Ámame, Naruto.

ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

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—Oye, Sasuke! Tengo que contarte algo.

— Me gusta Sakura ¿Crees que quiera salir conmigo?

Él… él me gusta desde hace mucho y el mismo día que decidí decirle de mis sentimientos me di cuenta que no tendría una oportunidad para estar a su lado.

Poco a poco fui separandome de él para deshacerme de esos sentimientos, yo no quería arruinar la amistad que teníamos, no fue mi culpa, simplemente fue algo que no venía venir.

Unas semanas después de que Naruto me hubiera confesado que le gustaba Sakura llegó nuevamente a mi casa, como su madre y mi madre eran amigas nosotros habíamos crecido juntos cosa que hacías que entrará con todo la confianza del mundo a mi habitación… Cuando el entro se acerco al escritorio en el que yo estaba y me extendió un sobre, el cual venía sellado con un pedazo de papel cortado en forma de corazón.

Levante mi mirada hacia él quien estaba de igual manera viéndome, esperando que yo agarrara el sobre y lo abriera, cosa que no tarde mucho en hacer.

— Te lo manda Sakura — Fue lo que me dijo, yo sabía que eso hiba a traer muchos problemas, así que decidí no abrirlo, pues sabía que mi amigo era muy distraído como para saber que se trataba de una confesión de esas demasiado cliché. — Vamos Sasuke, abrela.

Naruto se paro atrás de mi queriendo ver que era lo que había escrito, yo solo suspiré resignado, preparándome para lo que se aproximaba y entonces abrí el sobre, saqué la carta para seguido desdoblarla…

— ¡TE ODIO!

Todo había pasado demasiado rápido, tuve una pelea con Naruto después de que leímos la carta, él me golpeó la mejilla derecha y salió corriendo de mi cuarto y casa. Yo solo me quede ahí, reteniendo mis lágrimas porque sabía que no había sido mi culpa nada de eso.

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Desperté de ese sueño…

Mejor dicho de esa pesadilla y recuerdo que ya había dejado de atormentarme desde hace tiempo.

Pero ahora ahí estaba nuevamente, mi respiración era rápida y estaba sudando, mi hermano acababa de entrar a mi cuarto mientras azotaba la puerta, por su expresión pude deducir que algo estaba mal, él se acercó a mí a paso rápido mientras yo solo lo seguía con mi mirada.

— ¡Dios, Sasuke! ¿Qué fue eso? — Supuse qué quería lucir enojado, pero sus ojos lo delataban y sabía que realmente estaba preocupado.

— No se de que hablas.

Pude sentir como pasaba lentamente sus pulgares por mis mejillas y fue ahí donde me di cuenta que estaba llorando.

— Voy a fingir que te creo, pero mañana hablaremos tu y yo.

Mi hermano solia ser una de las personas que más confianza les tenía, por lo tanto él sabía si le estaba mintiendo o no, pero, apesar de eso jamás le conté que me gusta Naruto, así que solo asentí ya que eso me daría tiempo suficiente de inventar una mentira y hacerla lo suficientemente creíble como para que el se la creyera.

— Bien, entonces me quedare aquí hasta que te duermas.

— No es necesario, en serio, ya vete a dormir tienes una misión mañana.