ¿y para el pequeño? Yo tenía en mente, Suho. ¿ Te agrada? — interrogó la rubia, sin presionarse por buscar un nombre ideal para sus hijos.

Solo le importaba que nacieran bien y que Dahyun no sufriera tanto ese día.

— Ese me gusta, podemos tenerlo como posible opción mientras buscamos otros. — sonrió Dahyun, dándole la razón a Mina por esa noche.

El nombre sonaba bien, su madre le comentó meses atrás, que tenían que elegir un nombre que se adaptara al bebé, en ese entonces no le presto gran atención a eso, no se imaginaba como sería saber el nombre correcto para sus hijos.

Cuál fuera el nombre, sabía que para ella sería único y especial, porque lo tendrían dos personitas que amo en cuanto se entero del embarazo, y a pesar de la situación de Mina y ella, no existía otra persona con la que quisuera compartir la experiencia de la maternidad, y Myoui le había asegurado que no había tenido ese sueño con alguien más, porque Kim era la mujer que necesitaba en cualquier aspecto de su vida.

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